Decenas de personas despidieron en el cementerio de El Peral al histórico guerrillero Felipe Matarranz, fallecido a los 99 años

26/05/2015 por

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«Un revolucionario capaz de dar su vida por la democracia»
Decenas de personas asistieron a la despedida de Felipe Matarranz en el cementerio de El Peral.
Decenas de personas asistieron a la despedida de Felipe Matarranz en el cementerio de El Peral. / G. F. B.

Decenas de personas despidieron en el cementerio de El Peral al histórico guerrillero Felipe Matarranz, fallecido a los 99 años

GUILLERMO FERNÁNDEZ
COLOMBRES

25 mayo 201507:17

 

Decenas de personas acudieron en la mañana de ayer al cementerio municipal de El Peral para asistir al entierro de Felipe Matarranz González, fallecido el sábado a la edad de 99 años en la Residencia Ulpiano Cuervo, el que fue su hogar durante los últimos 21 años. Matarranz estaba considerado como un histórico luchador contra el franquismo y el capitalismo. Participó activamente en la Guerra Civil, recibió una condena a muerte en 1937, de la que fue indultado en 1939, y durante cuatro años, de 1942 a 1946, se convertía en el responsable político de la VI Brigada Guerrillera del Norte, la que mandaba Machado.

Entre los presentes en el entierro se encontraban militantes vascos de la asociación Ahaztuak (Olvidados) 1936-1977, del colectivo asturiano Federación Asturiana Memoria y República (Famyr), y cántabros del grupo de la Asociación de Guerrilleros Españoles (Age). Una ‘dantzari’ vasca, llegada desde la localidad de Baracaldo, interpretó un ‘aurresku’, «un baile ceremonial para personas muy queridas y de reconocido prestigio», según explicó el asturiano Manuel Álvarez, presidente de Ahaztuak. No faltaron representantes del Partido Comunista de España ni miembros de Izquierda Unida. Al final del entierro se cantó la Internacional.

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Juan Cigarría, presidente de Famyr, reconoció en Matarranz a una persona «luchadora y comprometida, que forma parte del elenco de la gente que nunca se vendió». Matizó que había «peleado toda su vida contra el franquismo y el capitalismo» y le definió como «un ejemplo de revolucionario capaz de dar su vida por la democracia».

Manuel Álvarez explicó que Felipe Matarranz había sido «una persona honrada y muy querida» y le calificó como «un referente. Nunca dobló la rodilla y fue fiel a los ideales de la República, la voluntad popular y el compromiso». Concluyó diciendo que Matarranz «vivió 99 años de entrega y militancia con frescura y buen humor».

El joven llanisco Borja Llorente, militante del Partido Comunista que compartió experiencias políticas con Matarranz en las listas electorales «durante 13 años», comentó que el viejo guerrillero «sacó siempre la parte positiva de todas las penalidades que le tocó sufrir» y valoró que «su semilla revolucionaria de cien años todavía sigue germinando».

Por su parte, Alejandro Argüelles, candidato por IU a la Alcaldía de Ribadedeva, cerró el acto.

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