Hacia el reconocimiento de la Guerrilla antifranquista en Asturias

05/04/2022 por

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SIEMPRE GUERRILLEROS, NUNCA BANDOLEROS

El Presidente del Principado, Adrián Barbón, en una reciente reunión con la Federación Asturiana Memoria y República (Famyr) asumió la reivindicación de la asociación memorialista para la reforma del Reglamento de honores y distinciones autonómico, para permitir que los guerrilleros antifascistas asturianos que lucharon contra el fascismo español y nazi puedan ser reconocidos en su tierra. Este miércoles, 5 de abril, parece que dicha reforma va a ser aprobada. Al fin.

Durante más de una década, Famyr realizó redobladas campañas para que figuras tan señeras del antifascismo internacional, reconocidos como héroes en varios paises, como el Comandante Robert, Cristino García, Felipe Matarranz, Gregorio Cenitagoitia o Vicente García Riestra. Cuando Famyr inició dicha lucha, en 2010, los cuatro estaban vivos. Ahora, ninguno de ellos está ya con nosotros.

Dicen que el anterior Presidente, Javier Fernández, presumía de pedriguí antifascista, de que sus padres se habían conocido en un Campo de Concentración y de familiares que habían colaborado con la Guerrilla. Si es así, poco ejemplo recogió de su familia: pocos Presidentes asturianos han hecho gala de menor sensibilidad memorialista que Fernández.

La aprobación de la Ley Autonómica de Memoria Histórica parecía disipar las distintas excusas legalistas que fueron esgrimiendo los distintos Gobiernos del Psoe. Y más cuando Adrián Barbón hacía un guiño memorialístico en su toma de posesión, fotografiandose en el despacho de Belarmino Tomás. Para entonces, tan solo Vicente García Riestra quedaba aún con vida.

Sin embargo y ante una nueva campaña de Famyr, el nuevo Gobierno volvió a repetir las viejas excusas legalistas, pese a la tecién aprobada Ley de Memoria Histórica. 

El reconocimiento a los viejos y heroicos luchadores antifascistas siempre ha sido una cuestión de voluntad política y no de otra cosa. Ha costado luchas y movilizaciones, además de la presión en la Junta de los diputados de Podemos e Izquierda Unida, que el actual Gobierno accediera a reconocer al último de los fallecidos, Vicente García Riestra. Al final, parece que Barbón accedió a tan justa reivindicación y que también ahora cumple lo pactado con Famyr. Estamos de enhorabuena: más vale tarde que nunca.

Ahora bien, con la reforma del Reglamento de Honores y Distinciones –¿Verdad que no era tan dificil hacerlo de haber voluntad política?-, se cae la última excusa legalista y se abre la posibilidad de reparar la injusticia cometida con el resto de luchadores antifascistas. Con Felipe, Gregorio, Robert y Cristino. Este cambio es una gran y esperanzadora noticia, pero no debe servir de excusa para dejar en el olvido a quien tanto han dado para derrotar al fascismo en Europa. Y pocos momentos son tan adecuados como el que ahora vivimos. No cejaremos en nuestra lucha: ellos no lo hicieron.

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