27 DE ENERO, CONMEMORACIÓN DEL 65 ANIVERSARIO DE LA LIBERACIÓN DEL CAMPO DE EXTERMINIO DE AUSCHWITZ POR EL EJERCITO SOVIETICO
27 DE ENERO, CONMEMORACIÓN DEL 65 ANIVERSARIO
DE LA LIBERACIÓN DEL CAMPO DE EXTERMINIO DE
AUSCHWITZ POR EL EJERCITO SOVIETICO
Mª J. Suarez
El 27 de Enero se conmemora el 65 aniversario de la liberación del campo de exterminio de Auschwitz por el ejército sovietico, donde murieron asesinados millones de seres humanos, entre ellos judíos, españoles, gitanos, homosexuales, católicos y de otras religiones, etc.
El campo de Auschwitz se encuentra en Cracovia (Polonia) y se inaugura el 14 de junio de 1940 con 728 prisioneros polacos en la parte de Auschwitz I. El trato recibido es de gran brutalidad que dan origen a situaciones límite. En ese duro invierno de 1940 en que había 8000 prisioneros, de ellos el 10% murieron de hambre y frío a consecuencia de un castigo como represalia por un intento de fuga.
Al año siguiente se construye Auschwitz II Birkenan destinado a albergar la red mayor de comandos de trabajos forzados; más tarde se crea Auschwitz III (Buna-Monowitz). Sus dimensiones son de 40 km2 de superficie, 600 barracones, y 39 campos anexos. El campo I, fue conocido como campo base, el II como campo de exterminio, y los campos III y Auschwitz Monowitz como campos de trabajo esclavo que servían a empresas alemanas como Krupp, IG Farben, y otras.
Al campo de exterminio llegaban 3 o 4 convoyes cada día con 3000 3500 prisioneros al lugar donde se encontraban los hornos crematorios. Se calcula entre junio de 1940 hasta diciembre de 1944 que murieron 4.000.000 de personas, la mayoría judíos. Las instalaciones eran conservadas a punto técnicamente por el comandante Rudoll Hess.
En enero de 1945 y ante el avance de las tropas soviéticas los SS deciden evacuar el campo con 67.000 supervivientes que pudieron emprender la larga marcha que duro por más de un mes en condiciones infrahumanas, sin casi comida, sin ropa, con el frío del invierno, muriendo o siendo despedazados por los perros o asesinados de un balazo en la nuca.
Cuando llegan las tropas de liberación en los barracones había mujeres y hombres agonizantes; 7.000 kilos de cabellos humanos, 35.000 trajes de hombre y 836.000 de mujer. Sólo quedaban 5.000 personas en Auschwitz, muriendo muchas de ellas en los días siguientes a la liberación.
Juan Pagés fue uno de los deportados prisioneros españoles evacuados por los alemanes de Auschwitz cuando fue desmantelado. Tomás Buergenthal era otro de la larga fila de prisioneros; Pagés le iba contando experiencias en la larga marcha entre Auschwitz y Mathausen. Buergenthal lo recoge todo en su libro “Un niño afortunado”.
El 29 de noviembre de 1947, las Naciones Unidas, con los votos del mundo capitalista en perfecto acuerdo, y sin la menor consulta a los palestinos que eran ampliamente mayoritarios, decidió la participación del país en un Estado hebreo y otro palestino. En los choques que se prolongaron hasta 1949; donde 60.000 soldados sionistas veteranos, armados por EE.UU y sus aliados, vencieron fácilmente a 25.000 árabes traicionados por los Gobiernos de Egipto y Jordania (El rey de Jordania había acordado secretamente con Israel repartirse Palestina).
Apenas decretada la participación, se iniciaron las matanzas de palestinos a lo largo de todo el país. El objetivo era desplazar mediante el terror a la población nativa. Al firmarse el armisticio Israel se había apropiado de terreno que no estaba contemplado en el acuerdo de NN.UU, expulsando a los palestinos. Quedaban solo 150.000 mientras 800.000 habían sido echados y convertidos en refugiados en Líbano, Jordania, Egipto y otros países Árabes. El símbolo mundial de esa limpieza étnica fue la aldea de Deir Yassin, masacrada el 9 de abril de 1948, que desencadenó una ola de éxodo masivo de la población aterrorizada. Ese día las tropas Sionistas llegaron al poblado, cuando la mayoría de los hombres estaban fuera en labores agrícolas. Casa por casa, arrojaron granadas o degollaron a los residentes, la mayoría niños, mujeres y ancianos. Doscientos cincuenta cadáveres fueron arrojados a los pozos de agua. Años después, el gobierno de Israel quiso borrar el recuerdo de la masacre, arrasando las casas de la aldea y cambiando de nombre el lugar. Pero un movimiento internacional por la memoria de Deir Yassin se ha encargado de recordar todos los años este crimen.
Los que ayer fueron víctimas se convirtieron en verdugos. Han sabido rentabilizar el Holocausto, su imposición en el mundo capitalista forma parte de una estrategia muy bien organizada, hasta el punto de saber rodearse de otros colectivos que también pasaron por Auschwitz y Mathausen para hacer número en sus celebraciones, ya que la palabra solo es suya, oponiéndose a compartirla, eso sí, siempre queda un espacio para la foto de “familia” por aquello de que nadie duda ya que sean todos lo mismo.
60 años después de la liberación de Auschwiz, el Congreso del Estado español se unió a las ceremonias de desagravio que se celebraron en toda Europa por el Holocausto Judío. Además de las diferentes intervenciones entre otros del que era presidente de la Cámara del Congreso el socialista Manuel Marina. El acto incluyo una ceremonia religiosa judía, en la que el rabino principal de Madrid rezo ante todos los presentes puestos en pie el Kaddish, la oración funeraria judía. También se encendieron seis velas en honor de los seis millones de muertos judíos.
Mientras todo esto pasaba, todavía al día de hoy, este mismo Congreso del Estado español sigue sin condenar el alzamiento fascistas que nos llevo a una Guerra y posteriormente a una Dictadura de más de 40 años. Sigue sin reconocer a los defensores de la II República y olvida interesadamente a todos los asesinados que siguen en fosas comunes.
El Holocausto es posiblemente una de las mayores aberraciones, y de una crueldad tan incalificable que lo único que podemos decir es que parte de la Humanidad fue también asesinada en aquellos campos de Concentración. Pero tendríamos que recordar a la derechona de este país y a los Sionistas, que en España vivimos también un Holocausto donde fueron asesinados miles de republicanos simplemente por defender la Democracia. No hubo una Guerra entre españoles, la Guerra fue de los defensores de la Libertad contra el eje del Nazismo y el Fascismo europeo. De aquellos polvos, vinieron los lodos posteriores, entre ellos el Holocausto Nazi.
Prisioneros en el campo de concentración– AP
Dos víctimas españolas de los campos de concentración nazis declararon recientemente como testigos ante el juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno en el marco de la causa que instruye cuatro ex jefes de las SS, unidad de combate y exterminio del régimen nazi. Ramiro Santisteban y Jesús Tello han recordado las prácticas que sufrieron por parte de los oficiales nazis durante años, aunque no lograron identificarles ante el magistrado
«Lo que más me fastidia es que haya políticos que digan que las cámaras de gas no han existido. Eso es mentira y lo digo radicalmente: las cámaras de gas existieron», ha apuntado Tello en referencia a las declaraciones de políticos como el ultraderechista Jean Marie Le Pen o de miembros de la Iglesia como el obispo Richard Williamson.
La querella está dirigida contra los oficiales de las SS Johann Leprich, Anton Tittjung, Josias Kumpf e Iwan Demjanjuk, pertenecentes al denominado grupo Totenkopf- Sturmbann, o Batallón de la Calavera, y que actuaron entre los años 1942 y 1945 en los campos de concentración de Mauthausen, Sachsenhausen y Flossenberg. En la querella se subrayaba que en los campos de concentración nazis fueron recluidas miles de personas, entre las que había numerosos españoles, que fueron objeto de «torturas, maltratos y abusos» y sometidos «a programas de exterminio diseñados por el sistema nacionalsocialista». (http://www.derechos.org/nizkor/espana/klm/)
Tello, que ahora tiene 85 años y reside en Francia ha recordado cómo a los 17 años fue uno de los 927 españoles que llegaron al campo de concentración de Mauthausen -donde permaneció cinco años- en un tren que partió de la ciudad francesa de Angoulême por orden del gobierno colaboracionista de Vichy.
Ramiro Santisteban, de 87 años, que también llegó a este campo de concentración a los 17 años deportado desde Francia con la connivencia del gobierno franquista, ha lamentado la tardanza en juzgar los hechos aunque ha reconocido la importancia de la investigación. Según ha dicho, sobrevivieron «gracias a la suerte» y a que gozaban de «una buena salud». Santisteban ha denunciado que «siempre» se han sentido como «unos abandonados por España». «Hemos sido siempre los olvidados y lo seguimos siendo», ha concluido.
Más de 4.000 españoles muertos
Según los registros, sólo en el campo de Mauthausen (Austria) estuvieron prisioneros más de 7.000 republicanos españoles, de los cuales murieron más de 4.300. Los cuatro oficiales de las SS contra los que se dirige la querella consiguieron huir tras la Segunda Guerra Mundial y se instalaron en Estados Unidos, país que les otorgó la nacionalidad. Pero en los últimos años los tribunales les han retirado la nacionalidad estadounidense, lo que facilitaría su traslado a España si finalmente fuese solicitada su extradición.
La actuación judicial fue impulsada por David Moyano, que fue detenido cuando combatía contra la ocupación nazi en Francia y que sobrevivió a su internamiento en el campo de Mauthausen; los familiares de Agustín, Marcos y Francisco Puente, que fueron asesinados en Sachsenhausen; los parientes de Donato de Cos, que fue exterminado en Mauthausen; Gabril Torralba, que sobrevivió a los campos de Auschwitz y Mauthausen, y Víctor Cueto, superviviente de este último campo.
Esperamos ver sentados en el banquillo de los acusados a estos Nazis y ver como por primera vez en Europa se condena a alguien por delitos de Lesa Humanidad. Pero también esperamos poder ver en el mismo banquillo aquellos fascistas españoles que asesinaron en nuestro país a miles de defensores de la II República. Muchos de ellos siguen paseando sin ningún problema por nuestras calles a día de hoy.
