Asturias despide a Laso, el erudito que luchó por «la libertad del país»

23/12/2009 por

Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmail

Asturias despide a Laso, el erudito que luchó por «la libertad del país»

La Sala de Recepciones del Ayuntamiento de Oviedo acoge hoy una ceremonia civil como último homenaje al filósofo comunista

«Nunca he tenido sentimientos de venganza. En la comisaría de Bilbao me estuvieron torturando durante 22 días, pero no me vencieron». Estas palabras las pronunció José María Laso Prieto en una entrevista publicada en este diario recién cumplidos los 76 años. Dos años más tarde, en 2004, Santiago Carrillo le deseaba que pudiera «vivir muchos años en el ágora, diciendo tus verdades, publicando tu sabiduría y haciendo partícipe de ella a la mayor cantidad de gente posible». Fue el día que el Ayuntamiento de Oviedo, por unanimidad, concedió el título de hijo adoptivo al bilbaíno, que falleció en la madrugada del martes en el hospital Monte Naranco, a los 83 años. Desde 1968 vivía en la capital, en un piso de Ciudad Naranco donde guardaba más de 20.000 libros.

Erudito, luchador, con una gran fortaleza moral y hombre de cultura. Éste era José María Laso Prieto, histórico militante comunista (desde 1947) y filósofo experto en el pensamiento de Antonio Gramsci. La capilla ardiente se instaló ayer en el salón de recepciones del Consistorio ovetense, donde hoy, a las 13 horas, tendrá lugar una ceremonia civil, organizada por el Partido Comunista y ASCIZ.
Fueron muchas las personas que acudieron a decirle el último adiós, desde el delegado del Gobierno, Antonio Trevín, pasando por el alcalde Gabino de Lorenzo o el socialista Antonio Masip, hasta numerosos camaradas, incluso los que se posicionaron en ‘la otra fila’ durante la crisis abierta en IU en Asturias.
Desde la Junta General, el presidente Vicente Álvarez Areces elogió «la coherencia» y «honradez extrema» que mostró Laso a lo largo de su vida. Ambos se conocieron como militantes en el PC en 1972, donde tenían un objetivo común: «Conquistar la libertad para España», dijo.
Encarcelado en tres ocasiones por la dictadura franquista, llegó a estar ocho años en prisión, donde, como narraba, sufrió la tortura por parte de los carceleros. Pero nunca delató a nadie. «Su recuerdo permanecerá en varias generaciones, no sólo por los años de prisión y de trabajo clandestino, sino por el espíritu de apertura que demostró en su larga vida política y como animador principal de Las Cenas de El Fontán, el Club Cultural de la calle Palacio Valdés (…) desde Tribuna Ciudadana, en la Fundación Isidoro Acevedo y en la Fundación Horacio Fernández Inguanzo», recuerda Gaspar Llamazares en una carta enviada a sus familiares (tiene dos hermanos) desde el Congreso de los Diputados. Para la Juventud Comunista de Asturias, Laso será siempre «un eterno referente».
Capilla ardiente
Ayer, a las 14 horas, Francisco de Asís, secretario general de PCA, y Roberto Sánchez Ramos, portavoz de la Asamblea de Ciudadanos por la Izquierda (ASCIZ), fueron los primeros en despedir al filósofo. «Era el hombre amable, que te pedía que te instruyeses». Su memoria, prosiguió Rivi, permanecerá viva en la ciudad.
La consejera Noemí Martín, acompañada por el responsable de IU en Oviedo, destacó su genorosidad, porque «dejó parte de los mejores años de su vida en su lucha por la defensa de la democracia y los derechos de los trabajadores». Martín restó importancia a las diferencias habidas en la crisis de IU: «Los de izquierdas nos peleamos mucho porque defendemos con vehemencia lo que creemos». Laso siempre será «un camarada imprescindible», añadió.
En la capilla ardiente no faltaron tampoco Antonio Masip, quien conoció al filósofo en 1965 en Bilbao en una tertulia en la que también participaban el poeta Blas de Otero y el pintor Ibarrola. «Era un personaje extraordinario, un escritor admirable y un viajero infatigable», recordó Masip, quien gracias a Laso conoció a su esposa.
Por su parte, Juan Benito Argüelles, impulsor de Tribuna Ciudadana, lamentó la muerte del comunista. «Siempre estuvo en la izquierda, respetando todos los valores del humanismo», característica que también resaltó José Manuel Nebot. «Fue un hombre respetuoso con todos los que no pensaban como él, pero no hubo el mismo respeto por la otra parte», criticó.
Sin embargo, camaradas como Celasio Polo, que visitaba a Laso a diario, su secretario Víctor Berzovsky o su vecino Alfredo García no le fallaron en su último tributo.
http://www.elcomerciodigital.com/20091223/politica/asturias-despide-laso-erudito-20091223.html
http://www.lavozdeasturias.es/noticias/noticia.asp?pkid=533126
Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmail
Facebooktwitterlinkedinrssyoutube

Comentarios

comentarios