Carmen García y Anita Sirgo,
en el centro, con sus galardones, junto a Aníbal Vázquez, a la derecha, y
otros responsables municipales y miembros de la asociación «Pozu
Fortuna».
Las banderas de la República ondearon ayer de nuevo en el pozo
Fortuna para homenajear a las víctimas de la represión franquista. La
fosa común excavada en lo que fue una antigua mina de montaña cobija una
tumba en la que yacen decenas de personas. Ayer se llenó de flores y de
respeto. El ya tradicional encuentro anual del pozo Fortuna sirvió
también para galardonar a la navarra Carmen García Pellón, quien a sus
90 años sigue luchando para recuperar las tierras que después de la
guerra civil le fueron arrebatadas a su familia.
El padre de García Pellón fue concejal en el Ayuntamiento de Yesa y el
bando nacional lo fusiló. Cuando se nombró nuevo alcalde, éste se quedó
con parte de sus tierras. Hoy, más de medio siglo después, Carmen García
sigue peleando por recuperar esos terrenos y lo hace contra el actual
alcalde, curiosamente, nieto del regidor que le privó de sus
propiedades. «Este caso es una clara muestra de la impunidad con que
actuaron muchas familias que actualmente siguen ostentando el poder y
aprovechándose de sus privilegios para criminalizar a aquellas personas
que defienden y luchan por la verdad», apuntó José María Prieto,
presidente de la asociación «Pozu Fortuna».
El alcalde de Mieres, Aníbal Vázquez, lamentó que se haya tardado 44 años en sacar del Valle de los Caídos los restos del dictador Franco: «No ha resultado nada sencillo y para lograrlo ha sido clave el trabajo de colectivos como el ‘Pozu Fortuna’, cuyo compromiso con la memoria ha logrado que la democracia española sea más justa con aquellas personas que dieron su vida para defenderla de un golpe de estado perpetrado por una camarilla de militares fascistas». El regidor recordó que la familia de Carmen García, además de la irreparable pérdida familiar, sufrió «el rechazo, la estigmación y el expolio de su patrimonio durante la dictadura». El concejal de Memoria Democrática, Sergio Gutiérrez, recalcó que «últimamente escuchamos verdaderas barbaridades que salen por parte de algunos políticos españoles, que se atreven a insultar y manipular la historia sin el más mínimo pudor». En Turón también fue homenajeada ayer Anita Sirgo, histórica comunista langreana.
A continuación, reproducimos el contenido íntegro del escrito que con
fecha 30 de septiembre de 2019 el Colectivo de Entidades Memorialistas y
Republicanas de Asturias dirigió —a iniciativa del Ateneo Republicano
de Asturias— al presidente del Gobierno asturiano, el socialista Adrián
Barbón.
Sr. presidente, las asociaciones memorialistas y republicanas abajo
firmantes nos dirigimos a Vd. con el fin de hacerle las siguientes
consideraciones:
Después de asistir el día 8 de septiembre a la misa solemne en el
templo católico de Covadonga, y tras el correspondiente sermón del
ciudadano Jesús Sanz al que sus feligreses llaman arzobispo de Asturias,
recibió Vd. críticas de parte de diferentes colectivos, especialmente
las feministas. Ello fue motivado por su asistencia como presidente del
gobierno de Asturias a un acto religioso y no cumplir debidamente con la
aconfesionalidad del Estado proclamada en la Constitución y de obligado
cumplimiento especialmente para las autoridades del Estado.
A modo de justificación, en días posteriores manifestó en los medios
que “Covadonga trasciende el ámbito religioso”, sin ser más explícito en
ello.
Puede usted estar en lo cierto, pero ello exige una aclaración. ¿Qué
quiso Vd. decir? Nadie mejor que Vd. para aclarar sus propias palabras.
Porque por nuestra parte entendemos que Covadonga, ciertamente es toda
una construcción ideológica, política y social encubierta con un manto
religioso que es necesario dilucidar. No solamente en qué consiste sino
quién la ha creado y la sostiene y sobre todo a qué intereses sirve.
El fenómeno de Covadonga, Sr. presidente, es un fenómeno cultural y
político sentado sombre unas bases históricamente falsas, como han
probado historiadores rigurosos. Sus componentes actuales (sobre todo el
templo católico) no se remontan más allá del siglo XIX, como muchos de
esos santuarios marianos (Lourdes, Fátima, Sacré-Cœur de París…) que no
son sino la reacción católica a los movimientos republicanos, laicistas y
revolucionarios del citado siglo.
¿Que Pelayo existió? —Ciertamente. ¿Que surgió un estado asturiano?
—Sin duda. Un Estado feudal que sometió durante siglos al campesinado a
la más vil servidumbre. ¿Es esa la trascendencia que Vd. celebra?
¿Celebra Vd., en nombre de todos los ciudadanos de Asturias la llamada
Reconquista, invento así mismo decimonónico que los historiadores
rigurosos rechazan?
Seguro que no. Covadonga no respeta la historia. La interpreta a su
gusto. ¿Para qué? Para propagar el mito nacionalista español: España
nació en Asturias. La Reconquista. Los Reyes (El trono). Y cómo no, el
altar. Gracias a la intervención mágica de una virgen.
Esa es la trascendencia ideológica Sr. presidente: El Trono y el
Altar. La santa unión de la que se deduce que España ha de ser
monárquica y católica. Y esa es la trascendencia a la que Vd. rinde
homenaje el 8 de septiembre.
Covadonga es cultura, pero sobre todo es política, una concepción
política inseparable de la interpretación religiosa. Y así el oficiante
del acto religioso año tras año advierte a las autoridades asistentes
que sus actos políticos deben adecuarse a la visión que la iglesia
católica tiene de España. Y así año tras año la misa en Covadonga
deviene en un mitin de la extrema derecha al que las autoridades civiles
asisten, suponemos, con una complacencia fingida en régimen de
inferioridad.
Y es cultura porque por intereses creados hay que reconocer que sus
artífices han conseguido que muchos ciudadanos y ciudadanas de Asturias,
carentes de conocimientos históricos y huérfanos de la crítica
política, han asumido este rasgo identitario inventado como propio,
aunque vaya en contra de los intereses de la mayoría.
Existen muchos otros rasgos identitarios en nuestra historia para
sentirnos orgullosos. Rasgos, fundamentados en hechos históricos reales,
no en fantasías en las que intervienen fuerzas del ultramundo.
Identidades que benefician a todos y a todas con independencia de sus
creencias y sus ideologías políticas, su extracto social o su sexo.
Nosotros estamos convencidos de que los acontecimientos ocurridos el
25 de mayo de 1808 en Asturias, donde por primera vez en la historia se
proclamó la soberanía del pueblo de Asturias y de España fueron los
primeros pasos hacia la construcción de la democracia. Y en esos hechos
entre el 9 y el 25 de mayo participaron miles de hombres y mujeres de
Asturias.
¿No tiene esto la suficiente entidad para que sea reconocido como el
día de Asturias? ¿No debería Vd. como presidente de un gobierno
democrático rendir honor a los héroes que iniciaron el camino de la
democracia y no la asistencia al conglomerado político religioso que
justifica la unión del trono y el altar con una visión de España propia
de la extrema derecha?
Seguiremos trabajando para que el 25 de mayo sea el día de Asturias.
Tiene mucho más sentido una fiesta cuyo fundamento sea la democracia que
es de todos y no el tinglado de Covadonga que por muy trascendente que
sea no es otra cosa que el día del Trono y el Altar para la defensa de
una España monárquica, nacional y católica.
Por tanto Sr. presidente le solicitamos que por el bien de todas y
todos los asturianos y por higiene democrática deje Vd. de participar en
este tipo de actos religioso/políticos que además de vulnerar la
separación de la iglesia y el Estado tienen un contenido
antidemocrático.
Lo aquí expuesto lo firman los siguientes colectivos:
Ateneo Republicano de Asturias, Ateneo Obrero de Gijón, Sociedad Cultural Gijonesa, Federación Asturiana Memoria y República (FAMyR), Asturias Laica, Asturias Socialista, Socialismo y República Asturies, Fundación Andreu Nin y Asociación Lázaro Cárdenas.
«Mi
infancia estuvo marcada por la represión, pero lo que recibía en casa
era el silencio», afirma Fernanda Cedrón, nieta de uno de los fusilados |
San Tirso honra a los represaliados del franquismo con una placa en el
cementerio
ANDREA ARRUÑADASAN TIRSO DE ABRES.
Lunes, 7 octubre 2019, 02:30
El
25 de junio de 1948, Fernanda Cedrón solo tenía dos años cuando la
dictadura franquista le arrebató en el paredón a su abuelo, Luis Trigo,
conocido como ‘O Gardarríos’, un histórico guerrillero gallego
antifalangista, pero su imagen le ha acompañado toda su vida; una vida
dedicada a mirar de frente a su pasado familiar y a contar su historia
para que «no caiga en el olvido». «Mi infancia estuvo marcada por la
represión, pero lo que recibía en casa era el silencio. Sé que mi madre y
hermanas estuvieron en varias cárceles asturianas. Las iban trasladando
como rehenes según avanzaban los golpistas», recuerda Cedrón, nieta de
uno de los fusilados en la cuenca del Eo que estuvo ayer presente en el
homenaje en el cementerio de San Tirso de Abres. Al final, las
familiares de Fernanda fueron recluidas en el campo de concentración de
Ribadesella, pero no «sabe por cuánto tiempo», solo que el día que las
soltaron tuvieron que recorrer los más de 260 kilómetros que separan
esta localidad de Cabanas, su hogar en Galicia, caminando por las noches
durante cinco días.
El tributo en San Tirso consistió en
el descubrimiento de una placa en recuerdo de los vecinos de los
ayuntamientos de la zona asesinados por el franquismo y que permanecen
enterrados sin identificar. También dio una conferencia Ramón García
Piñeiro, profesor de Historia en el IES Marqués de Casariego de Tapia.
La placa fue colocada en las proximidades de una de las fosas comunes
existentes en el camposanto de la localidad, donde están enterrados seis
vecinos del occidente asturiano.
A
día de hoy solo se conoce la identidad de una de las seis personas
enterradas en la fosa común de San Tirso el 15 de septiembre de 1936.
Esa persona es Pablo Martínez-Crespo Mazo, un maestro muy querido y
reconocido en los municipios del Eo, que ejercía en aquel momento en la
localidad de Abres del Ayuntamiento de Trabada y que con motivo de las
vacaciones escolares se encontraba en el domicilio familiar de Barres.
Martínez-Crespo
Mazo, natural de Enciso, en La Rioja, se trasladó a Castropol desde
Santander en compañía de su esposa, la también maestra riojana Felicitas
Ezquerro, ejerciendo en localidades como Castropol, Tol, Tapia o Abres
de Trabada no tardó en ganarse la estima de alumnos y familiares por su
gran dedicación al trabajo y sus cualidades como docente.
Otro de
los asistentes al homenaje fue Francisco Martínez, de 94 años, conocido
como Quico, uno de los últimos guerrilleros antifranquistas vivo.
«La
República era el gran proyecto de modernidad del siglo XX. Tenía una
gran vocación de libertad y de conocimiento. Todo eso nos lo arrebataron
los fascistas porque no lo podían soportar», señala. Antes de formar
parte de la guerrilla armada de León-Galicia entre 1947 y 1951, cuando
se exilió a Francia tras ser condenado a muerte por el régimen, ya era
muy activo políticamente. Evoca con especial cariño a su profesor en la
escuela republicana, quién les enseñó la importancia de organizarse en
pos de una causa y a crear lazos en comunidad. «Al final me lo mataron
(al profesor). Perdí a mucha gente, como toda mi generación y todavía
quedan muchos compañeros que no se sabe qué fue de ellos ni dónde
están», relata.
Charlas a los alumnos
En los últimos años, ha dedicado su vida a difundir su historia, marcada por todos los vaivenes del último siglo, en charlas con alumnos de Secundaria y Bachillerato, y se sorprende cuando algunos partidos califican su mensaje como «abrir viejas heridas». «Estamos hablando de memoria, de conocer nuestro pasado, no de revancha. Lo que no puede ser es que tengamos unos juicios sumarísimos, que nunca fueron anulados, donde se nos llama a mí y a mis compañeros asesinados bandoleros», subraya.
UNO:
Los miles de socialistas asesinados por los franquistas siguen en las
innumerables fosas comunes que mantienen España como un hediondo
gruyere. DOS: En las últimas cuatro décadas de democracia, el PSOE ha
gobernado durante 22 años. Y TRES: Los criminales del franquismo y de la
Transición siguen en la calle, condecorados, y en puestos de relevancia
en la Administración pública colocados ahí, entre otros, por los
distintos gobiernos socialistas.
Aquí podría terminar este artículo, más allá de fallos del Supremo. A estas alturas…
En esas tres frases están retratados la España actual como hija y
heredera de una larga y sangrienta dictadura, y el PSOE actual como
garante de que así siga siendo.
Atado y bien atado.
Cuarenta años después.
Socialistas en las fosas. Y las fosas sin abrir.
Y una pregunta que no puedo quitarme de la cabeza cada vez que hablo
con alguna persona perteneciente al PSOE o simpatizante: ¿Por qué sigues
permitiendo, seguís permitiendo, que vuestros asesinados y asesinadas,
hombres y mujeres que se jugaron la vida por la libertad y la
democracia, sigan sin sepultura, en cunetas como perros reventados de un
mal tiro, mientras continuáis pagando, y obligándonos a pagar, las
honras del asesino? Siempre quedo a la espera de una triste respuesta
que no llega, solo pido una única razón, una, aunque sea dura y pequeña
como el hueso chupado de una oliva.
Si no tienen razones ni memoria para los suyos, qué decir del resto. 140 años de Partido Socialista, responden. Oh.
Todo lo que puede manar de ahí no es más que el retrato de una
infamia, la perpetrada por el Partido Socialista Obrero Español durante
los 40 años que llevamos de democracia.
La infamia del PSOE que ha permitido que los criminales franquistas
queden sin juzgar; y no sólo eso, sino que hayan sido premiados con
condecoraciones, plazas en la Administración pública y sus alrededores, y
remuneraciones a cargo del erario. Pienso en Antonio González Pacheco, Billy El Niño,
brutal torturador a quien ni el reciente ministro de Interior
socialista Fernando Grande-Marlaska ha sido capaz de retirar las
medallas que lo ensalzan y multiplican su pensión. O en Martín Villa,
que ha recorrido cargo en todas las instancias de la Administración e
incluso del Grupo Prisa. Pienso también en cómo encontramos normal que
Manuel Fraga, preboste de la dictadura, cómplice del crimen, fundara y
presidiera un partido de gobierno, el PP, nido de franquistas, y
encabezara durante década y media el Gobierno gallego. O, sin ir más
lejos, con qué soltura admitimos como “gran estratega de la Transición” y
gran presidente, aeropuerto incluido, a uno de los delfines más
afilados de la dictadura franquista, Adolfo Suárez.
La infamia del PSOE que ha negado cualquier ayuda a los
familiares de los cientos de miles de represaliados y asesinados del
franquismo; que ha rechazado de plano aplicar el principio de Verdad,
Justicia y Reparación a aquellos que se jugaron la vida por cimentar la
izquierda y la lucha por la democracia de la que ahora, sin sonrojo, se
declara heredero el PSOE. Pienso en la recién fallecida Asunción
Mendieta. En cómo no cejó hasta dar con los huesos de su padre en una
fosa común de Guadalajara, en lo que nada quiso tener que ver ningún
Gobierno español. Fue posible gracias al trabajo de la Asociación para
la Recuperación de la Memoria Histórica, a los fondos del Sindicato de
Electricistas Noruego, al trabajo voluntario de antropólogos forenses
españoles, argentinos y británicos… Recuerdo cómo el jefe del grupo
británico me dijo “En España ustedes andan sobre cadáveres”. Pienso en
cómo Patrimonio Nacional, en este gobiernito de Pedro Sánchez, acaba de volver a retrasar
la exhumación de los hermanos Lapeña en el Valle de los Caídos sin
razones creíbles que esgrimir, pese a la sentencia judicial favorable.
La infamia del PSOE que ha rechazado las peticiones internacionales
para que asesinatos, torturas, juicios sumarísimos y demás crímenes de
lesa humanidad sean juzgados, amparándose de forma torticera en la Ley
de Amnistía del 77, una ley de punto final encubierta para dejar libres a
los criminales de la dictadura. Todavía recuerdo con dolor en el martes
20 de marzo de 2018, ¡hace solo año y medio!. Izquierda Unida acababa
de plantear la derogación de dicha Ley. El PSOE se opuso, alegando, en
palabras de Adriana Lastra, que crearía “inseguridad política”. El
socialista Gregorio Cámara fue a más afirmando que se trataba de “uno de
los pilares del pacto de la Transición”. Nada nuevo. Ya el 20 de
diciembre de 2016 Podemos había presentado una proposición no de Ley
para modificar la Ley de Amnistía y que pudieran juzgarse, como dicta el
derecho internacional, los casos de torturas, desapariciones forzosas y
crímenes de genocidio o lesa humanidad. De hecho, la ONU ya había
instado al Gobierno español a hacerlo. Pues bien, tres partidos se
opusieron a dicha modificación que habría permitido juzgar por fin los
crímenes franquistas: PP, Ciudadanos y, oh, sorpresa, el PSOE.
La infamia de pactar, negociar y participar en todas las grandes
empresas procedentes del franquismo, dinero de sangre, tales como Gas
Natural, OHL, ACS, Acciona o Iberdrola, e incluso participar en sus
consejos de Administración. Así como permitir que funcionen como
corruptoras de todas las basuras que llevan años pudriendo a los
partidos políticos, sin recibir condena alguna. Ver a los capitostes del
PSOE, ex presidente, ex ministros y ministras, chupando de esa teta de
la que manan el sudor y la tierra que quedaron entre las uñas de los
esclavos republicanos.
La infamia, en fin, de fingir que una democracia puede crecer y
considerarse como tal sin haber castigado a la dictadura de la que
proceden sus instituciones, incluida la Corona, su jefatura de Estado,
impuesta directamente por el dictador, y por lo tanto, aunque solo fuera
por eso, sima de corrupción. De seguir engordando a la Iglesia católica
y mantener intacto el tratado con la Santa Sede, que desvía más de
11.000 millones de euros de dinero público cada año a sus arcas; de no
revertir el regalo a sus buitres de catedrales, iglesias, ermitas,
conventos, joyas culturales de incalculable valors que eran públicos.
Se podría hablar de los desahucios, de la Ley Mordaza, de la Reforma
Laboral, la incompleta Ley de Violencia de Género, las concertinas en la
frontera, de los 12 millones de pobres que habitan en España según la
OCDE, de los cuales más de dos millones y medio son niños. Se podría
hablar de muchas cosas, pero todas nacen de un mismo tubérculo
agusanado: un país en el que el partido llamado “socialista” pactó con
la dictadura, pactó con los criminales, pactó con el capital de sangre
esclava, pactó no tocar nada de eso. Ese partido “socialista”, el único
que podía hacerlo, decidió no optar por la decencia, por la justicia y
por la verdad. Y con esa opción nos condenó al lugar en el que nos
encontramos, donde todo es mentira. Mentira sembrada de fosas cuajadas
de huesos que permiten y perpetúan escudándose tras la exhumación del
dictador.
Todo lo anterior habría resultado imposible sin el papel activo de los medios de comunicación.
Este domingo 22 de septiembre, la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, declaraba en una entrevista al diario El País: “Yo confío mucho en la madurez y en el olfato que tiene la inmensa mayoría de este país. Salimos de una manera tan brillante de una dictadura a la democracia sin un solo roce de violencia, salvo ETA”.
Inmediatamente, muchas personas con memoria le recordaron en las redes
sociales los más de 600 muertos de la “modélica” Transición, no pocos de
ellos asesinados por lo que podríamos llamar “poderes del Estado”. Lo
primero que una se pregunta al leer dicha afirmación es: ¿Cómo se
atreve? ¿Cómo se atreve a decir que salimos “de manera tan brillante de
una dictadura” cuando aún pagamos el sueldo del jefe de Estado, rey para
más inri, que colocó el dictador? ¿Cómo se atreve a olvidar las
matanzas y las torturas llevadas a cabo desde estamentos institucionales
y policiales? ¿Cómo se atreve sencillamente a decir “salimos”?
Se atreve por todo lo anteriormente expuesto.
No sé si da más miedo la frialdad de todos ellos o la evidencia de que los suyos decidieron hace tiempo no abrir los ojos.
Más de dos centenares de republicanos llegados de toda Asturias, País Vasco, Cantabria e incluso de Inglaterra, participaron ayer en la treceava edición del Homenaje a lus Luchadores antifascistas que se celebró en el llanisco Alto de La Torneria, organizado por la Federación Asturiana Memoris y Republica (Famyr) y la organización memorialista vasca Ahaztuak y que tuvo un carácter marcadamente reivindicativo.
En la edición de este año fueron galardonados Aquilino Fernández Fernandez «Quilino Polio», enlace de la Guerrilla e histórico del PCE e IU; Nines Maestro, ex diputada de IU y una de las mas prestigiosas luchadoras por la Memora Histórica en los organismos internacionales: Asunción Naves, Ex Presidenta de la Asociacion Les Filanderes; Joseba Asiron, Ex Alcalde de Pamplona por Bildu; y la Asociación colombiana José Alberto Freytter Romero, dedicada a la lucha en favor de los Derechos Humanos y la Memoria Historica.
Entre los asistentes, los diputados de Podemos e IU, Rafael Palacio y Ángela Vallina, además del ex coordinador de IU de Asturias, Manolo Orviz. Tampoco faltaron antiguos preniados como Angeles Florez Peón «Maricuela», Anita Sirgo, Vicente Gutierrez Solis y Antón Saavedra. Tras la entrega, el dantzari vasco Joritz Fernández, interpreto una «agurra» en homenaje a los prrmiados. El cantante de tonada Ismael Tomás Montes interpretó «Atope una calavera» en honor a los combatientes.
En primer lugar intervino Juan Cigarria, Presidente de Famyr, que afirmó que «en este acto tratamos de unir el homenaje a los combatientes de ayer con los que continuan la lucha antifascista hoy, como se ve en los premiados. Que nadie venga a este acto para hacer una memoria familiar. Este no es el sitio. No queremos esa memoria «familiar» que el sistema trata de imponer a base de prebendas, esa memoria que se limita a llorar la paz de los sepulcros. Una memoria que pertenece a las familias y no a políticas partidistas de estado»
Reivindicamos una Memoria democrática antifascista, reivindicamos la necesidad de la memoria como herramienta de futuro para construir una nueva República en la forma que decidan los pueblos de España. Los que vengan a un acto de reivindicación son todos bienvenidos«. Cigarria se felicitó por haber logrado «tras nueve años y mucha lucha» el reconocimiento a los guerrilleros antifascistas acordado en la Mesa de la Junta General del Principado.
No obstante son migajas que arancamos con la movilización pero recordemos que las víctimas del franquismo siguen sin ser reconocidas en el estado español. Nos marean con el traslado de la momia de Franco pero, siendo eso importante como gesto, ¿no sería más importante sacar a Franco de nuestras instituciones? ¿de los parlamentos, ayuntamientos? ¿de nuestras escuelas?. ¿No sería mejor sacar a Franco de España y trabajar en traer una III República para que vivamos en una auténtica democracia?.
Esta seria la tónica general de las intervenciones, mucho más reivindicativas que en anteriores ediciones. Marcelo Álvarez, de Ahaztuak, continuo por la misma senda, señalando que «es muy diferente recuerdo y memoria. La memoria tuene que ver con los huesos, pero también con los valores que los sustentaban. Valores que no caben en las fotografías de marketing memorialista. La nuestra es la memoria irreverente».
Quilino Polio agradeció el premio y a los organizadores y señaló que «este lugar fue testigo de una lucha encarnizada para defender la democracia y la libertad, que nos fue arrebatada por el franquismo, con la ayuda de moros, alemanes, italianos y también la Iglesia. Sometieron a nuestro pueblo a la mayor barbarie conocida en ningún otro país, llenando de luto hogares y pueblos».
Quilino hizo un encendido elogio de los guerrilleros, «que siguieron combatiendo al fascismo en inferioridad de condiciones a lo largo de 15 años y poniendo en apuros a las numerosas fuerzas represoras, que con saña los perseguían, teniendo como consecuencia una segunda oleada de represión en los pueblos a enlaces, familiares y apoyos, que fueron perseguidos por los moros, haciéndose dueños de personas y haciendas, con lo que eso significa».
Señaló
que, no obstante, «que no está en nuestra mente el rencor y el odio:
sobre el odio no se construye nada. Solo exigimos una justicia
imparcial, porque nuestra justicia no es ciega, pero es tuerta. Como
decía un periodista, creo que Iñaki Gabilondo, solo ve por el ojo
derecho».
Señaló
que «entre los deberes que tenemos, a pesar de la Ley de Memoria
Histórica, a más de cien mil hombres y mujeres enterrados por los
montes. Los que murieron por la democracia no están muertos mientras
estén en nuestra memoria. Solo están muertos los que están olvidados».
También
fue muy critico con «los que no saben negociar» y afirmó que
«volveremos a votaros, esperando que no cometáis los mismos errores y
después se aprovechan otros, que están agazapados. Algunos dicen que no
puede haber coaliciones, que no las entienden. Dejad de culparos los
unos a los otros y decir aquello del y tu más. Poneros de acuerdo, que
hay muchas necesidades sociales que atender».
El ex alcalde de Pamplona, Joseba Asiron, no pudo asistir al homenaje por problemas de agenda y envió una carta agradeciendo el premio y lamentando «no poder estar ahí respirando el aire de quienes combatieron el fascismo».
Le tocaria despues el turno a Asunción Naves, ex Presidenta de «Les Filanderes», que hizo un recorrido por lo vivido en sus 70 años de vida «los tiempos del silencio, del miedo, de la ropa tendida, del pésame señor…, del hambre; después de la cartilla de racionamiento, pasamos a la colonización, aquella leche en polvo con cárteles en ingles y aquel queso de bola con rebordes rojos, algo asqueroso. En la adolescencia me llego la conciencia de lo que estaba pasando y todas las luchas. Ahora llegan los buitres, los del toma el dinero u corre. Ahora viene el reconquistar todo lo que nos han quitado». Recordo a los langreanos «que combatieron en estos montes, como Carrocera».
Una de las «estrellas» de la celebración fue la ex diputada Nines Maestro, que fue muy didáctica en su intervención y que considero que ‘estar aquí, donde tantos entregaron lo mejor de ellos, es lo mas enriquecedor que me ha pasado». Recordó su experiencia parlamentaria «que me ha servido para constatar para lo poco que sirve», aunque se congratuló de haber logrado la nacionalidad española para los miembros de las Brigadas Internacionales.
Afirmo que «lo más importante en la vida es saber quién eres y a qué clase perteneces y que lugar ocupas en la lucha. La otra es que la libertad es la conciencia de la necesidad de saber lo que hay que hacer y eso tiene que ver con conseguirlo, con la conciencia de que el capitalismo y el imperialismo son los sistemas mas criminales y que la guerra es su arma. Y si eres libre, tienes que saber que haces para construir la fuerza que destruya eso. El poder sabe lo que hay que hacer y el fascismo es el camino del capital cuando se ve acorralado. Para controlar la fuerza organizada es necesario, valga la redundancia, organización».
Nines afirmó que «estos son tiempos de confusión, donde la izquierda no sabe si es izquierda, si es centro o qué es. Tenemos el ejemplo de lo que ocurrió. Nos han transmitido su mejor legado: su vida, su lucha, su muerte. Y el resultado es luchar con todo: el objetivo no es luchar, es vencer. Y la lucha es muy dura. Y es la lucha de los pueblos, que es internacional. Ellos nos legaron el internacionalismo. Nuestra obligación es empujar hacia adelante».
Despues, intervendria Jorge Freytter, hijo del activista colombiano asesinado Jorge Adolfo Freytter, que vive desde hace años en Euskadi «país que me acogió y que me permitió internacionalizar el caso de mi padre». Su padre fue asesinado en 2002 en Barranquilla, tras ser secuestrado por fuerzas paramilitares «con la connivencia del Ejército colombiano». Jorge denuncio la corrupcion del Ejercito «que después del Tratado de paz sigue persiguiendo a las voces críticas, violando los Derechos Humanos y criminalizando la protesta». Jorge denunció que «480 líderes han sido asesinados, se ha perseguido a las Comunidades indígenas y a todos aquellos que son críticos. Se han cometido crímenes de lesa humanidad, por lo cual vamos a llevarlo ante la Audiencia Nacional, para denunciar el terrorismo de Estado que se sufre en Colombia».
Terminada la entrega de los premios se cerró el acto con un danzari vasco bailando un Aurrescu, en homenaje a los combatientes en la batalla de El Mazucu y los homenajeados de este año.
Al sonido de las gaitas sonó la Internacional cantada a viva voz por los allí presentes.
Tras el acto, se celebró la tradicional comida campestre, que cerró la celebración.
Concederá la Medalla de Oro de Asturias a título póstumo a Vicente García Riestra y a otros compañeros
La Voz
16/09/2019 18:22 h
La
Mesa de la Junta General del Principado ha aprobado este lunes la
solicitud formulada por Podemos y de IU para incoar el expediente para
conceder la Medalla de Oro de Asturias a título póstumo a Vicente García
Riestra, y el título de Hijo Predilecto a sus compañeros José Antonio
Alonso Alcalde, Felipe Matarranz y Cristino García Granda.
Según la Ley de Honores y Distinciones de
Asturias, el expediente para la concesión de los honores y distinciones
Ley se incoa por decreto del Presidente del Principado bien por propia
iniciativa o a instancia del presiente de la Cámara, previo acuerdo de
la Mesa; por otros miembros del Consejo de Gobierno; por ayuntamientos y
otras entidades locales de carácter representativo o por entidades
culturales, científicas o socioeconómicas con personalidad jurídica.
A
principios de septiembre Podemos e IU, atendiendo a la petición de la
Federación Asturiana de Memoria y República (FAMYR), el Ateneo Obrero de
Gijón y la Sociedad Cultural Gijonesa la iniciativa para conceder los
cuatro galardones, que ha salido adelante en la Mesa con el apoyo del
PSOE y de la coalición y la abstención de PP y Cs.
Para el parlamentario morado Rafael Palacios,
este reconocimiento es «fundamental» para unos guerrilleros «que son
considerados héroes en Francia y en la Europa que derrotó al fascismo»
por lo que resultaba «increíble e incluso vergonzante» que en pleno
siglo XXI no existiera un reconocimiento oficial a estas personas que,
en muchos casos, siguen teniendo sentencias condenatorias franquistas».
A su juicio, se trata de un reconocimiento «a la lucha y al compromiso con la libertad y la democracia que mantuvieron los guerrilleros antifascistas asturianos, un reconocimiento que, además, es respaldado en toda Europa y que llega en Asturias después de haber sido reconocido en Francia, en Alemania o en Rusia».