LA FEDERACIÓN ASTURIANA, MEMORIA Y REPUBLICA (FAMYR) CONVOCA LA CUARTA EDICIÓN DEL GALARDÓN “RAFAELA LOZANA”

23/02/2024 por

LA FEDERACIÓN ASTURIANA, MEMORIA Y REPUBLICA (FAMYR)  CONVOCA LA CUARTA EDICIÓN DEL GALARDÓN “RAFAELA LOZANA”

¿Quien fue RAFAELA LOZANA?
Fue una madre coraje vecina de la calle Cienfuegos, en El Coto (Gijón), que quería saber dónde estaba su hijo asesinado por el franquismo. Rafaela
Lozana era una de las numerosas madres y viuda de fusilados por la dictadura que visitaban de manera clandestina la supuesta tumba de sus seres queridos en El Sucu, cementerio de Gijón. A escondidas este grupo de mujeres se desplazaban al camposanto para depositar flores en la fosa.
En una de esas ocasiones, las mujeres observaron cómo varios trabajadores, bajo órdenes del gobierno, comenzaban a levantar la fosa y a exhumar huesos.
Aquella visión traumatizo a las mujeres, pero no a Rafaela Lozana, que aquel día inició su lucha para que su hijo recibiera digna sepultura. Cuentan que pasó días y noches ante el Ayuntamiento, porque quería buscar en el cementerio de Ceares. Sin respuesta en Gijón, viajó a Roma, donde consiguió una carta del Papa Juan XXIII; ordenado al obispo que le permitiera acceder al camposanto.
Dice Álvarez que no fue fácil llamar la atención del obispo, pero la carta del
Papa lo consiguió. De ahí la construcción del monumento en la fosa común del cementerio, después de que madre, mujeres e hijas de fusilados “paseados” desenterraran y unirán los huesos de sus muertos. Así, Gijón se convirtió en la primera ciudad española en dignificar una fosa común de represaliados. Este fue el nacimiento del SUCU, lugar de encuentro para recordar, pedir justicia y reparación.

Este premio, de carácter anual, tiene por objeto homenajear la labor de las mujeres o colectivos de ellas, que entregadas a la colectividad luchan por alcanzar en la sociedad, la igualdad, la justicia y la libertad. 

BASES:

1.- Pueden presentar candidatura toda persona, asociación o entidad, que
tenga conocimiento de cualquier mujer o colectivo de mujeres, que puedan ser merecedoras del galardón.

2.- La convocatoria del año 2024 queda abierta desde el día 15 de febrero,
pudiendo presentar hasta las cero horas del 26 de febrero, las candidaturas
deben enviarse por correo electrónico a: famyr@memoriayrepublica.org.

3.- El jurado se reunirá el sábado día 1 marzo viernes, en la sede de FAMYR,
calle Constitución 90, a las 19 horas. Dando a conocer el fallo y el nombre del jurado del este año. Siendo este inapelable

4.- el galardón puede ser declarado desierto si, a criterio del jurado, ninguna candidatura poseyera los méritos necesarios, o conceder ex aequo a petición del jurado

5.- La candidatura debe ser presentada en formato folio DIN A4, con una
extensión mínima de un folio y máximo de dos, por una sola cara, con un
espaciado de 1,50 y letra Arial tamaño 12 de ordenador. Aportando nombre de la candidata o Asociación o Colectivo que trabaje o luche en pro de los derechos de la mujer.

6.- El jurado estará designado por la citada entidad, y se compondrá de
personas relevantes del mundo, social, sindical, educativo y personas de
especial sensibilidad en la lucha de las mujeres.

7.- El hecho de participar en esta convocatoria supone la conformidad absoluta con las presentes Bases y la renuncia a efectuar cualquier reclamación.

8.- Las ganadoras o ganadora, deben recoger en persona el galardón.

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Oviedo. UN CALLEJERO SIN MUJERES PARA UNA SOCIEDAD SIN MUJERES: SILENCIARLAS PARA PODER EXPLOTARLAS.

28/11/2021 por


MARIA DOLORES GONZÁLEZ, ANA SOLIS ROZA, MAR DIAZ, MARIA, DOLORES GUTIERRES SANCHEZ E ISABEL LEMA FERNADEZ




Por enésima vez el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Oviedo, con su
Alcalde Alfredo Canteli, a la cabeza, nos deja una vez más una muestra retorcida, manipuladora e incomparable de violencia machista institucionalizada, tan propia del Partido Popular (PP). Con la retirada del nombre de calles de mujeres, que demostraron en su trayectoria vital valores y meritos abundantes a favor de una sociedad más justa y libre, el gobierno ovetense pretende silenciar la voz de las mujeres, pues el callejero es siempre una expresión de los valores que se pretenden imperen. Y
un callejero sin mujeres no es más que el símbolo de una sociedad donde silenciar a las mismas, para que vuelvan al calor del hogar, de aquella sociedad tan placida, que siguen añorando gran parte de los y las dirigentes del PP, que fue el Franquismo.
La pedagogía, la poesía, la narrativa, el folclore, la historia y otras expresiones culturales y sociales comenzaban a estar bien representadas en el callejero ovetense con estos nombres de personas que el señor Canteli pretende silenciar. Silenciar sus nombres, para silenciar la lucha feminista y dar pasos atrás en la igualdad de género.


Al equipo de gobierno, aunque tardíamente, no le quedaba más remedio que cumplir con la Ley de Memoria Democrática asturiana, que entro en vigor el 1 de Marzo de 2019. Pero con sus decisiones articula un autentico fraude de ley, para no recocer la verdadera historia de este país, donde estas mujeres son parte sustancial. Por ejemplo, intentar ocultar a las “Trece Rosas”, a las que se privo de su vida fruto de la represión sistemática de aquel régimen franquista, hermano gemelo del Nazismo y el Fascismo, no es más que asumir el discurso apologético de su asesinato que tanto le
gusta al señor Ortega Smith.
Casos como el de Matilde García, amiga y colaboradora de Concepción Arenal (primera mujer en acceder a la Facultad de Derecho, viéndose obligada a pasar por hombre), pedagoga de prestigio, periodista, precursora del “Trabajo Social” e impulsora de la primera escuela para mujeres adultas .O el de María Xosefa Canellada, académica de las lenguas castellana y asturiana, escritora y profesora de universidad, que tuvo que interrumpir sus estudios por la guerra, y fue finalista del premio “Café Gijón” en 1954, con una obra llamada “Penal de Ocaña” que la censura intento no pudiera publicarse. Son nombres que se ha ganado, por meritos propios, estar en el
callejero de una ciudad que pretenda mirar al futuro y a lo mejor de nuestra historia.
Como olvidar a Sara Suárez Solís, también docente, catedrática y escritora.
Pese a las enormes limitaciones del Franquismo termino doctorándose en Filología románica, desarrollando una intensa actividad investigadora y una importante creación literaria. También Amparo Pedregal, historiadora por la Universidad de Oviedo, master de género, promotora de la Asociación Universitaria de Estudios de la Mujer. Y como no Gloria Fuertes, poeta de la llamada “Generación del 50”, el que fuera el primer movimiento literario de aquella postguerra incivil. Tampoco quieren a Aurora de Albornoz, escritora, poeta y crítica literaria, y ensayista. Silenciarlas en un callejero de una ciudad que aspira a ser abierta e integradora es todo un insulto a la inteligencia.
Como ciudadanas, con un compromiso con la memoria democrática y los
valores de la ciudadanía republicana, hacemos un llamamiento publico a que los nombres de esas personas no desaparezcan del callejero de Oviedo. Como tales no nos representan las declaraciones del Alcalde Canteli que sigue empeñado, en su sectarismo e ignorancia, en una supuesta comparación de la “España de los dos bandos” y en eso del cansancio que produce “no querer cerrar heridas”. No por habituales dejan de ser cansinas estas palabras de dirigentes del PP negando la mayor que cualquier persona demócrata debería tener claro: La Guerra de España y su posterior dictadura franquista , de cuarenta años, no se superara mientras las mujeres que lucharon por la libertad, la democracia y la igualdad se le intente expulsar del debido reconocimiento publico, para mantener el modelo machista y patriarcal que representaron quienes impulsaron aquel golpe de estado y se beneficiaron del régimen dictatorial que surgió
del mismo.

La memoria democrática es el abono para que germine una democracia plena, y esa democracia no será tal si silencia a las mujeres.

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Convocado II Galardon RAFAELA LOZANA

13/02/2021 por

Convocado II Galardon RAFAELA LOZANA

  La FEDERACION ASTURIANA MEMORIA Y REPUBLICA (FAMYR) convoca la segunda edición del galardón “RAFAELA LOZANO”, con el objeto de distinguir a mujeres o colectivos de ellas, que vinculadas a Asturies, hayan defendido ideas y sentimientos de respeto a los derechos humanos, con el objetivo de consagrar el principio básico de la igualdad, así como conceptos éticos y morales respetuosos con la dignidad de las personas.

Rafaela Lozana, fue una «madre coraje» vecina de la calle Cienfuegos, en El Coto (Gijón), que quería saber donde estaba su hijo asesinado por el franquismo. Rafaela Lozana era una de las numerosas madres y viudas de fusilados por los franquistas que visitaban de manera clandestina la supuesta tumba de sus seres queridos en El Sucu, cementerio de Gijón. A escondidas, este grupo de mujeres se desplazaban al camposanto para depositar flores en la fosa.

En una de esas ocasiones, las mujeres observaron cómo varios trabajadores, bajo órdenes del gobierno franquista, comenzaban a levantar la fosa y a exhumar huesos. Aquella visión traumatizó a las mujeres, pero no a Rafaela Lozana, que aquel día inició su lucha para que su hijo recibiera digna sepultura. Cuentan que pasó días y noches ante el Ayuntamiento, porque quería buscar en el cementerio de Ceares. Sin respuestas en Gijón, viajó a Roma, donde consiguió una carta del Papa Juan XXIII, ordenando al obispo que le permitiera acceder al camposanto. Dice Álvarez que no fue fácil llamar la atención del obispo, pero la carta del Papa lo consiguió.

De ahí nació la construcción del monumento en la fosa común de Ceares, después de que madres, mujeres e hijas de fusilados y ‘paseados’ desenterraran y unieran los huesos de sus muertos. Así, «Gijón se convirtió en la primera ciudad española en dignificar una fosa común de represaliados».

Este premio, de carácter anual, tiene por objeto homenajear la labor de las mujeres o colectivos de ellas, que entregadas a la colectividad luchan por alcanzar en la sociedad, la igualdad, la justicia y la libertad.

Se convocó por primera vez en el 2020, coincidiendo con el primer aniversario de la aprobación de la ley de memoria democrática de Asturies, el 1 de Marzo de 2019. En el 2020 fue concedido a Las trabajadoras del servicio de ayuda a domicilio SAD y a Marian Moreno ( Profesora, sindicalista del SUATEA y que participo en el Programa Skolae, de la Comunidad Foral de Navarra, para aprender a vivir en igualdad. ).

Podrá optar al premio cualquier mujer o colectivo de mujeres cuya candidatura haya sido presentada antes del 25 de Febrero, a las 17 horas, a través de cualquier medio, a la Federación Asturiana Memoria y Republica (FAMYR) (famyr@memoriayrepublica.org), sin perjuicio de las que puedan  presentar las miembros del Jurado el día que se reúna.

            El jurado estará anualmente designado por la citada entidad, y compuesto por personas relevantes en el ámbito de la cultura, el periodismo, la política o los movimientos sociales.

El Jurado se reunirá el 25 de Febrero de 2021, a las 19:00 horas, en los locales del Ateneo Obrero de Xixon, en la antigua Escuela de Comercio de Xixon, Calle Tomas y Valiente. El fallo será inapelable.

            El premio se entregará, también en el Ateneo Obrero de Xixon, el viernes 5 de marzo de 2021, a las 20 horas, en un acto publico de entrada libre (sujeto a restricciones COVID).

JUNTA DIRECTIVA DE LA FEDERACION ASTURIANA MEMORIA Y REPUBLICA (FAMYR).

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Mujeres y Represión franquista: Silenciadas pero no olvidadas

20/07/2020 por

Mujeres y Represión franquista: Silenciadas pero no olvidadas

La Federación Asturiana Memoria y República (FAMYR) acabamos de concluir la primera parte del proyecto Silenciadas, pero no olvidadas. Mujeres y represión franquista en Asturies.

Dicha fase incluye el texto de un libro cuya autora es la historiadora Mónica García Fernández en el que, precisamente, se trata de sacar a la luz los casos de mujeres anónimas cuya libertad, autonomía y, en muchos casos, vida fue cercenada por el aparato represivo del franquismo. Una represión que no solo fue directa, de tipo político, sino que también se desarrolló de manera doméstica, en el día a día, institucionalizada.



Buscamos completar el trabajo con mas documentación: testimonios, fotografias, documentos… todo aquello que nos permita sacar a la luz este episodio negro de nuestra historia y poner en valor su compromiso y su lucha.

Puedes enviarnos toda la información que dispongas a famyr@memoriayrepublica

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La emotiva historia del represaliado del nazismo que volvió con su «asturianina»

08/02/2020 por

La curiosidad de Maribel Luna por saber si Emilio Rodríguez sobrevivió al campo de concentración y si se reencontró con su novia Angelines la lleva a investigar durante casi un año para encontrar a la familia. Alemania devuelve 27 documentos del ovetense que permanecerán en el Archivo Histórico de Oviedo

Carmen Liedo
Redacción 31/01/2020 11:19 h

Hay historias tan reales y emocionantes que harían llorar al pleno de cualquier sala de cine sólo con que el director responsable de convertirla en película sea fiel a lo acontecido entre una «asturianina» y una víctima nazi que pasó algo más de dos años en campos de concentración alemanes. La intriga en torno a esta historia surgió por un artículo publicado en La Voz de Asturias hace casi un año: «De tu asturianina que te quiere». El titular era parte de la dedicatoria que una mujer gijonesa, Angelines, hacía en el reverso de una foto a su novio Emilio. 

Esa fotografía formaba parte de los 27 documentos que el Servicio Internacional de Búsqueda (ITS) de Alemania quería devolver a la familia de Emilio Rodríguez, uno de los 69 españoles presos en campos de concentración nazis a cuyos familiares o conocidos busca ese departamento para hacerles entrega de efectos personales que les confiscaron o perdieron durante la dictadura de Hitler. El historiador gijonés Antonio Muñoz, de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, hizo de conexión para intentar localizar a familiares a los que devolver los objetos personales de los españoles pero, como en el caso de Emilio, de algunos solo se conoce la procedencia. Así que la búsqueda podía ser larga y compleja para, quizás, acabar siendo infructuosa.

27 fotos para llegar a la familia de una víctima del nazismo

«De tu asturianina que te quiere»

Elena G. Bandera

¿Quién era esa Ángeles o Angelines que firmaba algunas de las fotos? ¿Y quién era Emilio Rodríguez? ¿Por qué se fue a Alemania en tiempos tan convulsos? ¿Por qué fue detenido? ¿Habría sobrevivido Emilio a los campos de concentración en los que estuvo? ¿Se habría vuelto a reencontrar la pareja de enamorados?… Todas esas preguntas surgieron en la cabeza de Maribel Luna Baragaño cuando leyó el reportaje y observó las imágenes que también se publicaban de los documentos que Alemania quería devolver: fotografías de algunos de sus familiares, de su novia Angelines, un permiso de conducir… «Tengo que saber cómo acaba la historia», pensó Maribel, la misma que desde hace más de una década lucha por sacar del Valle de los Caídos los restos de su abuelo, Aquilino Baragaño Montes, El Ruiseñor de Langreo.

«Tengo paciencia y soy cabezona», reconoce Maribel Luna, que tras contactar con Antonio Muñoz, hacer un árbol genealógico, revisar mucha documentación y buscar por los apellidos tirando por una de las ramas familiares, consiguió contactar con un sobrino de Emilio Rodríguez. Éste, con más de 80 años, desconocía la historia de represaliado de su tío y, aunque no le pudo aportar mucha información, sí le sirvió para saber que Emilio había sobrevivido al campo de concentración. Le explicó que le había conocido en Palencia, que vivía en Oviedo y que cuando los visitaba en esa provincia castellanoleonesa iba con un niño.

Eso fue suficiente para que Maribel Luna siguiera indagando. «Escribí al Registro Civil y al Cementerio de Oviedo preguntando si tenían algún Emilio Rodríguez Pérez», explica sobre los pasos que siguió hasta que en el cementerio le confirmaron que tenían un registro pero que no podían asegurar que fuera la tumba del hombre que estaba buscando. Fue la partida de defunción la que le dio la pista definitiva: «ponía que tenía una hija, y pensé que si vivía, podía encontrarla».

Así, Maribel Luna cambió el objetivo de búsqueda y tras indagar incluso a través de las redes sociales, encontró el teléfono de María Isabel Rodríguez, coincidentemente, conocida también como Maribel. «El día que la llamé le pregunté si su padre era Emilio y su madre Angelines, y cuando me dijo que sí me eché a llorar. No sabía por donde empezar a explicarle…», comenta Maribel Luna, que a partir de ese momento ha mantenido el contacto con la hija de los protagonistas de la historia hasta llegar a conocerse un día en Oviedo, donde vive.

Maribel Rodríguez ha desentramado la historia en la medida de lo que ella conocía, lo que su padre y su madre le habían contado de aquellos difíciles años en los que estuvieron separados y con la incertidumbre de cada uno de qué sería del otro. «Ella nos contó a Antonio Muñoz y a mí que Emilio era el novio de Angelines y que él se había marchado a trabajar a Alemania, quedando ella de novia  aquí en Asturias. Después de los dos años y pico que él estuvo en campos de concentración y recuperándose de una enfermedad en París, volvió y se casó con Angelines, tuvieron dos hijos y fueron felices toda la vida», traslada Maribel Luna satisfecha de haber conseguido desvelar «una historia emocionantísima, una historia de amor preciosa que se ha podido conocer gracias a aquel reportaje de La Voz de Asturias» y a pesar de que la hija de Angelines y Emilio no lo vio cuando fue publicado.

Emilio y Angelines,  juntos, en una de las 27 fotografías que el primero llevaba cuando fue detenido en Alemania y que han sido guardadas hasta ahora para poder devolverlas a sus familiares.

Una búsqueda que ha dado «vida a las fotos»

En lo mismo incide el historiador gijonés Antonio Muñoz: «si no hubiera sido por el reportaje, no la hubiéramos encontrado», aunque el mismo también reconoce el tesón de Maribel Luna para durante casi un año no cesar en una búsqueda que se antojaba muy complicada para «dar vida a esas fotos».

Encontrarla ha servido para conocer la vida de Emilio Rodríguez Pérez, por qué acabó en el campo de concentración de Buchenwald y después trasladado al de Dachau, aunque siempre en la medida de lo que él quiso a su familia, que parece ser que no fue mucho. «La hija si nos contó que alguna vez tenía pesadillas y se despertaba con sudores», señala Antonio Muñoz.

El historiador gijonés cuenta que la historia de Emilio Rodríguez empieza en la dictadura franquista, «aunque no está claro qué hizo en la Guerra Civil, parece ser que combatió contra Franco pese a ser su padre un alto cargo de la policía al que mataron en Sama de Langreo». «Debió combatir contra Franco porque pasó por un campo de concentración en Valencia y en 1939 lo liberaron. Posiblemente se acogiera a algún programa de rehabilitación de presos. Estuvo reparando infraestructuras y máquinas, y en 1941 quedó libre. Se movía por Oviedo, León y Palencia, donde estaban sus hermanos. En Oviedo conoce a Angelines, que era la hija de un señor de negocios, porque parece que Emilio es un señor que no vive mal. Entonces, ¿por qué se fue a Alemania? La hija nos contó que se fue a estudiar, pero hubo mucha gente que emigró voluntariamente a trabajar al Consorcio de Industrias Químicas», deduce Antonio Muñoz.

La hija de Emilio Rodríguez apunta que fue por «comentarios contrarios a Hitler» en un bar por lo que su padre fue detenido tras ser denunciado. Según los archivos del campo de concentración de Buchenwald, Emilio fue arrestado el 23 de febrero de 1942 en Bitterfeld, e ingresó en Buchenwald, según la ficha que se le abrió en el propio campo de concentración, el 4 de marzo de 1942. En ese documento también consta que fue trasladado al campo de concentración de Dachau el 6 de abril de 1943 y que le devolverían a Buchenwald el 5 de diciembre de 1944. A partir de ese momento, se le pierde la pista documentalmente hablando, aunque Maribel Rodríguez ha contado que después Emilio estuvo en París curándose de una infección importante que había contraído, tras lo cual volvió a España y se casó con su novia Angelines, con la que tuvo dos hijos y una vida dichosa. «Ha sido muy importante dar con su familia porque se ha dado sentido a las fotografías», aplaude Antonio Muñoz.

En los años 70, logró que Alemania le indemnizara tras reconocerle como víctima de la dictadura nazi. Sin embargo, Emilio Rodríguez falleció en 1998 sin haber conseguido recuperar las pertenencias que tanto reclamó durante su encarcelamiento. Ahora, tras localizar a su familia, aquellos 27 documentos que se llevó a Alemania y que «cuentan su vida antes de irse a ese país» vuelven a Asturias y formarán parte del patrimonio de la región. Su hija Maribel Rodríguez ha decidido donarlos al Archivo Histórico de Oviedo coincidiendo con los actos organizados en este espacio con motivo del Día Internacional de las Víctimas del Holocausto.

https://www.lavozdeasturias.es/noticia/asturias/2020/01/30/emotiva-historia-represaliado-nazi-volvio-asturianina/00031580412481568574454.htm?fbclid=IwAR0ieW22PPctyVwn_kq8rkUopYEvmSAC-xak_MwnJ2Mg47HN5_m1GIvEEjE

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PRIMER GALARDON RAFAELA LOZANO

08/02/2020 por

PRIMER GALARDON RAFAELA LOZANO

PARA DISTINGUIR A MUJERES, O COLECTIVOS DE MUJERES, DESTACADAS EN LA LUCHA POR LOS DERECHOS HUMANOS.

CONVOCADO POR LA FEDERACION ASTURIANA MEMORIA Y REPUBLICA (FAMYR), SERA ENTREGADO EL 28 DE FEBRERO DE 2020, A LAS 19:00 HORAS EN LA SEDE DEL ATENEO OBRERO DE XIXON, ANTIGUA ESCUELA DE COMERCIO.

            La FEDERACION ASTURIANA MEMORIA Y REPUBLICA (FAMYR) convoca la primera edición del galardón “RAFAELA LOZANO”, con el objeto de distinguir a mujeres o colectivos de ellas, que vinculadas a Asturies, hayan defendido ideas y sentimientos de respeto a los derechos humanos, con el objetivo de consagrar el principio básico de la igualdad, así como conceptos éticos y morales respetuosos con la dignidad de las personas.

Rafaela Lozano, fue una «madre coraje» vecina de la calle Cienfuegos, en El Coto (Gijón), que quería saber donde estaba su hijo asesinado por el franquismo. Rafaela Lozana era una de las numerosas madres y viudas de fusilados por los franquistas que visitaban de manera clandestina la supuesta tumba de sus seres queridos en El Sucu, cementerio de Gijón. A escondidas, este grupo de mujeres se desplazaban al camposanto para depositar flores en la fosa.

En una de esas ocasiones, las mujeres observaron cómo varios trabajadores, bajo órdenes del gobierno franquista, comenzaban a levantar la fosa y a exhumar huesos. Aquella visión traumatizó a las mujeres, pero no a Rafaela Lozana, que aquel día inició su lucha para que su hijo recibiera digna sepultura. Cuentan que pasó días y noches ante el Ayuntamiento, porque quería buscar en el cementerio de Ceares. Sin respuestas en Gijón, viajó a Roma, donde consiguió una carta del Papa Juan XXIII, ordenando al obispo que le permitiera acceder al camposanto. Dice Álvarez que no fue fácil llamar la atención del obispo, pero la carta del Papa lo consiguió.

De ahí nació la construcción del monumento en la fosa común de Ceares, después de que madres, mujeres e hijas de fusilados y ‘paseados’ desenterraran y unieran los huesos de sus muertos. Así, «Gijón se convirtió en la primera ciudad española en dignificar una fosa común de represaliados».

           

Este premio, de carácter anual, tiene por objeto homenajear la labor de las mujeres o colectivos de ellas, que entregadas a la colectividad luchan por alcanzar en la sociedad, la igualdad, la justicia y la libertad.

Se convoca por primera vez este año, coincidiendo con el primer aniversario de la aprobación de la ley de memoria democrática de Asturies, el 1 de Marzo de 2019.

            Podrá optar al premio cualquier mujer o colectivo de mujeres cuya candidatura haya sido presentada antes del 20 de Febrero, a las 17 horas, a través de cualquier medio, a la Federación Asturiana Memoria y Republica (FAMYR), sin perjuicio de las que puedan  presentar las miembros del Jurado el día que se reúna.

            El jurado estará anualmente designado por la citada entidad, y compuesto por personas relevantes en el ámbito de la cultura, el periodismo, la política o los movimientos sociales.

Formarán el Jurado en el año 2020:

A- Concha Masa, ex diputada de IU en el Parlamento asturiano, y ponente de la Ley de Memoria Democrática Asturiana.

B- Rosa Espiño, ex diputada de Podemos en el parlamento asturiano, y miembro de la comisión parlamentaria que redacto la señalada Ley.

C- Azahara Villacorta Sánchez, Periodista del Diario El Comercio.

D-Begoña Serrano, Directora General de Memoria Democrática del Gobierno de Asturias.

E- Eva Fernández, miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Cultural Gijonesa.

F- Lola García, que hará de Presidenta del Jurado, integrante de la directiva de FAMYR.

            El Jurado se reunirá el 20 de Febrero de 2020, a las 19:00 horas, en los locales del Ateneo Obrero de Xixon, en la antigua Escuela de Comercio de Xixon, Calle Tomas y Valiente. El fallo será inapelable.

            El premio se entregará, también en el Ateneo Obrero de Xixon, el viernes 28 de febrero de 2020, a las 20 horas, en un acto publico de entrada libre.

JUNTA DIRECTIVA DE LA FEDERACION ASTURIANA MEMORIA Y REPUBLICA (FAMYR).

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Homenaje a las mujeres represaliadas en Gijon: «A mi madre la mataron porque alguien la vio con un pañuelo rojo y una pistola»

31/07/2017 por

Amparo, ayer, en el paseo del Muro.
Amparo, ayer, en el paseo del Muro. / J. PAÑEDA

Amparo Orejas López es hija de una fusilada durante la guerra civil. Hoy se descubrirá una placa en el Nicanor Piñole

MARCOS MORO GIJÓN.

Cumplirá 81 años el próximo 2 de agosto. Ella insiste en que nació en 1936, pero ni el aspecto físico ni la forma de expresarse concuerdan con lo que se espera de alguien de esa edad. Ella es María Amparo Orejas López, hija de Anita Orejas, fusilada a los 23 años en Gijón tras la entrada en la ciudad de los ‘nacionales’, en octubre de 1937. Vive la mayor parte del año con su marido en Francia, pero cada verano acude a la ciudad en la que se crió con unos feriantes y donde su madre tuvo un trágico y violento final en plena juventud. Hoy será una de las protagonistas durante el acto de homenaje a las mujeres represaliadas por el franquismo que se celebrará esta tarde en el Museo Nicanor Piñole, con el descubrimiento de una placa de recuerdo, y que parte de una iniciativa del grupo de Xixón Sí Puede.

¿Quién fue su madre?

-Anita Orejas. Una mujer natural de Sama de Langreo que fue empleada del hogar en Gijón y entró a trabajar como enfermera en el Sanatorio Covadonga durante la guerra. También fue afiliada al Partido Socialista. A mí me tuvo de soltera. La condenaron a muerte acusada de un delito de rebelión militar. Fue en uno de esos Consejos de Guerra sumarísimos que se celebraron en el Antiguo Instituto. La cogieron los ‘nacionales’ el 1 ó 2 de noviembre de 1937, la metieron en la cárcel de El Coto y a los pocos días estaba fusilada.

¿En qué se fundamentó esa condena?

-En una denuncia. La mataron porque alguien dijo que la había visto con un pañuelo rojo y con una pistola durante la etapa de dominio republicano de la ciudad. ¿Cómo se puede asesinar así a una persona de 23 años? ¿Qué cosa tan mala pudo hacer para calificarlo de rebelión militar? Que yo sepa nunca hizo daño a nadie, solo defendió como pudo sus ideas.

¿Y qué pasó con usted?

-Me crié en Gijón. Fui entregada a otra familia, una pareja de feriantes con un puesto de tiro al blanco que me pusieron a trabajar con siete años. Nunca me reconocieron. Solo fui al colegio (con las monjas del San Vicente de Paúl) tres meses y aprendí a leer con el periódico sola. Mi infancia y adolescencia transcurrieron de feria en feria por toda España con mi familia de acogida, que eran del otro bando, del franquista. La madre del hombre que me recogió era Hortensia Álvarez, que fue presidenta de Acción Católica y murió en una prisión flotante. A menudo la gente trataba de hacerme daño señalándome como «la desgraciada hija de la roja, de la fusilada» pero yo nunca les di el gusto de que me vieran sufrir, porque era y soy muy orgullosa. A pesar de eso siempre me sentí protegida y en cierto modo controlada respecto a mi bienestar. Sospecho que pudo deberse a la buena posición de la familia de mi padre, quien a día de hoy desconozco quién es. A los 26 años me fui a Francia sin saber una sola palabra de francés a buscar empleo y cambié de vida. Allí me casé, tuve un hijo y trabajé para la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

¿Cómo supo de todos los detalles de la historia de su progenitora?

-Yo siempre quise conocer mis raíces familiares, pero hasta 2004 solo tenía poco más que el dato del nombre de mi madre y la referencia de su fusilamiento. La cosa cambió cuando acudí con mi marido, Jean Pierre, a una de las mesas redondas que se celebraban en la Semana Negra. Allí tuve mi primer contacto con Víctor Álvarez, de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, que me facilitó toda la información que hoy en día tengo sobre mi madre. En la documentación que tiene esta asociación no consta que Anita tuviera descendencia, por lo que creen que ella quizás quiso esconderme u ocultarme, siendo yo aún un bebé, cuando iban a juzgarla o fusilarla.

¿Conserva alguna foto de ella?

-Llevo con orgullo los dos apellidos de mi madre, pero tengo la pena de que no he conseguido ninguna imagen de ella en vida, pese a que lo he intentado por todos los medios. Se cometieron atrocidades por parte de los dos bandos, pero sigue habiendo miedo a hablar en contra del franquismo. Ese temor lo he comprobado con los descendientes de los ocho hermanos que tuvo mi madre, actualmente repartidos por toda España. Mi tío, el único hermano de mi madre que quedaba vivo, murió hace poco en Madrid y no quería hablar nada de lo ocurrido con Anita hace 80 años.

¿Qué le parece el homenaje que se le tributará esta tarde a Anita junta a otras mujeres fusiladas?

-Estoy muy contenta. Me considero republicana. Mi madre no hizo grandes cosas. Tenía sus ideas y las defendió como pudo. Yo soy de las que pienso que no hay que estar todo el rato lamentándose del pasado, sino que hay que evitar que ese pasado vuelva a suceder. Y eso se consigue instruyendo y educando a las nuevas generaciones. Hubo gente buena y mala en los dos bandos, pero los que gobiernan actualmente en España no me parecen muy honestos por los casos de corrupción.

¿Espera alguna otra restitución de la memoria de su madre?

-Yo ya no lo veré pero me gustaría que se le dieran sepultura a sus restos y que se juzgaran en algún momento los crímenes del franquismo. Es una vergüenza que exista un lugar como el Valle de los Caídos.

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Marrón: «Me siento orgullosa de mi lucha en la clandestinidad»

15/03/2016 por

La histórica militante comunista, de 90 años, recibió un emotivo homenaje de sus compañeros de partido en Langreo

14.03.2016 | 10:30

Celestina Marrón, de pie, en el centro, es aplaudida al entrar a la Casa de Cultura de La Felguera.

Celestina Marrón, de pie, en el centro, es aplaudida al entrar a la Casa de Cultura de La Felguera. FERNANDO GEIJO

Langreo, M. Á. G. «Me siento orgullosa de todo lo que hice en la clandestinidad. No me arrepiento de nada, sólo de lo que quedó sin hacer». Celestina Marrón Llaneza, histórica militante del Partido Comunista y dirigente de CC OO, recibió ayer el homenaje de sus compañeros de Langreo «por una vida de lucha», primero en la clandestinidad y posteriormente en los cargos orgánicos que le tocó ocupar. Mataron a su padre y a un hermano cuando era una niña de apenas 10 años, el mismo día que quemaron la casa de la familia. Fue cocinera en el pozo Candín, «corresponsal» de Radio Pirenaica, sufrió encarcelamiento, escondió en casa a dirigentes del PC en la clandestinidad perseguidos por el franquismo y jugó un destacado papel en las huelgas mineras de los años sesenta, junto a mujeres como Anita Sirgo o Esther Amaro.

A sus 90 años, Marrón, natural de Lada y residente en Gijón en la actualidad, echa la vista atrás y hace balance. «Hice lo que quería y en lo que creía, tanto en el campo sindical como en lo referente al partido. Siempre estuve en primera fila, como digo yo», indicó la homenajeada, que recuerda sus colaboraciones con Radio España Independiente. «Escribía y mandaba noticias y me prestaba mucho el nombre de corresponsal que me dieron: Amapola asturiana de pura cepa».

El hogar familiar de Marrón también fue refugio de destacados dirigentes del franquismo. «Tuvimos en casa escondido a Ángel León y a Horacio Fernández Inguanzo ‘El Paisano’ alguna temporada». Para Marrón es clave «hablar en las casas de lo que pasó aquella época para que no se repita. Hoy hay muchos chavales que no saben quién fue Franco y lo que hizo».

Angelita Cuevas, secretaria de Mujer del PCE de Langreo, expresó que «desde el Partido Comunista venimos haciendo desde hace años un homenaje a una mujer luchadora y Celestina Marrón, que ha luchado toda su vida, es un buen ejemplo. Es una mujer que nunca ha renunciado a sus ideales tanto en el partido como en el sindicato. Se merecía este homenaje», recalcó.

El acto, organizado por el PCE de Langreo, tuvo lugar en la mañana de ayer en la Casa de Cultura «Alberto Vega» de La Felguera, tras la charla «Liderazgos femeninos en las cuencas mineras», que contó con la participación de Irene Díaz Martínez, responsable del Archivo de Fuentes Orales para la Historia Social de Asturias (AFOHSA) de la Universidad de Oviedo. «Hay que dar visibilidad al papel que jugaron mujeres como Celestina Marrón en contextos muy masculinos. No son unas mujeres que podrían cumplir el arquetipo de feministas, pero cuando protestaban en la calle o protagonizaban encierros estaban transgrediendo roles de género».

http://www.lne.es/cuencas/2016/03/14/marron-siento-orgullosa-lucha-clandestinidad/1896701.html

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