Argentina ordena detener al policía al que Gerardo Iglesias acusa de tortura

03/11/2014 por

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Pascual Honrado, condecorado varias veces, estaba en la Brigada Político Social dirigida en Oviedo por Claudio Ramos

 

Gerardo Iglesias.

Gerardo Iglesias. LUISMA MURIAS

L. Á. V. Entre los veinte ex cargos del Gobierno y agentes cuya detención ha solicitado la magistrada argentina María Servini de Cubría, titular del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N.° 1, que investiga los crímenes del franquismo, se encuentra el policía Pascual Honrado de la Fuente, señalado por el exdirigente comunista asturiano Gerardo Iglesias como una de las personas que le torturó cuando cayó en manos de la Brigada Político Social de Claudio Ramos, a principios de los setenta. El abogado argentino Carlos Slepoy incluyó a este inspector nacido en 1929, condecorado en dos ocasiones por las autoridades y que en 1977 permaneció en las fuerzas de seguridad, en la querella presentada ante la Justicia del país austral. En el grupo de imputados cuya detención ha sido solicitada por la juez Servini se cuentan los exministros Rodolfo Martín Villa y José Utrera Molina, suegro éste del también exministro Alberto Ruiz-Gallardón.

Gerardo Iglesias ha relatado en alguna ocasión las torturas sufridas en la sede de la Brigada Político Social, situada delante del hotel Reconquista de Oviedo, en la que estaba «Pascual Honrado de la Fuente, cuyo nombre era una ironía. Era uno de los torturadores más terribles». Según Iglesias, estaba especializado en «tumbar a los detenidos en el suelo a base de puñetazos en el hígado». Y añadió: «Te daban patadas, hostias de toda clase, sufrías todo tipo de ensañamientos, aparte de humillaciones. El sistema que seguían era darte una buena paliza, bajarte al calabozo, y sin que te hubiera dado tiempo a enfriar, te subían nuevamente. Era una técnica para situarte contra las cuerdas». El exdirigente comunista ha asegurado que Honrado de la Fuente era «el más bestia de todos, un especialista». Lo más molesto era la impunidad, ya que el policía aseguraba que, cuando muriese Franco, los torturadores «no iban a perder nada, porque eran funcionarios». Consideraba normal torturar o pegar un tiro en la nuca, según Iglesias.

http://www.lne.es/asturias/2014/11/03/argentina-ordena-detener-policia-gerardo/1665412.html

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