Oviedo olvida al socialista que se hizo en Bilbao
Oviedo olvida al socialista que se hizo en Bilbao
Asturias obvia el recuerdo a la figura de Indalecio Prieto cuando se cumplen 50 años de su muerte en el exilio
Patxi López, junto a Rodolfo Ares y Ricardo Miralles, inauguran la exposición. Efe/
El dicho popular dice que los de Bilbao nacen donde les da la gana. Indalecio Prieto, el histórico líder del socialismo vizcaíno, nació en Oviedo el 30 de abril de 1883, como recuerda la placa que luce junto al portal del número 23 de la calle La Magdalena, su casa natal.
A los cincuenta años del fallecimiento de Indalecio Prieto, y mientras en Bilbao el lehendakari Patxi López inauguraba este martes una exposición en su memoria bajo el título Indalecio Prieto en la política vasca (1883-1962) , su tierra natal ha optado por el silencio. Y todo ello a pesar de que, como ayer afirmó el historiador David Ruiz, catedrático jubilado de la Universidad de Oviedo, en Asturias “no ha habido un personaje equivalente a la talla política de Indalecio Prieto, con sus aciertos y sus errores”.
¿A qué se debe que en Asturias nadie haya rendido homenaje a uno de los políticos más notables de la II República española? La explicación puede estar en una trayectoria política más ligada a su tierra de adopción, tal y como explica el catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de Extremadura, Enrique Moradiellos. “En términos históricos, [Indalecio Prieto] es un líder indiscutible del socialismo vasco en esa etapa de arraigo y crecimiento del socialismo en el País Vasco en el último tramo de la Restauración”. Moradiellos, para quien Prieto era un socialista que “creía y defendía que socialistamo y democracia eran compatibles y exigibles ambos”, recordó que el comisario de la exposición es el catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad del País vasco, Ricardo Miralles, autor de Indalecio Prieto, un demócrata radica l, publicado por la Junta General del Principado de Asturias.
Una larga carrera política Siempre partidario del entendimiento político con otras fuerzas políticas, Ricardo Miralles afirma que para Indalecio Prieto la idea de revolución “quedó identificada con la de República”. Hasta el punto, añade el catedrático vasco, de que “para un socialista reformista como Prieto, que siempre rechazó una política de clase, y que nunca fue partidario de las alianzas obreras, la lucha al lado de los republicanos para alcanzar la modernización de España era lo suyo”.
Diputado provincial por Vizcaya en 1911, en 1915 se convierteen concejal del Ayuntamiento de Bilbao. De nuevo diputado en 1918, Indalecio Prieto fue parlamentario de forma ininterrumpida hasta 1923, “en clara oposición al nacionalismo vasco. En este primera etapa, los elementos discriminatorios y peyorativos hacia los inmigrantes, o maquetos, llevaron al socialismo a identificar nacionalismo con antimaquetismo”, subraya Ricardo Miralles.
Firmante del pacto de San Sebastián, preludio del primer Gobierno provisional, con la instauración de la República en abril de 1931, destaca el comisario de la exposición que conmemora el medio siglo de su muerte, Indalecio Prieto “defendió la presencia de los socialistas en el Gobierno de la República como única garantía de su consolidación”. Durante esos años fue ministro de Hacienda y de Obras Públicas, entre 1931 y 1933. Ricardo Miralles destaca el papel jugado por Indalecio Prieto para recomponer las relaciones con el resto de partidos de izquierdas, un acuerdo que permitió la victoria del Frente Popular en las elecciones de febrero de 1936. Ese año Prieto regresaba al Gobierno, con la Guerra Civil ya comenzada, para ocupar las carteras de Ministro de Marina y Aire, y de Defensa Nacional.
Obligado a abandonar España, Miralles destaca cómo Prieto se convierte en el líder “indiscutido de todo el exilio republicano” a través de la Junta de Auxilio a los Republicanos Españoles (JARE). Desde el exilio mexicano “proyectó soluciones de plebiscito e incluso de pacto con los monárquicos liberales, que desgraciadamente resultaron baldías por el nulo respaldo de las democracias. Prieto fracasó en sus iniciativas, y el franquismo le sobrevivió”, relata un historiador como Ricardo Miralles, quien por otra parte alude a sus últimos enfrentamientos con el nacionalismo vasco cuando, en 1943, ordenó la retirada de los socialistas del Gobierno vasco en el exilio.”Conscientes los nacionalists de que un Gobierno sin socialistas sería nulo, firmaron el pacto de Bayona el 31 de mayo de 1945, de contenido claramente republicano. Era la última vez que Prieto dejaba su huella indelebre en el socialismo vasco”. Al año siguiente en el congreso del PSOE, en París es expulsado Juan Negrín, una decisión en la que tuvo mucho que ver Indalecio Prieto, uno de los líderes.
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