De bandoleros a hijos predilectos de Asturies
Solo Vox vota contra el reconocimiento a los guerrilleros antifranquistas y luchadores de la resistencia francesa José Antonio Alonso, Cristino García y Felipe Matarranz.
11 octubre 2022
20 octubre 2022
La Comisión de Presidencia de la Junta General ha ratificado este martes la concesión del título de Hijos Predilectos de Asturias, a título póstumo, a los combatientes contra el nazismo y guerrilleros antifranquistas José Antonio Alonso Alcalde, Felipe Matarranz González y Cristino García Granda.
La concesión del título, a propuesta de la Federación Asturiana Memoria y República (FAMYR), fue acordada el pasado mes de abril por el Gobierno del Principado y la Comisión de Presidencia ha aprobado este martes el correspondiente dictamen. Solo Vox ha votado en contra. PP y Foro han optado por la abstención.
José Antonio Alonso, el “Comandante Robert”, nació en 1919 en L´Entregu, y falleció en diciembre de 2015 en Francia. Tras combatir en la Guerra Civil del lado de la República española se exilió en Francia. Allí combatió a los invasores nazis y el colaboracionismo francés de ultraderecha. Por su contribución a la resturación de la democracia y la soberanía nacional, fue nombrado caballero y oficial de la Legión de Honor de Francia y caballero de la Legión de la República Polaca.
También recibió la Medalla de Lealtad a la República Española, la Roseta del Primer Orden Nacional Francés y el título de Ciudadano de Honor de la ciudad francesa de Foix, entre otras distinciones.
Por su parte, Cristino García nació en Ferrero, en el concejo de Gozón. Resistente contra el nazismo, fue distinguido como Héroe Nacional de Francia. Tras luchar en la Segunda Guerra Mundial regresó a España para combatir con las armas contra la dictadura. Apresado, fue fusilado el 21 de febrero de 1946 en el cementerio municipal de Carabanchel Bajo.
Felipe Matarranz nació el 2 de septiembre de 1915 en La Franca, en Ribadedeva, y falleció el 23 de mayo de 2015 en Colombres. Luchó en la batalla del Mazucu en defensa de la República, y entre 1943 y 1946 en los montes con la guerrilla antifranquista. Apresado por la Guardia Civil, permaneció en la cárcel hasta 1952. Al igual que Alonso y García fue militante del PCE.
leer másAlemania se desentiende de los crímenes de la Legión Cóndor en Asturias
Una curiosa imagen de Aranda (en el centro) junto a Wolfram von Richthofen, jefe de la Legión Cóndor en España
Responde oficialmente al Gobierno del Principado que no existe «ningún procedimiento, ni siquiera investigaciones preliminares» en este sentido
22 jun 2022 .
Alemania ha respondido a Asturias sobre su petición de información en torno a las actuaciones de la Legión Cóndor durante la Guerra Civil. El pleno del Parlamento instó al Gobierno regional, el pasado mes de febrero, a dirigirse a las autoridades alemanas. Según indica en un escrito la viceconsejera de Justicia, Encarnación Vicente, el pasado 13 de junio se recibió una contestación (en alemán) del jefe de la Oficina Central de las Administraciones Regionales de Justicia para la Declaración de los Crímenes Violentos Nacionalsocialistas de la localidad de Ludwigsburg. En ella indicó que «no hay ningún procedimiento, ni siquiera investigaciones preliminares, sobre los actos cometidos por la Legión Cóndor durante la Guerra Civil Española».
La viceconsejera señala que los alemanes se excusan diciendo que «la investigación de los autores aún vivos es el marco y el mandato exclusivo que determina su trabajo», por lo que «las investigaciones periciales históricas y penales que van allá no son competencia de la Oficina Central, que es un organismo puramente policial». Es decir, que no hay nada ni lo van a iniciar por iniciativa propia.
En opinión del historiador y experto en crímenes de guerra nazis contra españoles Antonio Muñoz, el siguiente movimiento debería partir de las administraciones públicas: «Mientras España no haga nada para reclamar el reconocimiento de las víctimas de la Legión Cóndor, Alemania no lo va a hacer», por lo que urge una reclamación oficial.
Desde los años 60, explica Muñoz, distintos colectivos han venido solicitando de Alemania no solo indemnizaciones, sino documentación sobre los actos de barbarie del III Reich. No es solo el caso de los judíos, gitanos, presos políticos u homosexuales asesinados en los campos de exterminio, sino también de otros muchos crímenes de guerra.
En este sentido, hay países como Grecia, comenta el historiador, que se decidieron a reclamar en épocas relativamente recientes. «Pero España jamás lo hizo, pese a estar bien documentados los actos de la Legión Cóndor durante la Guerra Civil» y el apoyo explícito de Hitler a la sublevación de Franco. Como es sabido, también Mussonlini intervino en el conflicto a través del Corpo Truppe Volontarie (CTV), mientras que Stalin envió un contingente ruso a apoyar a la República.
«No existe reflejo institucional, más allá de Guernica, de las actuaciones de la Cóndor. Los alemanes piensan que todo se reduce a Guernica, y si no hay presión por parte de España, no van a hacer nada», dice Muñoz.
leer másHomenaje a los luchadores antifascistas en El Mazucu
Domingo, 12 septiembre 2021, 00:59
Un año más, El Mazucu acogió ayer un acto de homenaje a los luchadores antifascistas, encarnado en esta edición en Carmina Garrido, Laudelino Suárez Iglesias, la asociación Libres y Combativas y Pedro José Francés. Hasta el alto de la Tornería se desplazaron decenas de personas para participar en el acto.
leer másEl gobierno socialista de Asturies rechaza reconocer institucionalmente a los guerrilleros antifranquistas asturianos
Respuesta de la Consejera de Presidencia, Rita Camblor, del Gobierno socialista asturiano a la petición de reconocimiento institucional de los guerrilleros antifranquistas asturianos:
«el gobierno asturiano NO SE PLANTEA la modificación de la ley»
Cuando estaban vivos, prefirieron darsela a Sabino Fernández Campo o al dueño de ALSA.
Cuando están muertos, «no se plantean» modificar la ley para reconocerlos.
Mientras tanto mas de 500 personas a título individual y Asociaciones y partidos que apoyan la Campaña para que el Principado de Asturias reconozca institucionalmente a los guerrilleros antifranquistas asturianos
AGE (Asoc Archivo, guerra y Exilio)
Asociación Cristino García
Fundacion Juan Muñiz Zapico
Asociación Pozo Fortuna
Asturias Socialista
Agrupación Pozo Grajero
Grupo de Teatro Kumen
Centro de Arte Escenicas «Carlos Álvarez Novoa»
Asociación La Colladiella
Asturias Laica
AFA Fosa Parasimon
13 Rosas Asturias
Tiempo de Cerezas
La comuna-CEAQUA
Plataforma para la defensa de los servicios públicos de Avilés
Fundación Andreu Nin+
Ateneu Republicanu de Llangreu
Ateneo Obrero de Gijón
Izquierda Unida Asturies
Podemos Asturies
Partido Comunista de Asturias
Andecha Astur
Seguiremos peleando para conseguirlo. Mientras tanto, podeis seguir apoyando la campaña pichando AQUI
Si además quereis enviarnos vuestras adhesiones, un mail a: famyr@memoriayrepublica.org
leer másRibadedeva rinde homenaje al guerrillero Felipe Matarranz ‘Lobo’, «un ejemplo de lucha»
En el sexto aniversario de su muerte, familiares y amigos recordaron el legado de un hombre que participó en numerosas batallas del frente norte
L. RAMOS EL PERAL (RIBADEDEVA). Lunes, 24 mayo 2021, 01:16 1
La suya fue una vida «combativa» y, pese a que hace ya seis años que falleció, «el trabajo político que desarrolló durante toda su vida Felipe Matarranz ‘Lobo’ no fue en vano, su mensaje ha germinado». Con estas palabras iniciaba el alcalde de Ribadedeva, el socialista Jesús Bordás, el homenaje que familiares, compañeros y amigos quisieron rendir al histórico guerrillero de La Franca en el cementerio municipal. El regidor, quien mantenía una estrecha amistad con Matarranz e incluso utilizó algunas de las historias que él le contó para su serie de cortos ‘Suerte de poeta’, recordó cómo el homenajeado «siempre transmitía una gran paz y la coherencia de quien defiende a ultranza verdad».
Hijo de minero, sus inquietudes políticas comenzaron bien pronto, primero «en Los Pioneros y más tarde en la Juventud Socialista Unificada, llegando a ocupar el Ayuntamiento de Torrelavega (Cantabria) tras enterarse del levantamiento fascista en 1936 y uniéndose entonces al Ejército Republicano, con el que luchó en casi todas las batallas del frente norte», recordó el secretario del PCE de Asturias, Francisco de Asís. Y recalcó cómo «fue herido en varias ocasiones durante la guerra civil, pero siempre se levantó, igual que resistió las detenciones y torturas».
Reconocimiento
Tanto Asís como sus compañeros Marisol González (Archivo, Guerra y Exilio Cantabria) y Juan Cigarría (Federación Asturiana Memoria y República) lamentaron que Matarranz se fuera «sin el tan ansiado reconocimiento a los guerrilleros» y criticaron que «están en el más absoluto de los olvidos institucionales». «Felipe fue un ejemplo de lucha y dignidad en el frente, en la cárcel y como enlace de la guerrilla», apostillaron.
«Es un orgullo y muy emotivo ver que la gente le sigue recordando después de que él dedicase su vida a los demás», reconocía Salvador Matarranz, hermano del homenajeado. Al acto acudieron también sus sobrinos Salvador, Cristina y Philip Matarranz, quienes aseveraron que ‘Lobo’ fue «como un segundo padre» para ellos y recordaron cómo el compromiso político «era su vida». La cita terminó con los presentes entonando ‘La Internacional’.
leer másOviedo: Un juzgado exige restituir el nombre de 17 calles franquistas
Estas habían sido modificadas por el tripartito en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica
Un juzgado ha requerido al alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, para que antes del próximo 5 de marzo restituya con su denominación originaria las 17 calles con nombres vinculados a la dictadura franquista que fueron modificadas por el gobierno municipal tripartito –PSOE, IU y Somos- en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica.
El titular del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 3 de Oviedo dictó el pasado viernes una providencia por la que deniega cualquier aplazamiento en la ejecución en la sentencia que anuló el cambio del callejero.
Esta sentencia, dictada el pasado 9 de octubre, fue declarada firme después de que el actual equipo de gobierno municipal del PP y Ciudadanos descartara recurrir el fallo. El juez de lo Contencioso daba así la razón al letrado Luis Fernández del Viso en representación del vecino José María Pérez, que demandó a título personal, y de la Hermandad de Defensores de Oviedo. Con este fallo, el juzgado acordaba instar al ayuntamiento ovetense a reponer las placas de las 17 calles con sus antiguas denominaciones y recuperar el uso de los nombres a efectos de notificaciones.
El juez decidió anular el cambio de denominación de las 17 calles al considerar que los actos administrativos en los que se basó el tripartito no era conformes al ordenamiento jurídico ya que el grupo de trabajo constituido para asesorar sobre el cambio y del que formaba parte el entonces alcalde socialista Wenceslao López se había creado «para evitar el pluralismo y dar una apariencia de motivación».
En la providencia del pasado viernes, el juez deniega el aplazamiento en la ejecución de la sentencia solicitado por el consistorio ovetense, a través de sendos escritos remitidos los pasados días 11 y 22 de enero. Además, recuerda a la administración local que el derecho fundamental a la ejecución de las sentencias comprende, como parte integrante de su contenido, la garantía de la inmodificabilidad del fallo.
En la misma providencia requiere al alcalde Alfredo Canteli para que antes del próximo 5 de marzo aporte a los autos la resolución administrativa que acuerde la inmediata reposición del nombre de las 17 calles afectadas por la sentencia, así como el certificado del órgano administrativo que acredite la sustitución de las placas o cualquier elemento material, en orden a hacer pública la denominación original de las calles afectadas. La providencia no es firme y contra la misma cabe interponer recurso de reposición, en el plazo de cinco días, informa Efe.
leer másFallece el dirigente comunista asturiano Fausto Sánchez García (1928-2020)
Su dilatada vida política y humana es una lección permanente de espíritu de sacrificio, humildad, de dotes pedagógicas, de honestidad, de entereza y de coherencia con su militancia comunista.
Benigno Delmiro Coto 02/04/2020
Fausto Sánchez, maestro de comunistas
Fausto Sánchez García habría cumplido el próximo 10 de abril noventa y dos años. En el prólogo a su libro biográfico Fausto Sánchez García. Una vida comprometida con la clase obrera (Ediciones Trabe, octubre de 2019), Gerardo Iglesias escribía:
Un hombre íntegro
Quiero vivir al lado de gente humana, muy humana.
Que sepa reír de sus errores
Que no se envanezca con sus triunfos.
Que no se considere electa, antes de hora.
Que no huya de sus responsabilidades.
Que defienda la dignidad humana.
Y que desee tan sólo andar del lado de la verdad y la honradez. (Mario de Andrade)
Estas palabras del poeta bien pueden servir para definir de algún modo la personalidad de Fausto. Una personalidad forjada en todo tipo de dificultades y sufrimientos. Miembro de una modesta familia trabajadora, tuvo una niñez muy desafortunada. Por su condición social, la escuela le cerró prácticamente las puertas; solo pudo aprender las “cuatro reglas”. Las necesidades económicas le arrastraron tempranamente a uno de los más duros trabajos de la industria: la minería del carbón. Y allá en las entrañas de la tierra encauzaba su innata rebeldía frente a toda injusticia, afiliándose al Partido Comunista. Se trataba de una firme decisión, de un compromiso de por vida con la defensa de los intereses de las clases trabajadoras, la democracia y la justicia social.
A partir de aquí, a un pasado de enormes dificultades presididas por el hambre y el duro trabajo, se sucedía una persecución implacable a manos de la policía política y de los Tribunales del régimen de Franco. Una persecución que le arrastró por la fuerza, reiteradamente, a cuarteles y comisarías, donde sufrió brutales torturas, como él mismo describe en su biografía. Tampoco escapaba a la cárcel, donde pasó algunos años. Y, cuando pudo zafarse de las garras policiales, hubo de asumir largas temporadas de vida clandestina, sin abandonar las tareas políticas que tenía encomendadas, con el riesgo que ello implicaba, ocultándose en casas de confianza y en pajares.
Nació en Riparape, sito a tres kilómetros de Sama de Langreo, el 10 de
abril de 1928. Allí habían levantado sus padres una casa, en el entorno
de la familia de su madre. Compraron una cuadra a sus abuelos y, a
partir de ella, fueron añadiendo las diferentes estancias de la
vivienda. Y, de allí mismo, era también su bisabuela. Ciento treinta
vecinos ocupaban en esa época las treinta casas habitadas. Su padre,
Manuel, había emigrado desde Vilachá, en la provincia de Lugo, en
Galicia, para trabajar como minero en La Nueva (Pozo San Luis). A la
sazón, debía de tener unos dieciocho años y, seguramente, empezaría con
la categoría de guaje (pinche). Fausto se crió con la familia de sus
abuelos maternos. Se llamaban Benjamín y Matilde. Ambos eran naturales
de Riparape. Habían tenido nueve hijos y su madre era la primogénita. La
grey infantil de Riparape la formaban una treintena de niños y niñas.
Al parecer, Fausto era de los más inquietos. Sus abuelos tenían caballos
en la hacienda. El único juguete del que pudo disponer fue un caballito
con una base de madera. Un día muy lluvioso se formó un charco enorme
delante de la casa. Tal como él veía hacer con los caballos de verdad,
llevó el suyo de juguete a beber en aquel estanque. Pero, como era de
cartón, la base se fue rápidamente por un lado y el cuerpo por el otro.
Recordaría ya para siempre la llorera incontenible que le acometió ante
aquel súbito desastre.
Los niños y las niñas andaban entonces descalzos por todos los lados,
incluido el monte. Y las alpargatas, cuando disponían de ellas, eran de
tela y esparto o de goma. Solían durar un mes como mucho, y eso, si se
usaban poco. Para que se conservasen más, jugaban a la pelota con los
pies desnudos. Aquellos balones se hacían con trapos que iban embutidos
en una media o en un calcetín y se amarraban con cordeles. Los pies
siempre estaban heridos por el contacto con las piedras de los caminos,
que eran los espacios utilizados para los juegos infantiles.
Al acabar la Guerra Civil en Asturias, y como aquí se pasaban tantas
penurias, sus padres decidieron que se fuera a vivir un tiempo con la
familia gallega paterna de Vilachá. Allí había boroña, pan abundante,
tocino, manteca, requesón, caldo, cocido, etc. Los jamones y los lacones
se vendían para poder comprar aceite y otras cosas básicas. Así fue
que, a los catorce años, era ya tan alto como lo fuera de adulto. Estuvo
en Galicia desde 1939 a 1944: desde los once a los dieciséis años y
siempre recordaría aquella estancia como una experiencia inolvidable.
A los dieciséis años ya trabajaba dentro de la mina, en el pozo Candín
(Langreo); pero, como no estaba contento con las condiciones de trabajo,
pidió modo como picador en el Pozo Fondón. Siempre tuvo claro, como
principio básico, que tendría que trabajar duro; pero, también, que
debería cobrar el sueldo en correspondencia justa con las labores
realizadas. Allí se topaban con mil problemas: las minas estaban mal
postiadas, había peligro de accidentes, los martillos neumáticos tenían
poca presión, muchísimo polvo, en las duchas el agua estaba fría y los
cristales de las casas de aseo rotos. Se trabajaba con unas alpargatas
que duraban poquísimo, sin calcetines. En la cabeza, una boina. La
lámpara para iluminar en el tajo era de benzina, con una llama diminuta,
que no alumbraba nada: era lo mismo que trabajar a oscuras. Tenía un
vaso para que la llama no saliese e inflamase el grisú. El carbón se
sacaba afuera con mulas y vagones.
Entraba con el relevo de las ocho. Eran unos setecientos obreros. Se
trabajaban todos los días de la semana, excepto los domingos. Su
espíritu inconformista pronto le ocasionó problemas. Y todo porque se
sentía muy mal a gusto con aquellas condiciones laborales lamentables.
Las perchas estaban muy juntas y no había apenas espacio para colocar la
ropa. Se salía mojado y no existía un lugar en donde secar la ropa. Una
sola caldera para calentar el agua, pero que no abastecía a los tres
relevos de cada día. Los que primero llegaban eran los únicos que podían
tener el agua caliente. Así que había carreras para subirse a la jaula
al acabar la jornada.
Y resulta que allí estaban unos compañeros que redimían pena de cárcel
con el trabajo y que, al mismo tiempo, organizaban pacientemente al
Partido Comunista de España. Tenían un tacto comunicativo impresionante:
comentaban cosas sobre lo que se había dicho en Radio Pirenaica o que
si esto o lo otro. Querían proporcionar información fidedigna y luego
que cada cual pudiera tener opinión sobre lo que pasaba alrededor.
Trataban de las reclamaciones profesionales, las libertades
democráticas, las huelgas, etc. Por entonces, todo lo que le decían a
Fausto le sonaba a música celestial.
El primer encuentro que tuvo con el Partido fue en el año 1957. Se
entrevistó con Mario Huerta, a quien llamaban “el hombre del sacu”, como
los que andaban pidiendo limosna por las casas. Se lo presentó Juanín
Zapico, el de la Cantera, que estaba picando en el pozo Fondón. Mario
tenía una gran capacidad política y sensibilidad a raudales. Dormía en
un agujero, de ahí que llevase con él siempre un saco. Se refugiaba
encima de La Nueva, en La Mosquitera. Dormía entre unas rocas en el
suelo.
En aquella ocasión, hablaron más de dos horas. Y lo que hizo Mario, en
realidad, fue examinar a Fausto a fondo. Le hablaba de la situación
política; pero, en lo que más insistía, era en las condiciones de la
vida laboral dentro de la mina, y de eso sí que sabía él bastante porque
lo sufría a diario. Y Mario le dio el visto bueno; porque, desde aquel
momento, ya empezó a adquirir responsabilidades en el Partido y eso ya
para siempre. Lo que le llevó a pasar muchas veces por los
interrogatorios policiales y pasar por la cárcel en dos ocasiones.
En la primavera de 1967, Luisa y Fausto vivían en Francia y ya estaban
decididos a volver a España. Entonces, el camarada Melquisidec Rodríguez
Chaos, responsable del Partido para la emigración, les propuso, asumir
una nueva responsabilidad. Se trataba de un trabajo de gestión dentro
del Club Federico García Lorca de Bruselas. Se iban a trasladar a un
nuevo local, cerca del mercado de los pollos, y se necesitaba una pareja
de camaradas capaces y dispuestos a trabajar allí con dedicación plena
por un periodo de tiempo limitado. Y allí estuvieron hasta mayo de 1968
cuando, con Luisa embarazada, decidieron venir a España a tener a su
hija Katia.
Fausto Sánchez García es una de esas personas imprescindibles, porque le
ha tocado luchar toda su vida y con casi noventa y dos años, no ha
decaído su espíritu de combate en ningún momento. Añade otra cualidad
poco común entre los dirigentes políticos: es, en lo esencial, una buena
persona. Fausto podría perfectamente tomar para sí mismo aquellos
versos con los que se retrataba el poeta Antonio Machado:
Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,
pero mi verso brota de manantial sereno;
y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,
soy, en el buen sentido de la palabra, bueno.
Fausto ha dedicado toda su vida a su ideal, a su partido y, sobre todo, a
las personas menos favorecidas por su posición económica. Por eso de él
nadie podrá hablar mal; ya que su dilatada vida política y humana es
una lección permanente de espíritu de sacrificio, humildad, de dotes
pedagógicas, de honestidad, de entereza y de coherencia con su
militancia comunista.
En la novela del profesor Alejandro Álvarez López, El médico que no quería morir. Vida y muerte de Lodario Gavela Yáñez,
un grupo de milicianos en el frente de Asturias, en plena Guerra Civil,
se preguntan por lo que es la dignidad: “No dejarte morir mientras no
te maten… Quiero decir que la dignidad es no dejar que te pisoteen, ni
que te humillen, ni que te sometan, ni que te avasallen… es rebelarte
contra lo que consideras injusto… se trata de mantenerte en pie mientras
no te maten”. Son palabras que podrían haber sido pronunciadas y, en
este mismo orden, por Fausto.
Pocos dirigentes han estado como él tanto tiempo resguardando el aparato
de propaganda y corriendo, por tanto, los mayores riesgos, cuando la
dictadura golpeaba mucho y fuerte.
En el epílogo del libro biográfico de Fausto, Francisco Prado Alberdi escribió:
La vida de Fausto es una vida “comprometida con la clase obrera”, su clase. Es una vida que nos sirvió de referente a muchos y que debería enseñar a otros muchos: enseñarles a rebelarse, a no aceptar nada como inmutable, a organizarse con los iguales, a luchar contra la indignidad. La vida de Fausto es una vida de acción política. Fausto fue, y sigue siendo, un político, un político que poco tiene que ver con lo que hoy se conoce como tal. Hoy, cuando para muchos la política es una acción institucional, un puesto remunerado, en muchos casos muy bien remunerado, una carrera en la que hay que escalar y, sobre todo, permanecer; hoy cuando la política parece una profesión las vidas como las de Fausto, que hicieron de ella un compromiso, un instrumento para construir un mundo mejor, deben ser un ejemplo y servir de reflexión.
El día del Homenaje que le brindaron sus camaradas, amigos y amigas en
La Felguera, Langreo, el 26 de octubre de 2019, Fausto decía en el
escrito que leyó su nieta Alba Castaño Sánchez:
leer másTodo lo que me correspondió hacer a mí formaba parte de una lucha colectiva en la que yo solo fui un eslabón más dentro de una cadena histórica larga y potente sostenida por el Partido Comunista de España. Hice todo lo posible siempre en todas las fotos para no aparecer en primera fila. Y, cuando dejé todos los cargos de dirección del Partido, me dediqué a vender sesenta periódicos de Mundo Obrero yendo de casa en casa, por una obligación que me impuse a mí mismo como militante de base.
En definitiva, que no era mi vida estrictamente personal lo que había que contar; sino que se trataba de reflejar desde dentro, aunque solo fuera mínimamente, la vida del Partido más combativo de la oposición antifranquista, el de la Reconciliación Nacional, el que tuvo el coraje de condenar la intervención de los tanques soviéticos en Checoslovaquia contra “La Primavera de Praga”, en enero de1968. El mismo Partido que también había logrado la consolidación de las Comisiones Obreras: una fuerza de tal calibre que el penúltimo gobierno de Franco las consideraría el principal enemigo del régimen, muy por delante de todas las demás organizaciones.
No debiera olvidarse jamás la inmensa contribución de los presos políticos: unas personas que eran apresadas, pasaban por las comisarias y sufrían aquellos interrogatorios temibles y las torturas. Eran encarceladas muchas veces en prisiones alejadas de sus hogares lo que obligaba a sus familiares a hacer viajes penosísimos. Pues bien, cuando salían con la condena cumplida, volvían a ponerse en primera fila de la lucha que continuaban. Y este combate fue permanente.
Las mujeres organizaban las familias para repartirse el hambre, es decir, para ayudarse unas a otras entre tantas necesidades. Para ir a los comercios y apuntar en una libreta todo lo que se llevaba fiado con la intención de poder más adelante saldar aquellas deudas. También organizaron comedores para los niños y las niñas. Había que acudir a los centros de trabajo, a la salida de los relevos, a pedir ayuda y, a veces, tenían que soportar escenas desagradables. Para colmo, si necesitaban algún certificado para cualquier cosa, incluso eran maltratadas sin miramiento alguno en las dependencias de la administración.
Sin la ayuda de las mujeres nada se hubiese conseguido. Ellas movían la propaganda y fueron claves en la custodia de las máquinas que la imprimían. Algunas tuvieron que salir fuera de España para aprender a usar las multicopistas, en una época en la que la propaganda del Partido fue seguramente la mayor industria editorial de Asturias. Y los hijos y las hijas metían por debajo de las puertas de los huelguistas los sobres con el dinero que venía de fuera para ayudarlos a resistir, acudían a las manifestaciones y llevaban palos, como le ocurrió un día a mi hijo Florín. Introducían también en las casas las octavillas tanto del Partido como de Comisiones Obreras.