La fosa de Caballeros






Felechosa (Aller),
Antonio LORCA
La fosa de Caballeros, en Felechosa, ya está abierta y a la luz comienzan a salir los primeros restos humanos que se atribuyen a los republicanos fusilados en la zona en 1937. Los arqueólogos excavan poco a poco y filtran cada puñado de tierra. Aparecen los huesos que reconstruyen la historia .
«En 1937, cuando comenzó la represión de los traidores a la República en Asturias, en esta zona había muchos republicanos detenidos. Les dijeron que los iban a trasladar hasta Oviedo en dos camiones, pero pararon aquí y les fusilaron». Así explica Javier Fernández, representante del Foro por la Memoria, asociación que está llevando a cabo las labores de exhumación, el momento en el que los cadáveres que ahora salen a la luz fueron abandonados en la zona de Caballeros, en Felechosa.
La cifra de víctimas que se esperan encontrar en esta fosa oscila entre 17 y 20 muertos, según los testimonios que han recogido desde el Foro por la Memoria entre los familiares de víctimas. Muchos de estos familiares se han ido acercando discretamente al lugar de las excavaciones y apoyan que se busquen los restos de sus parientes. De hecho, algunos han mostrado su intención de acercarse hoy y ayudarles con las excavaciones.
Uno de los problemas a la hora de sacar los restos humanos es el de la carretera que hay junto a la fosa. «La vía que hay ahora es tres veces mayor que la que había entonces y las víctimas fueron depositadas en las cunetas, por lo tanto es muy posible que la mayor parte de los restos se encuentren bajo el asfalto», asegura el jefe de la excavación, el arqueólogo Óscar Blázquez.
Capa a capa y filtrando toda la tierra que se va retirando, los arqueólogos, antropólogos, historiadores y voluntarios de las asociaciones Foro de la Memoria y de la Recuperación de la Memoria Histórica de Aller, que están trabajando en Caballeros, han encontrado ya los primeros restos humanos. Caban, retiran la tierra y la pasan por una especie de colador. «Es importante esta labor de filtro de la tierra, se pueden encontrar balas que a la hora de demostrar que se tratan de muertes violentas es muy importante», dice Fernández.
La fosa se localizó gracias a la labor de la Asociación por la Recuperación de la Memoria Histórica de Aller, que aglutina a familiares de víctimas que yacen en Caballeros y a colaboradores. La memoria de los familiares ha sido fundamental para determinar el lugar exacto en el que se encuentra la fosa. Los miembros de esta asociación fueron los primeros que situaron el lugar y pusieron en conocimiento del juez el hallazgo para que ordenara su apertura. Pero el caso se archivó y como la asociación no tenían los medios necesarios para llevar a cabo las labores se pusieron en contacto con el Foro por la Memoria para que tomara la iniciativa de desenterrar los restos.
«Esto no es una excavación arqueológica», puntualiza Blázquez, pero los métodos que se usan sí pertenecen a «una sistemática arqueológica». Es un trabajo minucioso, donde los «tejidos son delicados». «Exhumamos sin hacer levantamiento, esperamos a que venga la Guardia Civil, mantenemos la cadena de custodia para que los restos sean válidos si se llevara a cabo un juicio», explica el arqueólogo.
La intención del Foro por la Memoria es triple, según explica Javier Fernández: reivindicativa, histórica y judicial. Reivindicativa porque consideran que esta labor que están llevando a cabo ellos debería hacerse desde las instituciones. «A mí no me gusta venir aquí a desenterrar muertos pero lo hago porque creo que es necesario y un trabajo que debería llevar a cabo el Gobierno», explica Fernández. Histórica porque, además de las labores de desenterramiento, el equipo que se ha desplazado desde Madrid hasta Aller incluye historiadores, expertos en memoria oral, y es que son muchos los familiares que sospechan que tienen un pariente enterrado allí y que son una fuente de información para el conocimiento de lo que sucedió en aquellos años. La tercera intención es realizar una labor técnica para que los restos que se encuentren puedan luego ser utilizados como pruebas. «Nosotros judicializamos el proceso, certificamos que murieron de forma violenta. Cuando salgan daremos parte al juzgado. Hasta ahora son desaparecidos y legalmente no murieron», dice Fernández. Una voluntaria, María Eugenia Díaz, se acerca al arqueólogo, le entrega un resto y le pregunta: «¿Es piedra o hueso?». Este le responde: «fíjate en las porosidades, es un hueso». La joven voluntaria sonríe y lo deposita con satisfacción junto al resto.
http://www.lne.es/cuencas/2009/11/22/memoria-desenterrada-caballeros/837458.html
http://www.rtpa.es/portal/site/rtpa/menuitem.0753e0e414e1eefd9ddbe4f3bb30a0a0/?vgnextoid=8fbda0eb70b15210VgnVCM10000097030a0aRCRD&vgnextchannel=cbd61e54439d9010VgnVCM100000bb030a0aRCRD
http://www.elcomerciodigital.com/20091122/cuencas/queremos-cerrar-nuestra-herida-20091122.html










