ANTE LA PRESENCIA DEL SÍMBOLO FRANQUISTA A LOS “HÉROES DEL SIMANCAS” EN GIJÓN Y LA REALIZACIÓN DE ACTOS DE ENALTECIMIENTO FASCISTA






UN ATAQUE A LA ÉTICA DEMOCRÁTICA Y A LA LEY DE MEMORIA DEMOCRÁTICA
Gijón, 29 de junio de 2024 Desde FAMYR (Federación Asturiana Memoria y República), queremos expresar nuestra profunda preocupación y enérgica condena por la presencia continuada de este símbolo franquista en nuestra ciudad de Gijón. Este símbolo dedicado a “los caídos por dios y por España” en homenaje a los golpistas de 1936 contra la República y situado en el Colegio católico concertado de la Inmaculada, no solo representa una afrenta a los valores democráticos que sustentan nuestra sociedad, sino que también evidencia una alarmante falta de voluntad política para cumplir con la Ley de Memoria Democrática autonómica y estatal.

La Ley de Memoria Democrática, promulgada con el objetivo de reconocer y reparar a las víctimas del franquismo y de otros regímenes totalitarios, establece de manera clara y precisa la obligación de retirar símbolos, monumentos y referencias que exalten la dictadura franquista. La permanencia de este símbolo en Gijón no solo es un incumplimiento de esta normativa, sino que también supone una insensibilidad y falta de respeto hacia todas aquellas personas y familias que sufrieron la represión y la violencia durante el régimen franquista.
Ante su pervivencia, y con un fascismo cada vez más desacomplejado, no es extraño que ante el mismo comiencen a producirse evento de exaltación del franquismo y de la dictadura, que serian impensables en muchos otros sitios de Europa, donde se entiende perfectamente que el fascismo es incompatible con la Democracia. Es fundamental recordar que la ética democrática se basa en el respeto a los derechos humanos, la justicia, y la memoria de las víctimas de regímenes opresores.
Mantener un símbolo franquista en un espacio público es contrario a estos principios y perpetúa el dolor y la división en nuestra sociedad. En lugar de honrar la memoria de aquellos que lucharon por la libertad y la democracia, estamos permitiendo que se siga rindiendo homenaje a un régimen que vulneró sistemáticamente los derechos fundamentales de las personas. Hacemos un llamado urgente a las autoridades locales y autonómicas para que actúen con la diligencia y responsabilidad que exige este asunto. Es imperativo que se proceda a la retirada inmediata de este símbolo y se adopten medidas que aseguren el cumplimiento riguroso de la Ley de Memoria Democrática. Solo así podremos avanzar hacia una sociedad más justa, reconciliada y verdaderamente democrática.
Exigimos que, tal y como recoge la ley de memoria regional, el Colegio de la Inmaculada retire de inmediato el símbolo franquista y se le retiren todas las subvenciones y/o conciertos públicos caso de no retirarlo. Instamos, también, de esas autoridades que no autoricen se vuelvan a producir nuevos actos de exaltación franquista y fascista en las puertas de dicho colegio. Asimismo, invitamos a la ciudadanía de Gijón a defender los valores democráticos y a exigir a nuestras instituciones el respeto y la aplicación de las leyes que protegen nuestra memoria histórica. Juntos, podemos construir un futuro en el que el recuerdo de las víctimas y la defensa de los derechos humanos prevalezcan sobre cualquier vestigio de autoritarismo y represión.
Por ello consideramos oportuno que en el espacio peatonal y ajardinado que queda en frente de dicho Colegio, en forma de glorieta, se levante un monolito de homenajee a la ciudadanía gijonesa que en los días posteriores al golpe militar franquista se unieron a la fuerzas leales a la República para sofocar el levantamiento militar que se daba en el citado Cuartel.
A nuestro juicio, quienes merecen respeto y reconocimiento son quienes jugándose sus vidas se sumaron al movimiento popular para evitar el triunfo del alzamiento militar, porque ellos y ellas eran los y las demócratas. En conclusión, reiteramos nuestra firme condena a la presencia de este símbolo franquista y nuestra exigencia de su inmediata retirada. La memoria democrática no es solo una cuestión de legalidad, sino de dignidad y justicia para todas las personas que sufrieron bajo el franquismo y para las generaciones futuras que merecen vivir en una sociedad verdaderamente libre y democrática. 1 DE JULIO DE 2024










