Una asturiana reclama los restos de su abuelo en el Valle de los Caídos

10/03/2011 por

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Una asturiana reclama los restos de su abuelo en el Valle de los Caídos

Forma parte de la Agrupación de Familiares pro Exhumación de Republicanos del Valle, que pide respuestas al Gobierno central

09.03.11 – 03:13

Las historias, a veces, tienen que empezar dos veces. Bien lo sabe Maribel Luna. Hace unos cuatro años, esta asturiana comenzó una carrera de fondo con una meta en el horizonte: conocer lo que le ocurrió a su abuelo Aquilino Baragaño. Ninguna fotografía y sólo la certeza de que había fallecido en la zona de Belmonte.
Maribel encaminó sus primeros pasos hacia Luis Miguel Cuervo. Éste le asesoró sobre cómo dar con la pista. Así, descubrió que Aquilino había pertenecido al Batallón 210 de Higinio Carrocera y que falleció en la guerra civil, el 22 de marzo de 1937.
Con estos indicios, ambos patearon pueblos en busca de más información. Esta la encontraron en el pueblo de Quintoños. Un vecino les contó allí la historia de ‘Quilimín’, un joven republicano que fue herido en la cabeza y que fue capturado por el ejército nacional.

La siguiente parada de este viaje por la memoria les condujo a Cornellana y Salas. En ambos concejos, tenía Maribel la sospecha de que pudieran estar los restos de su abuelo. No iba desencaminada. Una anciana le explicó que en Salas había un hospital, a dónde fue enviado herido mortalmente. En el registro civil municipal tuvo la confirmación de que Aquilino había pasado allí sus últimas horas de vida.
Sin embargo, en este punto, la investigación se complicó un poco más. A consecuencia de la Guerra Civil y el elevado número de fallecidos, el cementerio del concejo se vio desbordado y algunos muertos, como Aquilino, fueron enterrados en un prado situado en los aledaños. La sorpresa llegó cuando la fosa donde debían estar los restos del abuelo de Maribel estaba vacía.
Este revés no la frenó e, incluso, hizo que aumentara su ansia por llegar al desenlace de lo que hasta entonces entendía que se trataba de un misterio. No tardó en encontrar una respuesta: su abuelo había sido trasladado al Valle de los Caídos. La primera pregunta que se hizo es ¿por qué?
La historia dice que Franco hizo ese mausoleo para honrar a los caídos del bando nacional. No obstante, el retraso que acumuló el final de la obra hizo que la mayoría de las familias de los muertos de ese bando se negaran a trasladar sus restos de donde se encontraban enterrados. Argumenta Maribel Lago que el dictador decidió entonces profanar tumbas y fosas por toda España y levantó cementerios civiles para evitar que el Valle de los Caídos se quedara vacío. Esos muertos le sirvieron, asegura, para rellenar las tumbas del Valle con republicanos.
Según el censo del Valle de los Caídos, sólo entre sus criptas se esconden los restos de 2.234 asturianos muertos durante la Guerra Civil, entre nacionales y republicanos. «La mayoría de las familias no saben que allí están los restos de sus padres, abuelos, etcétera», lamenta Maribel Lago.
Aplicar la ley
Una vez que conoció este extremo, Lago se informó y reclamó los restos de su abuelo esgrimiendo el contenido de la ley de Memoria Histórica, aprobada por el Gobierno socialista. «Dice bien claro -precisa- que el Valle de los Caídos tiene que regirse por las normas de un cementerio público y, por tanto, cualquier persona puede pedir el traslado de restos que se encuentran allí».
La respuesta del Ministerio de la Presidencia llegó el 8 de septiembre de 2010. Ese día, las familias de cuatro fallecidos, entre ellas la de Aquilino Baragaño, fueron invitadas a conocer en primera persona el informe forense donde se ofrecían análisis de las posibilidades de exhumación de los restos localizados en el interior de la basílica.
«Queríamos ver con nuestros propios ojos -explica- lo que están haciendo». Sin embargo, lo que vio no le gustó. «Los llevaron en cajas y ahora sólo se pueden ver trozos de madera. Todos los restos están mezclados», lamenta esta asturiana que hoy sigue esperando una respuesta del Ejecutivo. El pasado viernes recibió una notificación por parte del Ministerio de la Presidencia donde afirma que el informe forense todavía está sin concluir y, por tanto, la «irregular» situación de los restos de su abuelo sigue sin tener una solución. «No es algo imposible», advierte, y lamenta que se haya invertido dinero en este emblemático monumento y no haya fondos para responder a la petición de las familias que han reclamado la devolución de los restos de sus muertos. «Mi abuelo era ateo y ahora descansa debajo de una cruz, donde se dice misa todos los días», apostilla Maribel Lago, que no oculta su ilusión porque su abuelo vuelva a la tierra que le vio nacer.
No quiere esta gijonesa que su petición quede archivada en el cajón del olvido. Su caso no es el único. Más familias se encuentran en la misma situación. Para hacer más ruido y conseguir que su reivindicación tenga suficiente eco, se han unido en la Agrupación de Familiares Pro Exhumación de Republicanos del Valle. «Intentamos que nos den una respuesta y que haya una solución después de tanto tiempo», sentencia.
http://www.elcomerciodigital.com/v/20110309/politica/asturiana-reclama-restos-abuelo-20110309.html
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