Gabriel Alvarez Santullano PROFESOR DE HISTORIA : «La represión de la posguerra trató de matar unas ideas»

02/05/2010 por

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El debate de la Memoria Histórica Los protagonistas (6).Gabriel Alvarez Santullano entró en contacto con el PCE antes de iniciar sus estudios en la Universidad de Oviedo. Sufrió un año de cárcel en la recta final de la dictadura. Su delito, participar en un reparto de propaganda política..

Gabriel Alvarez Santullano PROFESOR DE HISTORIA : «La represión de la posguerra trató de matar unas ideas»

02/05/2010 JAVIER G. CASO

Gabriel Alvarez Santullano, en el salón de su domicilio candasín.
Foto:JAVIER G. CASO

Gabriel Alvarez Santullano tiene 68 años y está prejubilado de la actividad docente tras ejercer como profesor de Historia en Gijón, Avilés y Luanco. Militante del PCE desde antes de iniciar sus estudios en la Universidad de Oviedo. Esa actividad política fue a más durante la década de los 60 en su etapa universitaria.

— Por qué lo encarcelaron?

–Llevábamos tres años organizados y cada vez éramos un grupo mayor y más conocidos. Hubo una filtración. En unas elecciones municipales había que hacer una tirada de panfletos, la organizamos, cubrimos toda la ciudad y la policía nos estaba esperando. Nos acusaron por propagada ilegal y fue un año de cárcel, más multas y esas cosas. Fue en 1967.

— Cómo valora la causa abierta contra Garzón?

–Es indignante e injusto. Sólo trató de dar justicia a unos ciudadanos que se lo piden. Creo que no hizo nada ilegal y cuando le dijeron que por ahí no, se apartó. Lo grave es que otro juez acepte esa acusación.

Cómo valora el papel de la judicatura?

–Es el único sector que no sufrió nada durante la transición. No hubo ni depuración, ni reparación de los muchos jueces que fueron asesinados. El Poder Judicial es el único que no está sometido a ningún control.

— Qué significado tiene lo que quiso investigar Garzón

–Significaba revolver algo que estaba dormido. La ley de amnesia, que no de amnistía, tapó eso y fue concediendo pequeñas reparaciones más o menos marginales.

–La ley de amnistía, fue un punto y final mal entendido?

–En la situación de España lo lógico era que se hubiera amnistiado a los que habían sido condenados. Cómo se puede amnistiar a un torturador de una comisaría si nadie lo condenó?

Se hizo mal la Transición?

Si, aunque tampoco había muchas opciones. Franco fue tan malvado que se murió en el momento oportuno para sujetar a unos movimientos antifranquistas que estaban en expansión. El corsé ya no resistía.

— La represión se circunscribe a la cárcel?

–No. A mí luego me despidieron. Después de la Guerra Civil hubo médicos, profesores o jueces a los que echaron por haber servido a un régimen que era legítimo. Yo fui a la cárcel, cumplí mi condena y empecé a trabajar. Nos organizamos para reclamar derechos de trabajo, de libertad de expresión o enseñanza. A mi mujer y a mí, como a otros. Fui a renovar el contrato al acabar el curso y el Gobernador Civil exigió un certificado de buena conducta que da la policía. Y yo quedé fuera con otros tantos. Así estuve cuatro años. Era una persecución continua para que no vivieses.

— Hubo reparación?

–En la ley de amnistía yo pedí que me considerasen como trabajador los cuatro años que estuve fuera. Y se me concedió. Pero la mayor injusticia para mí fue la de aquellos que sufrieron la represión más dura.

— A quienes se refiere?

–Hablo de la posguerra. Y ese es el núcleo fundamental de la ley de memoria histórica. Siguen en las fosas comunes y nadie los ha sacado. En las guerras hay salvajes de todos los lados, eso no se puede negar. Pero hubo muchas personas normales y corrientes, buenas personas, muchos republicanos, ya no comunistas o socialistas, que eran alcaldes y concejales. Y a esa gente que nunca había matado una mosca se la cepillaron.

— Por qué?

–Se trataba de matar no a un pueblo, sino a unas ideas que estaban en unas personas. Se trataba de que desapareciesen y dejar a sus familiares atemorizados. Y eso está en los textos de Franco, Mola y Queipo.

— Aquello fue un genocidio?

–Sería más bien un ideologicidio, diría yo. Se trataba de erradicar una manera de pensar y entender España.

— Excavar las fosas comunes es revanchismo?

–Ser republicano no significaba ni ser ateo, agnóstico o anticatólico. Muchos eran católicos y esas personas que hubieran querido recuperar sus cadáveres no pudieron y ahora se les ponen infinidad de trabas.

— De qué tipo?

–Hay una ley de memoria histórica y ya vemos lo que cuesta sacar un cadáver. Los jueces, que tienen que estar presentes se lavan las manos, aunque a veces aparece alguno con buena voluntad. Eso es un derecho. Pero es que además muchas de esas personas fueron asesinadas sin injustamente, sin ninguna garantía procesal y eso se debe corregir.

— Habla de una reparación moral?

–No tengo palabras para expresar lo que es la injusticia de que a los defensores de la legalidad los hayan dejado en una cuneta y decir que eso es volver a la Guerra Civil es una falacia total. Si alguien tiene a su padre en una cuneta, cómo no va a pedir que los saquen de ahí?.

— De guerracivilismo nada?

–Es justicia, simplemente.

http://www.lavozdeasturias.es/noticias/noticia.asp?pkid=552447

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