La Foz despide a Berto Loredo

23/06/2010 por

Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmail

La Foz despide a Berto Loredo

Las cenizas del histórico sindicalista reposan en la fosa común de Morcín.

23/06/2010 AITANA CASTAÑO

Familiares y amigos despidieron ayer en La Foz a Berto Loredo.

 

La fosa común del cementerio de La Foz de Morcín acoge, desde ayer, las cenizas de Berto Loredo, histórico sindicalista de CCOO y militante del PCPE. El fue precisamente quien, allá por finales de los setenta y como flamante concejal del Partido Comunista en el municipio morciniego, luchó porque los restos de los combatientes republicanos que yacían olvidados en un prado cercano a la localidad de Las Mazas fueran trasladados al camposanto y tuvieran un lugar digno donde descansar. Entonces, cuando la Democracia estaba en pañales y las palabras Memoria Histórica eran una entelequia que nadie se atrevía si quiera a mencionar. Alberto Muñiz, Berto Loredo , removió la tierra y las conciencias de sus vecinos y, como siempre, no se dejó amilanar.

Familiares, amigos y camaradas de Loredo le despidieron, ayer, en su localidad natal. En el acto del adiós se leyó un escrito enviado por Carmelo Suárez, secretario general del Partido Comunista de los Pueblos de España. La valía, la coherencia y la constancia en las ideas comunistas de Loredo son algunas de las características que resaltan todos aquellos que le conocieron, hace tiempo o ahora mismo.

«Le hice alguna entrevista, incluso comí con su familia en su casa de La Foz. Era un paisano de una pieza. Serio, cabal, que cuando lo oías hablar entendías por qué había sido un líder obrero, porque todos le respetaban», apuntó Rubén Vega, profesor de Historia Contemporánea de la Universidad de Oviedo y uno de los mayores conocedores de la época de las huelgas en Asturias a mediados de los sesenta, donde participó activamente el propio Berto Loredo.

Amigos, compañeros y cuantos conocieron a Berto rindieron ayer un sentido homenaje, cargado de emoción, a un hombre bueno que, coherente como pocos, nunca dejó de creer que las cosas se podían mejorar.

http://www.lavozdeasturias.es/noticias/noticia.asp?pkid=559751

Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmail
Facebooktwitterlinkedinrssyoutube

Comentarios

comentarios