dinamita, hubo mucho drama detrás» El dibujante de Blimea presentó en Sama su novela gráfica «La balada del Norte», que aspira a «ayudar a conservar la identidad» de las Cuencas

14/04/2015 por

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Zapico: «La Revolución del 34 no sólo fue

14.04.2015 | 03:39

Por la izquierda, Alfonso Zapico (firmando un ejemplar de su libro), José Luis Alperi y Pedro Alberto Marcos.

Por la izquierda, Alfonso Zapico (firmando un ejemplar de su libro), José Luis Alperi y Pedro Alberto Marcos. F. R.

M. Á. G. La Revolución de 1934, uno de los pasajes que han marcado la Historia reciente de Asturias, cobra vida en las viñetas de «La balada del Norte», la novela gráfica que el dibujante Alfonso Zapico presentó ayer en la Casa de Cultura de Sama en un acto que congregó a numeroso público. El libro -fruto de un trabajo que se ha prolongado durante tres años y medio, y que tendrá continuidad en un segundo volumen- retrata la actividad minera y la sociedad de las Cuencas de los años treinta que sirvió de caldo de cultivo al levantamiento. A lo largo de los próximos días, el autor de Blimea -ganador del Premio Nacional del Cómic en 2012 y colaborador de LA NUEVA ESPAÑA- llevará su obra a Oviedo, Gijón y San Martín del Rey Aurelio.

Zapico, que actualmente reside en la ciudad francesa de Angulema, una de las mecas mundiales del cómic, reconoció que «me he sentido muy extraño al hacer este libro». La guerra de Crimea, la Palestina de mediados del siglo XX, el Dublín de James Joyce habían sido algunos de los escenarios de sus obras anteriores. Ahora, el libro está íntimamente ligado a sus orígenes. «Llevo muchos años viviendo en Francia y quería regresar a la cuenca a través de la historia que se cuenta y del trabajo de investigación previo. Es una historia que no es sólo para la gente de aquí; se trata de algo universal».

Para el dibujante de Blimea existe una visión algo distorsionada de la Revolución de 1934. «Es difícil dibujar un pasaje como ése. La gente se acuerda de la dinamita, pero si te pones a hurgar en la historia te encuentras también con el drama humano, las consecuencias y la represión. Todavía no llegué ahí, pero creo que me va a costar más dibujarlo que esta primera parte, en la que se habla más de las minas y del trabajo», argumentó Zapico, que añadió: «En cierto modo hay una visión idealizada del 34, pero hubo mucho drama detrás. La gente habla de los dinamiteros, de los moros de Franco y de los clichés, pero luego hay una huella dolorosa que marcó a la generación de nuestros abuelos».

El frente común surgido en el levantamiento de octubre es uno de las claves que Zapico destaca de aquella convulsa etapa histórica. «Hay una imagen del 34 que me llama mucho la atención y que sólo se puede encontrar en Asturias. Esto empezó como una huelga general revolucionaria en toda España, pero fue aquí donde los sindicatos socialistas, anarquistas y comunistas, que se odiaban, firmaron un pacto de alianza. Llegaron a la conclusión de que la gente estaba sometida, llevaba una vida miserable y era necesario buscar una causa común, algo que sólo se dio en Asturias».

En la misma línea, el autor de «La balada del Norte», remarcó que «el 34 no fue tanto una revuelta bélica como la Revolución rusa. Los personajes que dibujo pueden ser cualquiera; son gente que no quieren una revolución realmente, pero tienen una vida miserable, sufren, se dan cuenta de que las cosas van a peor y llegan a la conclusión de que tienen que hacer algo. Es algo universal; cuando alguien vive sometido lo que quiere hacer es liberarse».

Junto al retrato histórico, la obra revela un sustrato social, reflejo de una idiosincrasia sedimentada a lo largo de los años y estrechamente ligada a la actividad minera. «El libro también habla de la identidad, que es la parte que a mí más me interesa. Nosotros, que casi ya no tenemos minas de carbón, conservamos todavía la identidad que hay en estos territorios. Supongo que si el libro está vivo y se lee va ayudar de alguna manera a conservar esa identidad», expuso el autor de Blimea. Y precisó: «En el 34, en la guerra civil, en las huelgas de los años 60 y en las que vinieron después la gente de aquí siempre ha hecho lo mismo. Los mineros, esta sociedad, han ido de derrota en derrota hasta hoy, pero conscientes de que lo que hacían era lo correcto a su modo de ver. Y eso me parece admirable; la victoria es el hecho de reconocerse como colectivo y pelear por algo común».

El acto de presentación estuvo organizado por el SOMA-FITAG-UGT. Su secretario general, José Luis Alperi, agradeció a Zapico una obra que «atrapa viñeta tras viñeta» y que «llega en un momento muy difícil para el sector minero. Evidentemente la Revolución del 34 y las últimas movilizaciones mineras no son comparables, pero comparten esa lucha por la dignidad».

La alcaldesa de Langreo, María Fernández, aseguró que una «etapa histórica especialmente dura para Asturias» aparece «maravillosamente reflejada» en el libro de Zapico. Por su parte, el periodista Pedro Alberto Marcos manifestó la «dificultad» de glosar la ya amplia trayectoria de Zapico y animó a los asistentes a adquirir el libro.

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