Memoria histórica: Lo entregaron todo, hasta la vida, a cambio de nada

26/08/2009 por

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Acabada la II Guerra Mundial en 1945, el régimen nazi alemán y el fascista italiano se desmoronan. Sólo queda la España franquista que, tras un breve bloqueo diplomático, se convierte en pieza importante de la estrategia americana de la guerra fría, de Foster Dulles. Con el certificado de la buena conducta del anticomunismo a ultranza, el régimen franquista ha sido insertado en «el mundo libre».


La «legitimidad» política del régimen nace de que ganó una guerra civil que previamente provocó. Una guerra dura, sin cuartel. Tres años de lucha durante los cuales se enfrentaron de un lado las clases dominantes, asustadas de la fuerza y el vigor de un movimiento obrero revolucionario; un ejercito formado en la lucha colonial; una Iglesia inquisidora y feudal. Todos ellos apoyados en la ideología fascista de un pequeño grupo de derechas perteneciente a la oligarquía financiera y a la Falange, que intentaron salvar la Monarquía en 1931.

Estas fuerzas contaron con el apoyo activo de la Alemania nazi y la Italia fascista, que ensayaron a placer las armas que después iban a emplear en los campos de batalla europeos.

Para la clase obrera y los intelectuales europeos, la Guerra Civil española fue símbolo de la lucha contra el fascismo. Muchos políticos de la época e intelectuales participaron con voz propia para oponerse al holocausto que sufría el pueblo español (Brandt, Nenni, Jones, Hemingway, Orwell, Bernanos, Simone Weill). El saldo definitivo de esta tremenda situación: un millón de muertos. Aunque nunca se sabrá con exactitud, se puede hablar de 650.000 muertos y 350.000 exiliados políticos.

La élite política, sindical y cultural perdida para España. El Caudillo es responsable ante Dios y ante la Historia de la ley de Principios del Movimiento Nacional. De todas las leyes que se fueron elaborando y aplicando, hay una que conculcó los derechos más elementales de los españoles. Existe una resolución de la asamblea general de la ONU (13-12-46 ) que dice literalmente: «En su origen, su naturaleza y su conducta general, el régimen de Franco es un régimen de carácter fascista, establecido en gran parte gracias a la ayuda recibida de la Alemania nazi y la Italiana fascista».

Las últimas represiones fueron las que acontecieron del 62 al 73. En el 62 en Asturias, con motivo de la huelga general de la minería; y en el 73 en San Adrián de Besós (Cataluña), en donde muere un obrero de la construcción a las puertas de FECSA, Manuel Fernández Márquez, que reclamaba la entrada al trabajo por un cierre patronal y la negociación de la plataforma reivindicativa elaborada por la asamblea de trabajadores.

Por todo este sufrimiento de nuestro pueblo en el conjunto de España y Asturias, es por lo que exigimos de inmediato la recuperación de la Memoria Histórica, para que se haga justicia a todos aquellos que lucharon por recuperar la libertad y la democracia que actualmente disfrutamos. Todos los españoles y los asturianos tenemos una deuda contraída con esos hombres y esas mujeres que lo dieron todo, hasta sus vidas, a cambio de nada.

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