LOS FRANQUISTAS JUZGARON AL 3 POR CIENTO DE LA POBLACIÓN DE CANGAS DE ONÍS, SEGÚN LOS PRIMEROS DATOS DEL ESTUDIO QUE REALIZA FAMYR EN CANGAS DE ONÍS Y PARRES

20/08/2011 por

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LOS FRANQUISTAS JUZGARON AL 3 POR CIENTO DE LA POBLACIÓN DE CANGAS DE ONÍS, SEGÚN  LOS PRIMEROS DATOS DEL ESTUDIO QUE REALIZA FAMYR EN CANGAS DE ONÍS Y PARRES

La investigación sigue abierta con la recogida de testimonios que suplan el vacío documental y echen luz sobre estos oscuros y olvidados episodios de nuestra historia más reciente. NECESITAMOS VUESTRA COLABORACION: buscando testimonios, informacion, fotogrfias, etc.
*Para más información, contactar con Rubén Norniella, teléfono 618 25 91 47

 

-Los Consejos de Guerra fueron menos numerosos en Parres, en donde en cambio los franquistas se cebaron con las ejecuciones indiscriminadas.

-Hay un curioso componente de clase: un porcentaje elevadísimo de los represaliados y ejecutados en ambos concejos eran labradores

-Sesenta personas fueron fusiladas de las que siete fueron ejecutadas en Oviedo. Las personas que sobrevivieron a los consejos de guerra fueron repartidas por toda la geografía carcelaria del estado a cumplir las distintas condenas o fueron encuadradas en Batallones de Trabajadores.

– Hay que destacar la represión sobre las mujeres o viudas de los presos y como estas fueron utilizadas como verdaderas sirvientas del Régimen, como limpiadoras o cocineras de falangistas y militares. A las duras condiciones de supervivencia de la posguerra tenían que añadir el estigma de ser familiares de represaliados.

– Durante la investigación se ha tenido acceso al diario de un preso encuadrado en el Batallón de Trabajadores Nº90 que realizó distintas obras públicas y privadas en Parres.

– De 1941 a 1950, ante la presencia de “huidos” y guerrilleros se suceden episodios de enfrentamientos entre estos y la Guardia Civil. La violencia se ejerce sobre las familias de los “huidos” a fin de obtener el paradero de estos.

– A la represión militar hay que añadir la económica ejercida por la Comisión Provincial de Incautación de Bienes, en un primer momento, y por el Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas. Se han constatado la instrucción de varios expedientes a vecinos y vecinas de los concejos, así como diversas multas e incautaciones de negocios.

Alrededor de 300 vecinos de Cangas de Onís –el 3 por ciento de la población- fueron juzgados por el aparato jurídico-militar del franquismo entre 1937 y 1941, según se desprende de la investigación que está realizando la Federación Asturiana Memoria y República (FAMYR) en los concejos de Cangas de Onís y Parres. El número de consejos de guerra en el concejo de Parres fue mucho menor, aunque en este municipio, sin embargo, se cebaron con las ejecuciones indiscriminadas. De hecho, hay catalogadas cuatro fosas civiles en las que reposan una treintena de personas, aunque la cifra de víctimas se incrementa a medida que avanza la investigación. Se han hayado evidencias de la existencia de 11 fosas de combate en las que reposan los cuerpos, según las fuentes orales, de 40 milicianos en total. Hay que añadir un curioso componente de represión de clase: un porcentaje elevadísimo de los represaliados y ejecutados en los concejos eran labradores.

La investigación que está realizando la Federación Asturiana Memoria y República (FAMYR) sobre la represión franquista en los concejos de Parres y Cangas de Onís, dirigida por Simón de la Fuente Gómez (Licenciado en Geografía) y Rubén Norniella (Periodista) refleja que durante el periodo 1937-1941 se ejerce sobre la población “desafecta” una represión violenta e indiscriminada ejercida por falangistas de los concejos.

La inmediata posguerra, tras la caída del Frente del Norte, es la más dura en este aspecto. Se han constatado una treintena de personas repartidas por las diferentes fosas de los concejos, si bien esta cifra no está cerrada. Cerca de la mitad de las víctimas estarían sepultadas en la Fosa común de El Fitu.

A estas fosas con víctimas civiles hay que añadir la existencia de fosas de combate, aunque es difícil precisar si estas víctimas milicianas se producen en acciones de guerra o son ejecutadas.

En el caso de Cangas de Onís, más del 3 por ciento de la población del concejo –unas 300 personas, aproximadamente, ya que la población de Cangas de Onís, entre 1930 y 1940 rondaba los 10.000 habitantes- fue juzgada por el aparato jurídico-militar del franquismo entre los años 1937 y 1941.

El 96,15 por ciento de los Consejos de Guerra fueron celebrados en Gijón, aunque se dan casos en Pontevedra o Astorga. Lo que destaca de esta “justicia” es la absoluta arbitrariedad en la aplicación de la ley. Sesenta personas fueron fusiladas de las que siete fueron ejecutadas en Oviedo.

Las personas que sobrevivieron a los consejos de guerra fueron repartidas por toda la geografía carcelaria del estado a cumplir las distintas condenas o fueron encuadradas en Batallones de Trabajadores.

Hay que destacar la represión sobre las mujeres o viudas de los presos y como estas fueron utilizadas como verdaderas sirvientas del Régimen, como limpiadoras o cocineras de falangistas y militares. A las duras condiciones de supervivencia de la posguerra tenían que añadir el estigma de ser familiares de represaliados.

Durante la investigación se ha tenido acceso al diario de un preso encuadrado en el Batallón de Trabajadores Nº90 que realizó distintas obras públicas y privadas en Parres.

De 1941 a 1950, ante la presencia de “huidos” y guerrilleros se suceden episodios de enfrentamientos entre estos y la Guardia Civil. La violencia se ejerce sobre las familias de los “huidos” a fin de obtener el paradero de estos.

A la represión militar hay que añadir la económica ejercida por la Comisión Provincial de Incautación de Bienes, en un primer momento, y por el Tribunal Regional de Responsabilidades Políticas. Se han constatado la instrucción de varios expedientes a vecinos y vecinas de los concejos, así como diversas multas e incautaciones de negocios. Se está investigando, también, la depuración de los funcionarios.

La investigación sigue abierta con la recogida de testimonios que suplan el vacío documental y echen luz sobre estos oscuros y olvidados episodios de nuestra historia más reciente.

*Para más información, contactar con Rubén Norniella, teléfono 618 25 91 47

 

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