Iglesias rompe su silencio

10/10/2011 por

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Iglesias rompe su silencio

REPORTAJE: El ex coordinador de IU insta a la izquierda a dejar de ser «una máquina electoral» para conectar con la sociedad y anuncia una propuesta para crear un museo de la guerrilla

El fundador y ex coordinador general de IU, Gerardo Iglesias, presentó ayer su primer libro en La Tejera como un cálido y sentido homenaje a los guerrilleros que lucharon y dieron su vida por defender sus ideales, especialmente durante los quince primeros años de la resistencia antifranquista en Asturias. JOSÉ VALLINA El fundador y ex coordinador general de IU, Gerardo Iglesias, presentó ayer su primer libro en La Tejera como un cálido y sentido homenaje a los guerrilleros que lucharon y dieron su vida por defender sus ideales, especialmente durante los quince primeros años de la resistencia antifranquista en Asturias. JOSÉ VALLINA

10/10/2011 08:02 / / LA TEJERA (LANGREO)

AJoaquín Fernández, Joaco de Polio, sólo le falla un poco el oído, pero, a sus 97 años, intenta mantener intacta su memoria. Para no olvidar. Para recordar que los ideales por los que luchó contra la represión de la dictadura franquista no se quedaron en las cunetas, donde acabaron cientos de compañeros.

Sentado en primera fila, sonreía orgulloso al ver cómo más de 300 personas aplaudían a Gerardo, el primo de su mujer, cuando explicaba que “todavía dolían las heridas porque no se habían cerrado” y anunciaba que, junto a Eduardo Castiello y Eustaquio Concheso, propondrán al presidente del Gobierno regional, Francisco Álvarez-Cascos, la creación de un museo de la guerrilla asturiana. Porque ese era el mejor homenaje que les podía rendir, a él y a todos sus compañeros guerrilleros fallecidos y a los que se jugaron la vida sirviendo de enlaces con los maquis, mientras, emocionado, era abrazado por sus viudas, hijos y nietos en La Tejera. Para él era Gerardo, el hijo de Gumersindo y Priscila. Para el auditorio su nombre llevaba apellido. Era Gerardo Iglesias, la referencia de la izquierda, el secretario general del PCE, fundador y coordinador general de Izquierda Unida (IU) y el minero que, tras un accidente laboral, se retiraba de la primera línea de la vida política y pública de forma discreta, como a él le gustaba.

 

Ayer, Gerardo Iglesias rompía su silencio. Y lo hacía de la mano de Madera Noruega Editores para presentar su libro Por qué estorba la memoria, represión y guerrilla en Asturias (1937-1952), para saldar la deuda que dejó pendiente el Estado democrático. Desde el primer momento, Iglesias impuso su estilo personal porque el acto no era uno más de promoción literaria, ni comercial. “Lo convoco yo personalmente con la desinteresada y entusiasta participación de los vecinos de la Tejera; unos jóvenes que creen que no lo son tanto: Chimo, Carlos, conocido como El Cabritu, Titi, Cundi y Miguel”, abrió el fuego a modo de preámbulo.

A partir de ese momento, sin un presentador al uso – “porque aquí no soy para vosotros un desconocido”, adujo-, Iglesias comenzó a desgranar las razones que le han llevado a recopilar las 22 historias que narra. Historias reales de asesinatos, sufrimiento y dolor que va desglosando aún consciente de que “no escribí para que todo el mundo quede conforme, con el mayor rigor posible y sin la menor intención de herir a nadie, pero sí defender con uñas y dientes su honor”, indicó.

El criterio elegido para seleccionar 22 casos entre centenares de experiencias fue claro: “La cercanía, amistad y conocimiento”. No en vano, muchos de los protagonistas que aparecen en el libro eran vecinos y a otros les conoció porque “me tuvieron en brazos” cuando era un crío y se reunían en su casa. Para todos ellos tuvo un sentido recuerdo y una dedicatoria: a su tío Eliseo, César, Miguel, los Argüelles, Santos, Manolín del Güelu o de Llorío, recientemente fallecido, Pastrana,

Los Gitanos, Los Maricos, los hermanos Rubio, El Raxau, Los Castiellos, Canor, Quintana, Naranjo, Ferla, Zapico, Los Caxigales, Luis Montero, Jacinto, Eusebio Moreno y Rabemón González, el guerrillero que prefirió quitarse la vida al saber que las tropas franquistas le tenían cercado.

Iglesias no descarta poder ir ampliando los relatos “en lo sucesivo” si accede a la información. Porque para él era necesario un libro dedicado especialmente a los guerrilleros que cayeron en los primeros 15 años de la dictadura, cuando se produjo “un auténtico exterminio. Como dejó dicho el general Mola: hay que eliminar a todos los que no piensan como nosotros”, dijo ante un público entregado.

Iglesias quiso dejar claro que su intención a la hora de escribir Por qué estorba la memoria no iba orientada a una finalidad comercial, sino que estaba guiada por el deseo de “revivir un modesto, pero sentido homenaje a las víctimas”, y pedir con ellas “justicia frente al olvido e impunidad que permanece 30 años después de instaurada la democracia”. El mismo Iglesias de la época más combativa de la izquierda resurgía en La Tejera.

Primero para pedir “verdad, justicia y reparación” porque las compensaciones económicas, aparte de mínimas, fueron insuficientes para resarcir sus esfuerzos para establecer una democracia “que no ha sido regalada” y que les “debemucho” a los guerrilleros, apostilló.

Si fue crítico con la deuda pendiente del Estado democrático, no lo fue menos con los partidos de la izquierda, de los que echó en falta el “empuje” necesario para sacar adelante la ley de la memoria histórica, “que ni siquiera lleva ese nombre”, y que fueran más activos para construir esa “memoria colectiva”, a la que apeló en reiteradas ocasiones, para “reparar los hechos que sirve de antídoto y barrera para que nunca vuelvan a repetirse”.

Si le parece “un escándalo” que el juez Baltasar Garzón sea procesado por investigar los crímenes cometidos durante la etapa franquista, no queda atrás a la hora de valorar “como un gran cinismo” que se diga que conviene no remover el pasado “para no abrir heridas, porque no se han cerrado”. Simpatizante reconocido del movimiento 15-M, censuró a Rajoy y Esperanza Aguirre, y pidió a los partidos de izquierda que, en plena crisis, dejen de ser las “máquinas electorales” en las que se han convertido y vuelvan a conectar con la sociedad. Ayer, en La Tejera, empezó el cambio porque Gerardo Iglesias rompió su silencio.

http://www.lavozdeasturias.es/asturias/Iglesias-rompe-silencio_0_569943096.html

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