Aclaraciones necesarias sobre la memoria histórica

14/04/2010 por

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Aclaraciones necesarias sobre la memoria histórica

Réplica al artículo de Avelino Pérez sobre la polémica acerca de las huelgas de los años 1957 y 1958

MANUEL GARCÍA GONZÁLEZ, «OTONES» Señor Avelino Pérez: Esperaba tu respuesta, pero si he de ser sincero, no de la forma tan poco ortodoxa como lo has hecho. Afirmaciones como: «Otones y sus furibundos ataques», «abroncando a diestro y siniestro», etcétera. Nada más lejos de la realidad, me limité a rebatir serenamente hechos concretos que la prensa venía publicando aquellos días para resituar la historia en el sitio que le corresponde.

A pesar de mi precaria salud y a punto de cumplir los 80 años, hay algo que aún conservo en plena facultad: la memoria. He recibido bastantes llamadas telefónicas y correos electrónicos apoyando mi tesis, incluso de socialistas honestos y trabajadores.

Comenzaré matizando y aclarando los encierros en los pozos mineros en 1957 y 1958. Los dos trabajamos en el Pozo San Luis (La Nueva). Perdona el lapsus de no recordar que aquel compañero con el cual discutí la estrategia del encierro eras tú, Avelino. Aquel encierro comenzó, como bien sabes, en solidaridad con los compañeros del pozo María Luisa añadiendo nuestras propias reivindicaciones, y sigo manteniendo que tenía que ser indefinido hasta que María Luisa cesara en su encierro, como así fue. ¿Que hubo fallos? Normal, en una situación de clandestinidad, con enemigos y esquiroles. ¿Recuerdas quiénes fueron los organizadores del encierro en nuestro pozo?: Gerardo «El Portu», Luis Cuervo, Adolfo, Esteban Cepedal, Merso, Joselín y yo, entre otros. ¿Recuerdas que tuve que dar la cara subiéndome a una vagoneta para hablar a los encerrados aclarándoles la situación y las reivindicaciones planteadas? ¿Te acuerdas de aquel socialista llamado Castaño, jefe de taller, que bajó al pozo para convencernos de que debíamos abandonar el encierro? ¡Qué vergüenza ! Nosotros, a parte de nuestra presencia activa, también repartimos octavillas.

Cuando salimos ya estaba la Guardia Civil alerta y me dieron una buena pasada. Eso sucedió en el 57. En el 58 fue mucho peor, me detuvieron y me torturaron, con todo el Comité Provincial del PCE de Asturias, y me condenaron a 6 años, de los cuales cumplí 4 años y 9 meses en el penal de Burgos. Sin olvidar que ya había cumplido 5 años por las guerrillas, en el penal de Guadalajara, de los 12 años y 1 día a los que fui condenado. Aún me restaba la última condena como cofundador de CC OO, que cumplí en Soria, Segovia y Jaén. Total: 13 años de cárcel y 1 año de destierro.

En aquella caída de 1958, fueron detenidos y condenados Higinio Canga, Manuel Gutiérrez Villa, Gerardo «El Portu», Manolo el de Barros, Saturnino Márquez, Machuca, Ramonín, Magdalena y Pelaez, entre otros.

No me gustan las comparaciones, prefiero aquella frase de Bertolt Brecht: «Quien lucha un día es bueno, quien lucha más días es mejor, pero aquellos que luchan toda la vida, son los imprescindibles».

Dices que las huelgas no las convocó nadie, que empezó el malestar en el pozo Nicolasa y que luego se extendió por las Cuencas. Hay varias versiones sobre las huelgas durante el franquismo, con el fin de tergiversar la historia, un dirigente político no puede emplear nunca dicha frase. No hay ni hubo nunca un movimiento político de masas que no estuviera orientado y dirigido políticamente.

Para ello es necesaria una estructura y una organización que aproveche las circunstancias del momento sociopolítico en que se vive. Nosotros ya teníamos organización en la clandestinidad y a pesar de las diferentes detenciones la reponíamos de nuevo. Vosotros aún carecíais de esa estructura necesaria.

En relación con la invitación a la inauguración del Archivo Histórico, pregúntaselo al director general de Patrimonio Cultural. Hace años que estamos pidiendo cuentas a los «herederos» (como tú dices) del franquismo por los crímenes que cometieron, y también estamos en todos los foros por la anulación de delitos que nos imputaron, no siendo tales. No creo que os arroguéis también esa lucha. Nunca admitimos limosnas. Pídele cuentas al Gobierno del porqué de ese retraso sobre la ley de la Memoria Histórica.

De todo lo que aquí se relata, al igual que en el escrito anterior, yo, Gerardo Díaz Solís, más conocido como Gerardo «El Portu», que compartí y viví distintos momentos de trabajo, detenciones, cárcel, despidos, etcétera, suscribo lo dicho porque así sucedieron las cosas por mucho que alguien se empeñe en reescribir la historia y, por tanto, en desvirtuarla. Gerardo Díaz Solís, «El Portu»

http://www.lne.es/cuencas/2010/04/13/aclaraciones-necesarias-memoria-historicabr/899738.html

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