Entrega Campaña Hijos predilectos A los Guerrilleros y Resistentes antifascistas asturianos 1937-1977






Campaña Hijos predilectos A los Guerrilleros y Resistentes
antifascistas asturianos 1937-1977
“Ni bandidos ni vencidos” Jesus de Cos.
In memoriam
DOCUMENTO ENTREGADO POR FAUSTINO ZAPICO, ANTON SAAVEDRA Y RAFAEL VELASCO EN LA PRESIDENCIA DEL GOBIERNO Y JUNTA GENERAL DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS, EL 13 DE JUNIO DE 2013. (enlace con documento completo incluyendo adhesiones individuaes y colectivas)-
A LA PRESIDENCIA DEL GOBIERNO DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS.
C/ Suárez de la Riva, nº 11. 33007 Oviedo
DON RAFAEL VELASCO RODRIGUEZ, D.N.I. xxxxxxxxx, en calidad de Presidente de la “FEDERACION ASTURIANA MEMORIA Y REPUBLICA”, C.I.F. XXXXXXXX con domicilio a efectos de notificaciones en Gijón, Calle Belmonte de Miranda Nº 4-Etlo. Dcha. (33.206), comparece y como mejor proceda en derecho
EXPONE:
PRIMERO.- En el año 2010 la Federación Asturiana Memoria y República (FAMYR) realizó una campaña para obtener el reconocimiento de dos guerrilleros antifascistas asturianos, Cristino García Granda y Jose Antonio Alonso “Comandante Robert”. En dicha campaña se solicitaba al Parlamento Asturiano la concesión de título de “Hijos predilectos de Asturias” que se otorga anualmente a personas nacidas en el Principado que se hayan destacado por sus méritos relevantes. Desafortunadamente, a pesar de haber sido respaldada por las firmas de más de 2.000 ciudadanos y por 72 organizaciones, la petición fue desestimada. En su lugar el gobierno asturiano decidió otorgársela al entonces jefe de la Casa real, Alberto Aza Arias. En años anteriores habían sido galardonados el ex-secretario de la Casa Real Sabino Fernández Campo (1991) o el Príncipe de Asturias (1986).
Tras el golpe de estado fascista el 18 de julio de 1936 y a medida que avanzaban territorialmente las fuerzas militares del bando fascista, los defensores del régimen republicano legal y legítimamente constituido buscaron nuevas fórmulas de lucha para detener a los sublevados. La lucha de guerrillas, que se inició ya en el mismo momento en qué se produce el “Alzamiento Nacional” golpista y se prolongó hasta los años 60, tuvo una actuación irregular teniendo en cuenta que buena parte de los luchadores cruzaron la frontera en dirección a Francia para combatir internacionalmente el fascismo. Lo hicieron con la esperanza que esta derrota provocara el fin del fascismo español gracias al apoyo internacional de los regímenes democráticos. A pesar de que muchos volvieron y continuaron la lucha, a mitad de los 50 fue ya evidente que la colaboración internacional no se iba dar, haciendo patente el aislamiento a que quedaban relegados.
Desde el final oficial de la Guerra Civil, fue el Tercio Móvil del Ejército español, la Falange, y sobre todo la Guardia Civil, los encargados de perseguir y aniquilar a los grupos de resistencia democrática organizados en guerrillas. La decisión de adjudicar un papel preeminente a la Guardia Civil se debió tanto a su propia naturaleza, ámbito de actuación y experiencia de este instituto armado (responsable de perseguir a bandoleros y carlistas durante el siglo XIX), como a la intención de menospreciar e infravalorar ¬internamente y externamente- la resistencia al régimen fascista. Encargándose prioritariamente a la Guardia Civil y no al Ejército la represión, se pretendía por un lado que no se reconociera que se trataba de un problema grave o de la misma continuidad de la guerra. Por otro lado, se quería visualizar ante la sociedad que se trataba de un problema de delincuencia y no de una lucha en defensa del régimen republicano. Para ello, se utilizaron también tácticas propagandísticas como el silenciamiento de las acciones con contenido político y la propagación de aquellas más violentas que pudieran generar un cierto rechazo por parte del conjunto de la sociedad. En este mismo sentido, una circular de la Dirección General de Seguridad de 11 de abril de 1947 prohibía expresamente utilizar el término guerrilla, maquis o guerrilleros, y obliga a establecer como terminología a nivel interno y externo, los conceptos bandoleros, forajidos o bandolerismo.
Pero la lucha armada por la democracia existía, y era mayor de lo que el propio gobierno golpista estaba dispuesto a admitir. Hasta el punto que el Ministerio de Interior dio orden de aniquilar a los guerrilleros y enlaces ¬mediante la ley de fugas-, a la vez que se amplió en gran medida la plantilla de la Guardia Civil (se pasó de 30.000 efectivos en 1936 a 54.000 en 1941). La importancia de la guerrilla está demostrada por el hecho que en el periodo 1943-1952 se concedieran por las acciones contra la ella, 908 cruces del mérito militar -que configuraron el popularmente llamado “medallero”-, 970 citaciones en las órdenes generales del cuerpo, que hubiera más de mil enfrentamientos armados y más de seiscientas bajas entre heridos y muertos en la Guardia Civil. No obstante, aunque suele establecerse el año 1952 como el año en qué se puso fin a la lucha guerrillera a favor de la democracia representada por el legítimo régimen republicano, quedaron algunos focos de resistencia guerrillera hasta los años 60, como es el caso de los representados por Quico Sabater, Ramón Vila Capdevila “Caracremada”, José Castro Veiga “Piloto”, etc.
La vergonzante realidad actual en el estado español, es que oficialmente a los guerrilleros se les sigue asociando a la condición de bandoleros y terroristas (calificación por tanto no amnistiable ni siquiera por la preconstitucional ley de Amnistía), ya que sus sentencias condenatorias franquistas siguen estando vigentes. Durante años, y ante todos los gobiernos democráticos, gobernara quien gobernara, AGE con el apoyo de otras asociaciones y algunos diputados de grupos parlamentarios de izquierdas, ha reclamado su reconocimiento jurídico. El parlamento español ha rechazado todas las Proposiciones de ley, enmiendas y preguntas parlamentarias, presentadas para que su equiparación a todos los niveles con los antiguos miembros de las Fuerzas Armadas oficiales republicanas fuera una realidad. Es una situación vergonzante, incomprensible, inaudita y absurda en otras democracias que sufrieron pasados fascistas, en las que se reconoce y honra a la resistencia.
Por todo ello urge, pues, un reconocimiento de la lucha por la libertad de los defensores del legítimo régimen republicano, de igual manera como han procedido en otros países como Francia, Alemania o Rusia, por poner tres ejemplos. En este sentido, René Pérez, responsable de la Unión de Excombatientes Franceses en España, reivindicando la reparación de esta injusticia, afirma que “A los guerrilleros franceses que lucharon contra el nazismo se les considera héroes nacionales; tienen una pensión especial, los mutilados reciben asistencia a domicilio y han sido condecorados en repetidas ocasiones.”
Este 2013 desde la Federación Asturiana Memoria y República (FAMYR), la Asociación para la creación del archivo de la guerra civil, las brigadas internacionales, los niños de la guerra, la resistencia, la guerrilla y el exilio español (AGE) y Asociación de Descendientes del Exilio Español retomamos una nueva campaña extendiéndola a todos aquellos guerrilleros y resistentes antifascistas asturianos que aun quedan vivos. Vivos pero que, aun hoy, siguen enterrados en el olvido e ignorados por la memoria colectiva del pueblo asturiano, robándonos el ejemplo de su vida como luchadores por la libertad. De igual manera y para honrar a todos aquellos luchadores anónimos hemos propuesto la inclusión de un reconocimiento al “Guerrillero antifranquista desconocido”.
SEGUNDO.- Que en este momento hemos logrado 1.128 firmas, de personas, y 63 de colectivos, que adjuntamos (DOCUMENTOS Nº 1 y 2), que avalan de nuevo nuestra petición.
TERCERO.- Que en la persona de 14 personas, cuyas biografías adjuntamos (DOCUMENTO Nº 3), queremos expresar la necesidad de reconocimiento a todas las personas que tuvieron que luchar contra la barbarie fascista que representó el Franquismo.
CUARTO.- La Ley 4/86, de 15 de mayo, reguladora de los honores y distinciones del Principado de Asturias, en sus arts. 5 a 9, regula las condiciones para la concesión de la Medalla de Oro, en su Art. 10, la figura de Hijo Predilecto, y en los Art. 13 y 18 del indicado cuerpo legal, el procedimiento para la concesión de dichas distinciones.
QUINTO.- La FEDERACION ASTURIANA MEMORIA Y REPUBLICA (FAMYR), ASOCIACIÓN PARA LA CREACIÓN DEL ARCHIVO DE LA GUERRA CIVIL, LAS BRIGADAS INTERNACIONALES, LOS NIÑOS DE LA GUERRA, LA RESISTENCIA, LA GUERRILLA Y EL EXILIO ESPAÑOL (AGE) Y ASOCIACIÓN DE DESCENDIENTES DEL EXILIO ESPAÑOL, al amparo de lo dispuesto en el Art. 13.1. D de la Ley 4/86, de 15 de mayo, anteriormente señalada, por medio del presente escrito, desea solicitar la concesión del titulo de “HIJO PREDILECTO DE ASTURIAS”, para:
1. Aladino Castro
2. Vicente García Riestra.
3. José Antonio Alonso Alcalde, Comandante Robert
4. Felipe Matarranz, Comandante Lobo
5. Ángel Álvarez Fernández
6. Felipe Martín Pajares
7. Ángel Villar Tejón
8. Alfredo Rotella Moran
9. Ángeles Álvarez Fernández
10. Gregorio Cenitagoya
11. Aquilino Gomez
12. Joaquín Fernández
Y la “MEDALLA DE ORO DE ASTURIAS” para
1º-Jose Vitini
2º- Cristino García Granda
Con el apoyo de las personas y colectivos que han suscrito la campaña que en tal sentido hemos explicado anteriormente.
En virtud de lo expuesto,
SOLICITO:
Que teniendo por presentado este escrito, en tiempo y forma, con los documentos que se adjuntan, una vez seguidos los trámites legales oportunos, se proceda a dar a la presente solicitud el trámite legalmente previsto, de acuerdo con la Ley 4/86, de 15 de mayo, reguladora de los honores y distinciones del Principado de Asturias, y una vez seguidos los trámites señalados, se proceda a acordar lo oportuno para la concesión del titulo de “HIJO PREDILECTO DE ASTURIAS” para:
para:
1. Aladino Castro
2. Vicente García Riestra.
3. José Antonio Alonso Alcalde, Comandante Robert
4. Felipe Matarranz, Comandante Lobo
5. Ángel Álvarez Fernández
6. Felipe Martín Pajares
7. Ángel Villar Tejón
8. Alfredo Rotella Moran
9. Ángeles Álvarez Fernández
10. Gregorio Cenitagoya
11. Aquilino Gomez
12. Joaquín Fernández
Y la “MEDALLA DE ORO DE ASTURIAS” para
1º Jose Vitini
2º Cristino García Granda
OTROSI DIGO: Que para cualquier comunicación con nuestra entidad pueden hacerlo a través de los emails famyr@memoriayrepublica.org o el número de teléfono del que suscribe XXXXXXXXX
En Oviedo, a 13 de Junio de 2013
DON RAFAEL VELASCO RODRIGUEZ.
Biografias
Hijos predilectos de Asturias
- Aladino Castro
- Vicente García Riestra.
- José Antonio Alonso Alcalde, Comandante Robert
- Felipe Matarranz, Comandante Lobo
- Angel Alvarez Fernandez
- Felipe Martin Pajares
- Ángel Villar Tejón
- Alfredo Rotella Moran
- Angeles Alvarez Fernandez
- Gregorio Cenitagoya
- Aquilino Gomez
- Joaquín Fernández
Medalla de oro de Asturias
– Jose Vitini
– Cristino García Granda
1. Aladino Castro.
Aladino Castro nace en 1923 en La Cabezá, pueblo de la parroquia de Blimea y del concejo asturiano de San Martín del Rey Aurelio. En 1929 ante las dificultades económicas que padecía la región como consecuencia del fin de la I Guerra Mundial y el descenso en la producción de carbón lleva a su familia a emigrar a Francia, a las minas de Carmoux, cuando tenía cuatro años. Allí pasó Aladino Castro la contienda civil española y a partir del 1 de septiembre de 1939 asistió a la II Guerra Mundial en un país conquistado por las tropas alemanas en 1940.
Aladino trabaja en las minas y forma parte de la Resistencia Francesa en la II Guerra Mundial participando activamente en la organización de sabotajes contra la ocupación nazi “Yo era minero y, como los asturianos, luchador”. Fatalidades de la vida, acaba siendo detenido el 30 de julio de 1942 por la Gestapo, torturado y trasladado a la prisión de San Miguel de Tolosa, desde donde es deportado junto con otros 1.800 detenidos al campo de concentración de Buchenwald, uno de los mayores dimensiones, donde sobrevive al infierno de la represión alemana. Con el número 69.172, Castro sufre todo tipo de horrores hasta que el 12 de abril de 1945 la intervención del ejercito canadiense permite la liberación de todos los recluidos. En ese momento pesaba 32 kilos.
Aladino Castro ostenta el cargo de oficial de la Legión de Honor con título militar y preside la Asociación de Internados, Deportados y Familias de Desaparecidos. Residente en Francia, difunde entre los escolares de este país los horrores de Buchenwald.
2. Vicente García Riestra.
La Pola Siero, 1925. Con la caída de Asturias su padre es asesinado y yace en la fosa común de Oviedo. Un hermano mayor también es asesinado y desaparecido. Otra hermana pasará 12 años en la cárcel de Saturrarán. Con la caída de Asturias es evacuado en barco con otros niños a Burdeos y de ahí es trasladado a Cataluña que aún es zona republicana. Cruza la frontera de nuevo el 2 de febrero de 1939 con 14 años. Tras escapar del infierno de la Guerra Civil, a los García Riestra les cogió la Segunda Guerra Mundial en Limoges. Vicente no lo dudó y se alistó en la Resistencia. «Fui un guerrillero, un maquis», recuerda el poleso. Se involucra en tareas de información y sabotajes para la resistencia, es descubierto y ha de echarse al monte donde es detenido en un enfrentamiento en 1943 y después de ser torturado es enviado al Campo alemán de Buchenwald. Allí estuvo quince meses. Había sido condenado a muerte por el Tribunal Militar de Limoges. Lo indultaron y lo mandaron al infierno. «Todo era palo para acá, palo para allá, miseria, muerte. Estábamos para producir. Cuando no trabajábamos, esperábamos la muerte».
Hoy día recorre los colegios franceses hablando de su experiencia y lucha para poder poner una placa en la fosa asturiana donde está su hermano.
3. José Antonio Alonso Alcalde, Comandante Robert
Nace el 14 de abril de 1919 en el barrio de Fradera, en El Entrego. En 1923, a los cuatro años de edad, deja junto con sus padres El Entrego con destino a Cataluña en busca de una mejor situación económica. En Tarragona le sorprende el alzamiento y el comienzo de la Guerra Civil Española y tras un tiempo de participación en las movilizaciones a través de las diferentes milicias que organiza el Gobierno de la República cruza la frontera a Francia en 1939, es ingresado en el campo de concentración francés de Septfonds donde participa, por obligación, en los batallones de trabajo surgidos a partir de la puesta en marcha del Servicio de Trabajo Obligatorio, en labores de fortificación de la Linea Maginot hasta la caída de Francia, momento en que huye hacia al sur del país. Se integra en la Resistencia en la zona del Ariege.
En 1942 se incorpora al XIV Cuerpo de Guerrilleros y a primeros de octubre del año siguiente, este entreguín, que militaba en el Partido Comunista y pertenecía a un grupo de saboteadores polacos y españoles en Saint-Étienne, es detenido tras sorprenderle con unas octavillas. Le suben a un autobús con otros detenidos, pero logra fugarse y evitar el campo de concentración nazi de Mauthausen. A partir de ahí, José Antonio se integra en la Resistencia enviado por el partido. Así en el departamento de Ariège, en la región del Mediodía-Pirineos, vuelve a combatir y lo hace en una brigada compuesta por tan sólo siete guerrilleros españoles. Es entonces cuando con la ayuda de sus compañeros da un golpe en una pequeña caja postal de la ciudad de Lavelanet, de donde regresa con un gran botín para entonces, 335.000 francos, que entrega a la organización.
Más tarde es nombrado jefe del Estado Mayor de la Tercera Brigada de Guerilleros Españoles, formada al final de la contienda por algo más de 300 guerrilleros, que lucharon denodadamente contra la ocupación alemana hasta la liberación del país. Uno de los hechos de armas más sobresalientes que protagonizan es la toma de la ciudad de Foix el 23 de agosto de 1944, y el posterior apresamiento de una columna de 1.350 soldados, entre los que había mongoles y turquestanos que se habían pasado a los alemanes. La guarnición alemana opta por rendirse tras cuatro horas de duros combates. Además participa en los combates de Rimont-Prayols y Castelnau-Durban, con lo que se logra la completa liberación del departamento de Ariège.
La última participación en combate de este asturiano –residente en Bon-Encontre, cerca de Agen– tiene lugar en la frustrada invasión del valle de Arán (Cataluña) en 1944, respondiendo al deseo de sus exiliados dirigentes que, desconocedores de España, creían posible en este país un movimiento como el que había liberado Francia.
Caballero y Oficial de Legión de Honor de Francia, Caballero de la Legión de la República Polaca, Medalla de Lealtad a la República Española, Roseta del Primer Orden Nacional francés o ciudadano de Honor de la ciudad francesa de Foix son algunas de las máximas distinciones recibidas por José Antonio.
4. Felipe Matarranz, Comandante Lobo
Hijo de Felipe y de Ángeles, nació el 2 de septiembre de 1915 en La Franca, Ribadedeva. Su padre fue minero en Somorrostro (Vizcaya), de donde tuvo que marcharse por las huelgas de 1917, trasladándose a Mieres (Asturias), donde trabajó en las minas de carbón. También se vio obligado a dejar tierras mierenses y refugiarse en una finca de Torrelavega, dedicándose a partir de entonces a la agricultura.
Felipe Matarranz González cursó estudios primarios y tres años en la Escuela de Artes y Oficios de Torrelavega. A los 14 años, ingresó en un colectivo de izquierdas conocido como Pioneros y más tarde pasó a la Juventud Comunista y el Socorro Rojo Internacional. En estas fechas comenzó a difundir periódicos y folletos que propagaban su ideología. Participó en varias huelgas del ramo de la madera, perteneciendo a su comité de huelga. Profesionalmente, era su trabajo el de ebanista-tallista. Durante el Bienio Negro (octubre de 1934 a febrero de 1936) fue ya perseguido, siendo detenido en varias ocasiones por sus actuaciones antifascistas.
El 17 de julio de 1936, al tener conocimiento de la rebelión fascista en África contra la República, ocupó el edificio del Ayuntamiento de Torrelavega con un grupo de la Juventud Socialista Unificada. Al día siguiente se incorporó a las milicias populares, siendo elegido jefe de su grupo. Participó en batallas contra las fuerzas fascistas en El Escudo, Piedras Luengas, San Glorio, Potes, etc. Contribuyó al esfuerzo popular para detener el avance fascista en el cuartel de Simancas (Gijón) y en La Argañosa (barrio de Oviedo), donde resultó herido. También participó en la toma de los cuarteles de Loyola (San Sebastián) y en la batalla de Irún. El 23 de septiembre de 1936 marchó con un batallón de voluntarios al frente del puerto de Los Tornos (Cantabria). Iba equipado con fusiles mejicanos nuevos, los primeros que llegaron al frente republicano del Norte.
El 10 de octubre, entró en combate y fue herido gravemente de un balazo que le entró por la ingle con salida por los riñones. Salió en el orden del día, propuesto para sargento, por haber tomado, en compañía de tres milicianos, una posición llamada Las Cabañas de Noceco. El 28 de noviembre de 1936, solicitó el alta voluntaria y regresó al frente. Participó en los combates del 2 y 6 de diciembre de 1936 por la conquista de la posición de La Cabra, sufriendo su batallón gran cantidad de bajas. Posteriormente fue destinado al frente de Burgos, donde tomó parte en varias infiltraciones tras el frente enemigo, en las que se volaron vías y puentes.
El 1 de mayo de 1937 participó en los combates de Cilleruelo de Bricia, conquistando la posición de Somarriba de Quintanilla de Rucandio. Igualmente, intervino en los combates para la conquista de Espinosa de Bricia (4, 5 y 6 de mayo de 1937) y salió en el orden del día propuesto para teniente por los méritos de guerra.
El 4 de agosto de 1937 comenzó la ofensiva facciosa contra Santander. Encontrándose en el principal punto de ataque, en el puerto de Carrales (carretera Santander-Burgos), tuvo que soportar el cañoneo y el bombardeo durante 15 días. Al no poder resistir tal masa de fuego, las fuerzas populares se retiraron del Castro de Bricia después de haber luchado ininterrumpidamente durante tres días y tres noches. De 130 hombres sólo quedaron 12, que lograron retirarse atravesando el campo enemigo al amparo de la noche. Siguió combatiendo en Bárcena de Pie de Concha, Alceda, Ontaneda, Fuente Viesgo y Las Presillas, donde, acorralado por los tanques italianos, cayó prisionero. Logró luego escapar tirándose por un precipicio y sufriendo un tiroteo. No pudo pasar a Asturias y se retiró a tierras cántabras, donde cayó nuevamente prisionero.
El 6 de septiembre de 1937 escapó de nuevo y después de andar un centenar de kilómetros logró llegar a Asturias. Matarranz participó en combates de El Mazuco, formando parte de la Brigada Montañesa. Al llegar a perderse la posición, le hicieron otra vez prisionero y de nuevo consiguió escapar y llegar a Santander. En diciembre de 1937, fue detenido en Torrelavega por los fascistas, padeciendo las más brutales torturas. El 30 de diciembre de 1937 fue sometido a Consejo de Guerra y condenado muerte por «auxilio a la rebelión». Cuando llevaba un año condenado a muerte, se le llevó de nuevo al cuartel de la Guardia Civil para infligirle nuevas y dolorosas torturas. El 18 de octubre de 1939 fue nuevamente condenado a muerte. Poco después sería indultado, quedándose la pena reducida a 30 años de cadena perpetua, de la que se libró en julio de 1942 por medio de un nuevo indulto, gracias a los esfuerzos de sus padres para que se enviaran informes favorables de su hijo.
A cambio de su libertad, Matarranz fue recluido en La Franca. Pero incluso desde allí continuó en contacto con el Partido Comunista de España (PCE) y con las guerrillas, concentrándose entonces su lucha en distribuir panfletos propagandísticos y servir de enlace entre los comités provinciales de Santander y Asturias con los guerrilleros.
En 1943 cayó en una redada, y no teniendo contacto con el PCE, formó el Comité Provincial de Santander. Luego tomó contacto con la guerrilla astur-montañesa, de la que fue su responsable político. Durante cuatro años sorteó el peligro clandestino en el monte y en el llano. El 25 de noviembre de 1946 fue sorprendido en una reunión con otros guerrilleros, saliendo a tiro limpio y dejando atrás a un compañero muerto y otro herido. Le capturaron al día siguiente, después de habérsele agotado toda la munición que tenía. De nuevo fue torturado y estuvo incomunicado cuatro meses, siendo sometido a 22 diligencias. Juzgado por Consejo de Guerra Sumarísimo, fue condenado a seis años de prisión, siendo confinado en el famoso penal de Burgos como hombre peligroso para la patria.
En julio de 1952 salió en libertad condicional, tomó contacto con el PCE y continuó trabajando en la clandestinidad hasta la legalización del partido en 1977.
Felipe Matarranz, El Lobo —nombre que se le acuñó en un pasaporte falangista falso: José Lobo—, trabajó como encargado en la empresa Dragados y Construcciones, a la que se incorporó en 1960, ascendiendo a encargado general. Tras jubilarse, regresó a su pueblo natal de La Franca, ingresando posteriormente, ya a avanzada edad, en una residencia de Colombres.
En 1987, Matarranz publicó en Cuba con éxito su biografía, bajo el título Manuscrito de un superviviente. También es autor del libro Hay muchos Cristos, editado en Francia en 2004, donde narra sus vivencias en el bando antifranquista durante la guerra civil y la posterior dictadura, con el propósito de que se oyese la voz de los perdedores tanto tiempo ahogada, de recordar el rostro horroroso del franquismo, de denunciar falsedades históricas y de que las nuevas generaciones no se olvidasen de la lucha que sus antepasados libraron.
5. ÁNGEL ÁLVAREZ FERNÁNDEZ.
117 Impasse du Mas Blanc. 30380 Saint Christol-les-Ales. Francia.
Morea d`Ayer, 1922. Sus padres emigran a Francia en 1928. Su padre, Amador, volverá a Asturias a luchar en la Revolución de 1934 y en la Guerra de España, en la que resulta muerto. A los 15 años empieza a colaborar con la Resistencia. Realiza sabotajes en vías de ferrocarril y puentes. Lleva a cabo tareas de recuperación en Ayuntamientos (de tickets de comida para la Resistencia en época de racionamiento ) y golpes económicos. También realiza ajusticiamientos urbanos de torturadores, colaboracionistas y oficiales alemanes. Es detenido y condenado a muerte, pero logra escapar. Vuelve a ser detenido y enviado a Alemania en un tren del que consigue otra vez escapar.
Alterna, por temporadas, la guerrilla urbana con la guerrilla en la montaña.
Participa en la liberación de Montpelier, en la invasión del valle de Arán. Fue deportado a Córcega en la Operación Bolero-Paprika orquestada por el gobierno francés contra el activismo antifranquista. Huye de Córcega y permanecerá años con documentación falsa en París.
Su hermano Sabino fue enviado al campo del Vernet. Su hermano Amador fue detenido y enviado a Dachau. Su hermana y madre fueron enviadas a Ravensbruck. Todos sobrevivieron a los campos nazis. Mientras otra hermana ,Camelia, permanece en la montaña con un grupo de maquisards franceses.
El PCF (Partido Comunista Francés) y los gaullistas (seguidores del general Charles De Gaulle) contactaron con los republicanos en campos como el de Rivesaltes. Allí captaron a combatientes como Ángel Álvarez, que a las órdenes del comandante Juan de Ricardo, trató sin éxito de iniciar una reconquista republicana a través del Pirineo en 1940. Sus méritos al servicio del ejército de liberación de De Gaulle le valieron la condecoración de Caballero de la Legión de Honor, otorgada por la República francesa.
Don Ángel Álvarez. Presidente del Comité de la Unión de la Resistencia Alesiana y Presidente de Honor de la Amicale des Guerrilleros espagnols en Gard y Caballero de la Legión de Honor con título militar.
6. Felipe Martin Pajares.
Oviedo, 1923. Su madre es asesinada por los moros en la Revolución de 1934.
Con 13 años en la Guerra Española, durante el asedio de Oviedo, hace de correo para las tropas republicanas hasta que se forma el batallón Henri Barbusse e ingresa en dicho batallón.
Sufre los campos de concentración franceses (Campo de Saint Cyprien).
Trabaja en en las Compañías de Trabajadores Extranjeros en labores de fortificación de la Linea Maginot hasta la caída de Francia, momento en que huye hacia al sur del país donde realiza labores de resistencia mediante sabotajes a ferrocarriles para interceptar los suministros de guerra alemanes o las mercancías confiscadas (cosechas, ropa militar,…) que se trasladaban desde Francia a Alemania para ayudar a ese país al sostenimiento de la guerra. Al terminar la Segunda Guerra Mundial penetra en España en numerosas ocasiones para traer a Asturias propaganda clandestina. Hoy en día dirige el Centro Español de Bayonne.
7. Ángel VILLAR TEJON
Morea d`Ayer. 1922. En nuestra guerra y por su juventud fue destinado a labores de conductor. En el exilio trabaja para la organización Todd (servicio de trabajo obligatorio alemán) en la construcción de base submarina alemana de Burdeos. En la base submarina realizará sabotajes junto a otros compañeros, además de otras labores en el exterior de la base. Su hermano Tomás lucha, mientras tanto, en el maquis armado hasta el final de la guerra.
8. Alfredo Rotella MORÁN.
Sama de Llangréu, 1922. Su padre participa en la Revolución de 1934 y muere en la Guerra de España. Con la caída de Asturias es evacuado en barco con otros niños a Burdeos y de Burdeos trasladado a Cataluña que aún es zona republicana. Una vez en Francia se resiste a trabajar para la organización Todd (servicio de trabajo obligatorio alemán) y es llevado al Campo alemán de concentración de Buchenwald. Ha recorrido los colegios e institutos franceses hablando de su experiencia.
9. ÁNGELES ÁLVAREZ FERNÁNDEZ.
Morea d´Ayer, 1928. Hermana de Angel ALvarez. Emigra con 6 meses de edad a Francia. Sufrirá con su madre el internamiento en Alemania en el campo de mujeres de Ravensbruck, colaborando posteriormente con la Resistencia contra los nazis.
10. Gregorio Cenitagoya
Nacíó en San Esteban de Pravia un 3 de abril de 1921. Su infancia, los juegos de niños en aquella playa llamada de «El Garrunchu» y la escuela abandonada debido al exilio del padre y encarcelamiento del hermano mayor al finalizar la Revolución asturiana de 1934.
El compromiso llega con su participación a favor del Frente Popular en la campaña electoral de febrero de 1936. Después sería voluntario en la Guerra de España mientras sus 5 hermanos pequeños eran trasladados a la URSS y viviría todo el dramatísmo de la caída de Asturies, especialmente en las zonas de Avilés, Castrillón y Xixón.
Después de la derrota del Frente Norte buscó, como tantos otros, el cadáver de su madre entre los fusilados del pinar de Salinas. Por suerte su madre no había sido ejecutada, estuvo 4 años encarcelada junto a otros dos hijos pequeños al mismo tiempo que Gregorio conocía los campos de concentración y los trabajos forzados.
Junto a su padre, ambos con documentación falsa, recorrerá medio país sobreviviendo gracias a trabajos temporales o practicando el estraperlo. Madrid, Bilbao, Zaragoza, Valencia, Alicante, Sagunto.
Detenciones y más cárceles hasta que un día hace efectiva su incorporación a la guerrilla defendiendo, durante 4 peligrosos años, los postulados de la Unión Nacional Española y organizando la resistencia antifranquista en las montañas de Galiza y Asturies hasta su exilio francés en 1946.
11. Aquilino Gómez
Aquilino Gómez Fernández, a sus 95 años recién cumplidos constituye un acabado exponente de los avatares del siglo XX y un ejemplo de coherencia con unos principios ideológicos que han inspirado toda una vida de luchador. Como militante comunista que sigue siendo al cabo de más de setenta años de su ingreso en el PCE, mantiene actualmente una actividad que le hace publicar ocasionales artículos de opinión en la prensa burgalesa o velar por la memoria de las víctimas de la represión.
Crecido en Gijón, donde sigue residiendo su hermana y la mayor parte de su familia, y trasladado a Oviedo, donde se forma como mecánico ajustador en la Fábrica de la Vega, al estallar la guerra civil y encontrarse atrapado en zona sublevada abandona la ciudad, cruzando las líneas para incorporarse como combatiente en las filas republicanas. Este será el momento de su ingreso en el PCE, a cuyo ideario permanecerá fiel el resto de su vida. Con la caída del frente Norte, logra evacuar a Francia y se reincorpora de inmediato a territorio catalán, prestando sus servicios como trabajador metalúrgico en la construcción de aviones para el Ejército republicano.
Tras encontrarse entre los centenares de miles de combatientes y civiles inmersos en la retirada de Cataluña, va a parar, como tantos refugiados en aquel crudo invierno de 1939, a un campo de concentración en el sur de Francia, de donde logra salir gracias a su condición de obrero cualificado para trabajar en una empresa aeronáutica. En permanente contacto con el Partido, abandona su empleo cuando el curso de la Guerra Mundial hace que la producción de su fábrica se ponga al servicio de la ocupación alemana y pasa, bajo identidad supuesta, a desarrollar trabajos que no entrañen riesgo de colaboracionismo. Al mismo tiempo, desarrolla tareas en el aparato de propaganda de los comunistas españoles en Francia, colaborando en la elaboración de prensa y otros materiales al servicio de la Resistencia.
Tras la liberación de Francia, forma parte de los cuadros políticos que asumen el riesgo de incorporarse a la lucha clandestina y reforzar la resistencia antifranquista en el interior de España. Al cabo de dos intentos fallidos, logra finalmente cruzar la frontera y llegar a Asturias, donde desempeña la responsabilidad de agitación y propaganda en el Comité Regional encabezado por Casto García Roza. Detenido y torturado en Gijón en septiembre de 1946, pasa sucesivamente por las manos de la guardia civil en el cuartel de Los Campos y de la policía en la comisaría de la calle Cabrales (donde muere Casto Gª Roza a resultas de las torturas), ingresa en la cárcel de Oviedo hasta ser juzgado en consejo de guerra en el cuartel de El Milán. La sentencia le impone una pena de 25 años de prisión, a los que se añaden otras dos de tres años cada una en procesos aparte por sus actividades durante la guerra civil y por el paso clandestino de frontera. Permanece recluido en los penales de Burgos y El Dueso hasta diciembre de 1958, manteniendo de forma permanente en el interior de la cárcel una actividad militante como miembro de la organización comunista, en la que asume responsabilidades relacionadas con la solidaridad (reparto de ayudas, organización de las comunas…), la propaganda (difusión de noticias, elaboración de tarjetas postales…) y la formación (servicio de biblioteca, clases para otros presos…). El impenitente lector que ha sido toda su vida encuentra en la cárcel ocasión para completar su sólido bagaje cultural, en buena medida autodidacta.
12. Joaquín Fernandez Fernandez
Nació el 14 de noviembre de 1914 en Polio, Mieres.
En la Guerra Civil de España combatió con la República en los frentes de Asturias y Bilbao. Tras la derrota huyó al monte con su hermano Florentino abatido en el monte en mayo de 1939. Más tarde se uniría a ellos el hermano Miguel que moriría en el monte en un enfrentamiento con la Guardia Civil. Finalizada la guerra en España y viendo cómo la represión destrozaba a la familia, Joaquín y Florentino se presentaron a las autoridades franquistas. Sufrieron cárcel y campos de concentración.
Jose Vitini Florez
Gijón el 12 de junio de 1912. En 1917 la familia emigra a Burdeos regresando a España en 1921 para instalarse en Madrid. El aprendizaje del idioma ayudará a la familia a superar numerosas dificultades en enero de 1939.
José Vitini luchó en la Guerra Española como Guardia de Asalto. Al cruzar la frontera será internado en Argelers. Al salir de allí encontrará trabajo como leñador junto a otros españoles y con sus compañeros de trabajo entra a realizar labores de Resistencia
José Vitini fue Teniente-Coronel Jefe de la 4ª División de la Agrupación de Guerrilleros Españoles que fue formada durante el mes de julio de 1944 agrupando la 7ª, la 9ª y la 11ª. Y junto a la 3ª de l’Ariège y la 26ª lucharon estas tres formaciones hasta la liberación bajo el mando de José Vitini y de Castro.
El Estado Mayor de la Agrupación fue trasladado al Alto Garona, y Vitini instala su puesto de mando en Cadillac y dirige desde el departamento del Tarn las operaciones de las tres unidades secundado por Angel Fuertes, Redondo Castellano y Garcia. Atacaron a las columnas alemanas con las fuerzas francesas del maquis en Castres, St. Pons, Laguépie, Gailac, Montauban, Albi y Toulouse.
Su hermano Luís Vitini luchó a su lado en Francia. Y ambos entrarán en España para continuar la lucha contra Franco.
Luís será fusilado en Barcelona en 1944.
José será fusilado en Madrid en 1945.
Cristino Garcia Granda
Nacido en Ferrero, una pedanía asturiana del concejo de Gozón, residiendo más tarde en el de Castrillón. En 1936 trabajaba como fogonero en el buque Luis Adaro, encontrándose en Sevilla en el momento de la sublevación militar que inicia la Guerra Civil. La tripulación del barco se amotinó, se hizo con el mando y dirigió su rumbo hacia Gijón en zona republicana. Durante la guerra civil participó activamente en diferentes combates alcanzado por sus méritos el grado de teniente en el XIV Cuerpo de Ejército Guerrillero. En 1939, tras finalizar la contienda, se exilió a Francia donde fue internado en un campo de concentración. Durante la segunda guerra mundial participaría en la Resistencia francesa al frente de la 158.ª División de la Agrupación de Guerrilleros Españoles, con el grado de teniente coronel. Dentro de sus diferentes actos en época de guerra se pueden destacar la liberación de presos políticos en Nimes, la toma de Foix, la Bataille de la Madeleine, así como diferentes emboscadas a las tropas alemanas, sabotajes y destrucción de campos minados. Durante su última incursión, él y 28 compañeros más 27 republicanos españoles y 2 franceses, se hicieron con cañones y blindados y un total de 1.400 prisioneros alemanes que se dirigían a París para enfrentarse a las tropas del general Leclerc y su 2.ª Divisón blindada. Sus proezas son de tal grado que Francia le concede el grado de Héroe Nacional de Francia.
En 1944 se integra dentro de los guerrillero españoles cruzando el Pirineo. Santiago Carrillo se reune con ellos para reorganizar el PCE y mandar el asesinato de un compañero de partido. Cristino se niega en redondo. En la primavera de 1945, a partir de la detención y fusilamiento en Madrid de José Vitini y sus compañeros de los cazadores de la ciudad, se dirige a la capital a crear y organizar el Centro General de Resistencia y la Agrupación Guerrillera de la Zona Centro. Tras varios enfrentamientos y golpes contra intereses franquistas, el 18 de octubre de 1945 fue apresado por la policía de Franco.
El 22 de enero de 1946 durante el juicio se define como patriota antifascista con las siguientes palabras: «Sé bien lo que me espera, pero declaro con orgullo que cien vidas que tuviera las pondría al servicio de la causa de mi pueblo y de mi patria […] El fiscal nos llama bandoleros. No lo somos. Bandoleros son quienes nos acusan, quienes martirizan y matan de hambre al pueblo. Nosotros somos la vanguardia de la lucha el pueblo por la libertad. este juicio es una farsa en la que se nos acusa de delitos que no hemos cometido. Pero tenéis prisa por deshaceros de nosotros. No queréis que el mundo vea nuestros cuerpos martirizados. Queréis ensuciar con este juicio el glorioso movimiento guerrillero»
El 9 de febrero de 1946 se le condenó a muerte, junto a nueve de sus compañeros, tras un consejo de guerra sumarísimo. Este hecho generó un gran revuelo político en diferentes países, sobre todo en Francia, cuyo Ministro de Interior interpeló ante la ONU por su liberación. Mientras, Charles de Gaulle (por entonces presidente de la República Francesa) por su simpatía hacia Franco, no hizo nada para parar el asesinato por el temor a los «rojos». En la madrugada del 21 de febrero de 1946 se cumple la sentencia y es fusilado en las tapias del cementerio municipal de Carabanchel Bajo, donde fue enterrado.
La más llamativa fue la declaración suscrita por unanimidad por la Asamblea Nacional Constituyente, donde se afirma que los guerrilleros fueron fusilados por el odio a la libertad que habían defendido en Francia, y se invita al Gobierno a romper con el régimen de Franco: “La Asamblea traduce la protesta de la conciencia francesa ante esta nueva aplicación de métodos de represión condenados por el mundo civilizado










