El acto de inhumación de los restos de la fosa de Cabacheros, ayer, en el cementerio de Moreda. fernando geijo

Moreda (Aller),

C. M. BASTEIRO

Un adiós esperanzado y digno para los restos de la fosa común exhumada en Cabacheros, en la localidad allerana de Felechosa. Las asociaciones Foro por la Memoria y Memoria Histórica de Aller celebraron ayer el acto de inhumación de los cuerpos en una sepultura del cementerio de Moreda. Hubo palabras de apoyo para los familiares y el compromiso firme de seguir luchando por que los cuerpos -que ya se han individualizado con el análisis antropológico- tengan pronto nombres y apellidos.

Con la «Internacional» interpretada al son de la gaita de fondo arrancó el acto. El primero en tomar la palabra fue el alcalde, David Moreno, que animó a los asistentes a «aunar fuerzas y luchar, ahora más que nunca, por los derechos conseguidos. No se puede dar ni un paso atrás». Palabras de ánimo que también fueron compartidas por el presidente de Foro por la Memoria, Javier Moreno, quien aseguró que «Nuestro objetivo ahora es poner nombre a todos los que defendieron la libertad y perdieron la vida por ello». Los responsables de Foro por la Memoria explicaron que los análisis de ADN para identificar los restos «siguen en proceso». Los impulsores de la investigación «están buscando financiación para terminar de cotejar todos las muestras que se han recogido de los desaparecidos y de los familiares que los buscan». Javier Moreno no fue el único responsable de la asociación estatal que viajó hasta Moreda para dar una digna sepultura a los restos de Cabacheros, también asistieron el arqueólogo Óscar Blázquez, la abogada Virginia Díaz y el tesorero de la entidad, Javier Ruiz.

El único proceso completado es la identificación antropológica. Gracias a ello, los restos de Cabacheros pudieron guardarse ayer datados e individualizados, lo que favorecerá también su futura identificación genética. El profesor Ángel Fuentes, que fue el responsable de esta parte de la investigación, también estuvo presente ayer en Moreda junto a algunos documentalistas de la Fundación Domingo Malagón y representantes de IU.

Antón Saavedra, ex diputado del Parlamento asturiano, fue el encargado de cerrar el encuentro. Saavedra aprovechó para dar «un tirón de orejas» a los impulsores de la Ley de Memoria Histórica que encabezó el PSOE cuando estaba al frente del Gobierno central. A su juicio, la Ley «se queda corta». El ex diputado también dio cuenta de que los socialistas «olvidaron durante mucho tiempo a todos nuestros compañeros, quienes perdieron la vida por la libertad, a pesar de contar con aplastantes mayorías absolutas».

Los familiares, sin entrar en polémicas, aprovecharon el encuentro para dejar flores sobre la sepultura. Uno de los más emocionados fue José Manuel Robledal, un allerano que tiene varios familiares desaparecidos. Este vecino aseguró que, cuando muera, «quiero que mis cenizas se guarden también con los restos de Cabacheros». Robledal explicó que dos primos de su madre, de 18 y 19 años, fueron asesinados entonces. También guarda en la memoria a otro familiar fallecido, Florentino Rodríguez Palacios, tio de su padre y primer alcalde de la República en Aller. Su historia es parecida a la del medio centenar de familiares de desaparecidos que ayer lloraron y despidieron a sus muertos. «Ha sido un acto digno, algo que llevábamos mucho tiempo esperando», aseguraron.