Cristino, más héroe que delicuente

19/06/2010 por

Cristino, más héroe que delicuente

Cristino, más héroe que delicuente

Los profesores Carmen García y Enrique Lister reclaman un mayor reconocimiento
en España para el guerrillero gozoniego

Enrtique Lister y Carmen García, momentos antes de la charla.

Enrtique Lister y Carmen García, momentos antes de la charla.  mara villamuza

Illán GARCÍA

El guerrillero comunista Cristino García fue una figura que en sí tiene dos cualidades: ser héroe y delincuente. Esa dualidad viene marcada por una frontera geográfica, los Pirineos, que separan España de Francia. En el país galo, el natural de El Ferrero fue considerado como una de las cabezas visibles de la Resistencia contra los nazis y, por lo tanto, un héroe. En su país natal, sin embargo, el franquismo lo calificó de indeseable, de facineroso y de bandido. Así comenzó Carmen García, de la Universidad de Oviedo su ponencia de las jornadas en recuerdo de Cristino García Granda, un hombre que posee mil y un reconocimientos en Francia y que en España «ha sido olvidado por la Historia».

«Cristino era un hombre fiel a sus ideas y, aun sabiendo que iba a morir fusilado a manos de los fascistas en 1946, era optimista, quería cumplir su objetivo que no era otra que extender la libertad y la democracia a toda Europa», indicó García.

Cristino García fue condecorado con la Cruz de Guerra de manos de Charles de Gaulle por su actuación en la batalla de La Madeleine mediante la que se consiguió expulsar a los nazis del sur de Francia. «Y es más, Cristino García fue el primero en organizar una guerrilla urbana, una lucha de nuevo cuño que más tarde se utilizó en diversos países de América Latina, todo ello como combatiente en Madrid, tras su vuelta de Francia», añadió Enrique Lister, profesor en la Universidad de Potiers (Francia) e hijo del histórico militar comunista.

Tanto García como Lister honraron la figura del guerrillero gozoniego y reclamaron un reconocimiento digno a un luchador contra el fascismo mediante su marcada afiliación política al PCE y su actividad sindical, que le llevaron a ser uno de los personajes más emblemáticos de la Resistencia. «Hay muchos Cristinos combatientes que dieron la vida por la libertad y que también, sin el reconocimiento que se merecen, contribuyeron en la lucha contra el fascismo en España y Europa», concluyeron ambos ponetes.

http://www.lne.es/aviles/2010/06/19/cristino-heroe-delicuente/931320.html

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Alegato republicano contra la ignominia

17/06/2010 por

Alegato republicano contra la ignominia

Alegato republicano contra la ignominia

El maquis Jesús de Cos, invitado a unas jornadas sobre el gozoniego Cristino García, exige la reparación del honor de los que en su día fueron tratados como bandoleros

Jesús de Cos, ayer, en Avilés.

Jesús de Cos, ayer, en Avilés.

Francisco L. JIMÉNEZ
Jesús de Cos, miembro del maquis que hostigó desde la cornisa cantábrica al gobierno franquista durante la década de los años cuarenta del pasado siglo, tomó ayer la palabra en Avilés para reivindicar en el nombre propio y en el de los compañeros que yacen bajo tierra la reparación del honor de aquellos hombres y mujeres que, con más dosis de utopía que medios, se rebelaron contra el dictador. Personas como el gozoniego Cristino García (1913-1946) , considerado un héroe antifascista en Francia e ignorado en su tierra natal hasta que el año pasado simpatizantes republicanos reivindicaron que se ponga su nombre a una calle en Luanco. Precisamente la figura de Cristino García es la que esta semana concita, en Avilés y Gijón, la atención de los simpatizantes republicanos asturianos en diversos actos públicos que tienen como objetivo dignificar el papel histórico que jugó la Resistencia antifranquista.

Jesús de Cos -gorra de color caqui cubriéndole la cabeza y camiseta roja serigrafiada con el busto del Che Guevara por atuendo- tiene hoy 86 años, pero no los aparenta. «Lo que peor llevo es andar… Consecuencias del tiro que me dieron en una pierna», explica a la vez que se arremanga el pantalón para enseñar la cicatriz del tiro que luce en la pantorilla. Su infancia y adolescencia es un compendio de episodios truculentos, pérdidas dolorosas de familiares, represión y hambre. Circunstancias que, finalmente, le llevaron a vivir dos años emboscasdo en las montañas. Ahí se convirtió en el comandante «Pablo», de la VI Brigada guerrillera cantabro-astur.

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«No pienso que el franquismo llegara a creer que podía ser derribado por la guerrilla»

13/06/2010 por

«No pienso que el franquismo llegara a creer que podía ser derribado por la guerrilla»

«No pienso que el franquismo llegara a creer que podía ser derribado por la guerrilla»

«Es muy difícil precisar cuántas personas dieron su apoyo en Asturias a los guerrilleros, pero fueron encausados de mil quinientos a dos mil individuos»

Ramón García Piñeiro.

Ramón García Piñeiro. tania cascudo


Gijón, J. L. ARGÜELLES

Ramón García Piñeiro (Sotrondio, 1961), es doctor en Historia y autor de libros de referencia, como «Los mineros asturianos bajo el franquismo (1937-1962)». Director del IES de Navia Galileo Galilei es, posiblemente, el historiador que mejor conoce los entresijos de la lucha guerrillera en Asturias, episodio sobre el que escribe, tras años de investigación, un minucioso estudio.

-¿El término «guerrillero» es aplicable a todos los huidos o «fugaos»?

-Huido es el que se sustrae a la justicia franquista de manera pasiva. Hubo una amplia casuística, que incluye, por ejemplo, al escondido, al «topo». El guerrillero, además de estar huido, se organiza y hace todo lo posible por derrocar el régimen político.

-¿Qué importancia tuvo en Asturias la lucha guerrillera?

-Fue una de las zonas de España con más actividad guerrillera, equiparable a León y Galicia, la zona del Maestrazgo y, quizás, la divisoria entre Málaga y Granada.

-Pero sin llegar a coordinarse con otros focos guerrilleros.

-La comunicación era muy difícil. De hecho y salvo en momentos muy concretos, ni siquiera en Asturias hubo, digamos, una estructura con jurisdicción sobre todo el territorio. En fechas determinadas, entre los años 44 y 46, sí se intentaron movimientos suprarregionales.

-¿Qué fuerzas tenía la guerrilla y con qué apoyos contaba?

-Si vamos a la definición restrictiva, la guerrilla no tuvo más de quinientos efectivos durante todo el período, que, a mi juicio, va de los años 43 al 50: es el lapso de actividad genuinamente guerrillera. Antes y después hubo huidos, pero centrados en su mera supervivencia o en el intento de dejar Asturias. Y esa guerrilla hubiera sido inviable sin el apoyo ciudadano. Es muy difícil precisar cuántas personas dieron ese apoyo, ahora bien, calculo que llegaron a estar encausadas entre mil quinientas y dos mil personas por colaborar con la guerrilla.

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III Ventolera Republicana

13/06/2010 por


Por la Republica, acude a la III VENTOLERA que organiza LA VENTOLIN  en el Pueblu de Asturies de Xixón.
Habrá un poco de todo, lo más ganes de confraternizar.
Gaita, intervenciones solidaries, boleros y pasodobles os están esperando.
Esti añu n´un marcu nuevu y perguapu, el tendejón del Pueblu d´Asturies.
Pasa la voz y anímate a venir, seguro que merez la pena.
Con la que está cayendo, los sentimientos republicanos valdrán para cargarnos les piles en la defensa de nuestros derechos.
OS ESPERAMOS
Falo Patallo
PD: Para apuntaros tenéis varios medios, los que trae el cartel o comunicárselo a cualquier músico de la Charanga. No lo dejéis para el final.

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Manolín de Llorío, memoria de fugáu

10/06/2010 por

Manolín de Llorío, memoria de fugáu

Manolín de Llorío, memoria de fugáu

Manuel Alonso repasa las penalidades y peligros sufridos en los ocho años que vivió como guerrillero antifranquista en los montes asturianos

Manuel Alonso González, en el geriátrico de Pola de Laviana.

Manuel Alonso González, en el geriátrico de Pola de Laviana. fernando rodríguez

Pola de Laviana,
Miguel Á. GUTIÉRREZ
-Antes salíame bastante bien, pero ahora nun puedo chuflar con fuerza.

Manuel Alonso González, «Manolín el de Llorío», se lleva las manos a la boca tratando de reproducir en vano el sonido de la curuxa. Durante ocho años de su vida el canto de la lechuza fue una de las consignas empleadas en el monte para contactar de forma segura con enlaces y compañeros de otras partidas guerrilleras. Alonso pasó toda su juventud, entre los 18 y los 26 años, aferrado a un fusil, recorriendo hasta la extenuación bosques y laderas, y refugiándose de las fuerzas franquistas en rudimentarias chozas que apenas eran utilizadas unas cuantas noches ante el temor de ser descubierto. A pesar de los peligros y penalidades sufridas, Manolín el de Llorío sobrevivió para contarlo y, a sus 93 años, es uno de los últimos fugaos que, junto con otros pocos como Felipe Matarranz, pueden dar cuenta en primera persona de cómo fue el movimiento maqui en Asturias.

Alonso, natural de la localidad lavianesa de Soto de Lorío, fue criado por un abuelo y una tía materna. La noticia del estallido de la guerra civil lo sorprendió pescando truchas a mano en el río Nalón. Ese mismo día, con sólo 18 años, se alistó como miliciano. Participó en enfrentamientos armados en Oviedo, Tarna y Tineo, y posteriormente fue enviado al País Vasco. La retirada hacia Asturias como consecuencia del avance de las tropas franquistas y la definitiva caída de frente Norte, en octubre de 1937, forzó la huida al monte de cientos de milicianos, entre ellos Manolín el de Lorío.

«En los primeros años había combates todos los días. Había mucha gente que se había echado al monte, pero también había mucha fuerza franquista. Tenían tiendas de campaña en la cima de cada monte y cada tres o cuatro kilómetros en las carreteras; si no conocías el terreno, tenías choques a todas horas», relata Alonso. Pronto la escasez de armamento y balas empezó a limitar la capacidad de acción de los fugaos. «A veces no podías hacer mucha resistencia porque no había suficiente munición. Te ibas abasteciendo con la munición que traían enlaces que estaban haciendo la mili o con lo que conseguías arrebatar a la fuerza franquista; pasó como en la Guerra Civil; si llegamos a tener más armas, todavía están corriendo».

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Memoria histórica, memoria lliteraria

10/06/2010 por

Memoria histórica, memoria lliteraria

Memoria histórica, memoria lliteraria

Oh, 36!, la primer obra de teatru de Lluis Portal

Memoria histórica, memoria lliteraria

Memoria histórica, memoria lliteraria

ANTÓN GARCÍA La compañía de teatru Syntexto lleva un tiempu echando per Asturies Oh, 36!, obra ganadora en 2007 del «Premiu Uviéu de Teatru». Sicasí, tovía nun tuviemos oportunidá de vela, a pesar del interés que despierta’l so argumentu, basáu en fechos reales. Mientres duró la Guerra n’Asturies, quince meses aguantó escondíu nun furacu de la so casa de Villaviciosa’l médicu y escritor católicu Carlos de la Concha, salvando con ello, probablemente, la vida. Quien lu buscaba, ensin éxitu, yera un dirixente políticu local, l’anarquista Cristóbal Cano

Sobre esos datos históricos, Lluis Portal (Villaviciosa, 1964) construye la so primer obra de teatru, una serie de cuadros que trescurren nel interior de la casa del médicu, onde entren y salen los persiguidores. El papel protagonista nun recái, como yera d’esperar, nin nel médicu escondíu nin nel anarquista que lu busca, sinón na criada de la casa, Ciriaca, un personaxe inspiráu nel teatru costumista (nun cuesta imaxinar a Aurora Sánchez faciendo’l papel), anque más comedíu, como correspuende a la traxedia que se vive n’escena. La llectura de la obra mantién l’interés, pero la cenciellez del plantexamientu xeneral, la falta de tensión y el fechu de que nun s’afonde más nos personaxes que protagonicen el conflictu fai qu’ún quede cola sensación de que nun s’aprovecharon tolos recursos.

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«Todo lo que se consiga para mejorar la Constitución es un paso hacia la República»

08/06/2010 por

«Todo lo que se consiga para mejorar la Constitución es un paso hacia la República»

«Todo lo que se consiga para mejorar la Constitución es un paso hacia la República»

«Yo estuve en Suresnes, como invitado, y creo que Redondo, que era un sindicalista, tuvo complejo ante los intelectuales, Felipe, Guerra, Mújica, y cedió»

Macrino Suárez, en su domicilio de Oviedo, durante la conversación  con LA NUEVA ESPAÑA.

Macrino Suárez, en su domicilio de Oviedo, durante la conversación con LA NUEVA ESPAÑA. miki lópez

Macrino Suárez Méndez, luarqués de 74 años, salió de España en 1958, a raíz de un contencioso con el régimen franquista, y se enroló en París en el partido republicano del también asturiano José Maldonado. Cuando éste fue nombrado presidente de la República en el exilio, Macrino Suárez accedió a la cartera de Economía del Gobierno que presidió Fernando Valera, de 1971 a 1977. Antes había participado en la resistencia al régimen desde el exterior, particularmente en el «Contubernio de Múnich», que logró una declaración europea contra España mientras ésta no afrontase el cambio hacia la democracia.

Oviedo, J. MORÁN

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La guerra continúa en el monte

08/06/2010 por

La guerra continúa en el monte

La guerra continúa en el monte

Unos cientos de guerrilleros se enfrentaron al franquismo con las armas durante casi quince años, desde octubre de 1937 hasta la muerte del último de los «fugaos», en septiembre de 1952

La guerra continúa en el monte

La guerra continúa en el monte

La caída del frente Norte dejó a cientos de republicanos en los montes asturianos. Su fundado temor a las represalias por parte de los cuerpos militares y policiales franquistas convirtió a muchos de ellos en guerrilleros. Los llamados «fugaos», la mayoría socialistas y comunistas, lucharon primero por su supervivencia y, tras la derrota de Hitler, prolongaron su actividad armada en busca de una intervención de los países aliados para derrocar a Franco. Otro conflicto, la guerra fría, pulverizó su sueño.

Gijón, J. L. ARGÜELLES
Héroes para unos, vulgares delincuentes para otros, los antifranquistas que empuñaron las armas en Asturias desde finales de octubre de 1937 hasta septiembre de 1952, cuando fue abatido el último guerrillero, son aún un incómodo rescoldo sobre la piel de la historia que ha ido reconstruyéndose a partir de los acuerdos políticos de la transición política española. No es, así, extraño que Secundino Serrano, autor de «Maquis», abra su libro con una paradoja: el comunista gozoniego Cristino García Granda tiene los mayores honores que concede Francia, país que contribuyó a liberar del yugo nazi, y ha sido considerado en su propio país, en cambio, como un bandolero, pese a que su comportamiento y hechos de armas fueron similares a un lado y otro de los Pirineos.

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