Ramón Lluís Bande. J. A. VEGA

Sevilla, J.A.VEGA El director asturiano Ramón Lluís Bande retoma su propuesta de abordar la memoria histórica desde un cine no reconciliado en su documental «El nome de los árboles», que toma el testigo a «Equí y n’otru tiempo», presentada el pasado martes en el Festival de Sevilla. lCon todas las localidades agotadas, su cinta compite en la sección «Resistencias» en la que se muestra el cine más comprometido y arriesgado y en la que se incluye también el documental sobre la Universidad Laboral «La Ciudad del Trabajo» de Guillermo G. Peydró, estrenada el domingo.

«El nome de los árboles» sigue con el recorrido por la memoria política de la izquierda asturiana, sobre todo la de la izquierda comunista durante el franquismo y la Transición, que ha ocupado una parte importante de su filmografía y reflexiones cinematográficas en los últimos años. En esta ocasión hace uso de la memoria oral para presentar una rigurosa investigación de varios crímenes de «fugaos» gracias al testimonio de testigos cuyos recuerdos están a punto de desaparecer. A lo largo de 104 minutos, los espectadores ven y escuchan a las personas de cada pueblo asturiano en el que se cometieron los crímenes, recordando en voz alta el asesinato sin castigar de sus vecinos. El realizador subraya la necesidad de definir sus muertes como crímenes porque «la película demuestra que durante el franquismo, hubo una campaña de exterminio contra estas gentes».

En el encuentro con el público andaluz, el realizador asturiano insistió en definir su obra como «el documento urgente de un acto político radical» y reivindicó la historia oral.