Contienda incivil tras la guerra

04/02/2014 por

Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmail

Contienda incivil tras la guerra

Los historiadores Irene Díaz y Eduardo Abad presentan su estudio sobre los efectos de la represión franquista en los concejos de Cangas de Onís y Parres

04.02.2014 | 01:51

Por la izquierda, Irene Díaz, Eduardo Abad y Carmen García, antes de su intervención.

Por la izquierda, Irene Díaz, Eduardo Abad y Carmen García, antes de su intervención. Marcos León

M. CASTRO La represión franquista en Asturias en la postguerra consiguió incluso quebrar los lazos sociales que habían vertebrado zonas rurales en las que antes de la Guerra Civil no se habían producido conflictos destacados por cuestiones ideológicas, como había ocurrido en territorios más industrializados. Esa es una de las conclusiones que se puede extraer del libro «Los xugos pa xuncir, les fleches pa pinchar. Guerra y represión en Asturias: Concejos de Cangas de Onís y Parres (1937-1945), que ayer presentaron en el Club LA NUEVA ESPAÑA de Gijón sus autores, los historiadores Irene Díaz y Eduardo Abad, quienes fueron presentados por una de las prologuistas del libro; la también historiadora Carmen García.

Irene Díaz explicó qué buscaron con este trabajo: Abordar cómo fue la represión en dos pequeños concejos, yendo más allá de las víctimas que cayeron frente a un paredón de ejecución o fueron paseadas, para indagar también sobre «muchas otras que obviamos», como las que sufrieron postergación social y laboral, la confiscación de sus bienes, el no poder acceder a determinados puestos de trabajo, la convivencia con el miedo, el ser proscritos sociales o a los que se les impide dignificar a sus deudos.

Respecto a la represión, la coautora señala que está más documentada en Cangas, donde se hizo a través de la «farsa legal de consejos de guerra» que en Parres, donde fue una violencia irregular, sin que los vencedores trataran siquiera de revestirla de legalidad.

Los autores también bucearon en los datos sobre víctimas civiles, por ejemplo las que causó el abundante material bélico abandonado por los republicanos en su desbandada ante el avance de las tropas franquistas que entraban desde Cantabria. También han elaborado un mapa de fosas de combatientes, soldados republicanos dado que los vencedores de la guerra se encargaron de recuperar a sus muertos. Muchos de esos soldados republicados están en fosas comunes en cementerios, otros «quedaron en los campos de batalla y fueron los vecinos quienes les dieron tierra y se ocuparon de dignificar esos espacios anónimamente», apuntó Díaz.

Por su parte, Eduardo Abad criticó que se les niegue a las víctimas de la represión franquista el mismo estatus que a las víctimas del terrorismo, aplicando el derecho penal internacional. También apuntó que «estos dos concejos no son especialmente llamativos por haber sufrido la virulencia revolucionaria de octubre del 34 o bajo el gobierno del Frente Popular», lo que habría explicado la represión posterior por un afán de venganza.

Los autores hilvanan su análisis a partir de los datos que han recopilado de bases de datos y mapas de las fosas comunes, testimonios orales y documentos de consejos de guerra en ambos concejos, labor en la que han contado con apoyo de voluntarios.

Carmen García calificó la labor de ambos autores de «análisis fino» y recordó que tras la guerra el ejército era el brazo armado de la represión, «pero nunca actuó solo, sino que encausaba a través de denuncias de la población civil. La delación proviene en su mayor parte de vecinos, parientes, supuestos amigos, autoridades y traidores», una delación de la que en los primeros años de la postguerra alardeaban los que la hacían «con impunidad absoluta».

Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmail
Facebooktwitterlinkedinrssyoutube

Comentarios

comentarios